Valladolid

La retirada de vallas y andamios despeja después de meses un edificio histórico de la calle Santiago

A principios de 2023 comenzaron las obras de rehabilitación del inmueble y, una vez concluidas estas, con apenas unos meses de diferencia, volvieron las estructuras metálicas para delimitar las obras en los locales comerciales (también el de Scalpers de mujer). Ahora, concluidos los trabajos, retirados los adheridos de metal, el bloque brilla a tan solo unos pasos de la Plaza Mayor. Eso sí, los arcos de la iluminación navideña dificultan la limpia mirada estos días.

Y Valladolid lo puede celebrar porque este es un histórico edificio de viviendas, con un importante valor arquitectónico. Así lo aseguran desde Docomomo, una fundación con sede en Barcelona que estudia y cataloga el patrimonio moderno de varias ciudades de España y Portugal. Entre ellas, claro, Valladolid. El movimiento moderno es una corriente arquitectónica que se desplegó entre 1925 y 1965, «de carácter generalista y poco concreto», pero que presentaba unos rasgos que lo diferenciaban de la producción arquitectónica anterior.

En la web de Docomomo apuntan como ejemplo nuevas técnicas (generalización del uso del acero y el hormigón), estética renovada (formas más simples y geométricas) y mayor funcionalidad en el interior de las viviendas (grandes ventanales y terrazas, ascensores, mejor iluminación artificial…).

Uno de los muchos ejemplos de esta arquitectura moderna en Valladolid es este edificio de la calle Santiago número 4, construido entre los años 1932 y 1935, con un proyecto firmado por Alfonso Fungairiño y Nebot. La fundación Docomomo presenta el inmueble como «un magnífico ejemplo de arquitectura residencial». En la 'Guía de arquitectura de Valladolid' se lo etiqueta como «uno de los edificios más interesantes» construidos en esa época en la ciudad.

El profesor Iván Rincón Borrego, arquitecto de la Universidad de Valladolid, explica que el cuerpo central en voladizo expresa una «distribución simétrica de dos viviendas por planta». Cuenta con cuatro pisos más un quinto. Pero, a pesar de esta composición dual, «la horizontalidad prima en la fachada mediante la prolongación de las líneas de imposta, la terminación curva de los balcones y las pletinas pasantes de los antepechos». La fachada se remata con una cornisa «sobre la que se elevan dos cuerpos laterales a modo de torreones». Y entre ellos, se ubican las terrazas de los áticos.

Resulta curioso, como subraya la 'Guía de arquitectura', que el bajo del inmueble no presenta una disposición simétrica. Así, no existe una puerta central de acceso al portal, sino que se encuentra en uno de los seis huecos (de proporciones aproximadas) en los que se divide ese tramo inferior. «Esa tensión por la ausencia del eje de simetría» afecta a la fachada, escribe el arquitecto Miguel Ángel de la Iglesia

El 11 de mayo de 2022, el Ayuntamiento concedió la licencia urbanística para afrontar la reforma del único edificio residencial que se encontraba vacío entonces (así llevaba año y medio) en la calle Santiago. El proyecto contemplaba la rehabilitación del inmueble para albergar 14 viviendas. Diez de ellas, pisos con una superficie cercana a los 90 metros cuadrados. Los otros cuatro pisos, estudios en torno a los 40 metros. La restauración ha permitido también ensalzar la escalera central, que ya en el proyecto original estaba iluminada mediante vidrieras.

Un cartel en la fachada explica que la rehabilitación del edificio ha contado con una subvención de 209.684 euros incluidos dentro de los fondos europeos Nextgeneration.

Al término de la rehabilitación del inmueble, el edificio vivió una fugaz liberación de estructuras metálicas, hasta que las vallas volvieron en el momento en el que hubo movimiento en los locales comerciales. Durante las últimas semanas, uno de ellos ha estado rodeado de vallas, que se han retirado hace tan solo unos días, con la apertura de la tienda de ropa Dan John. De este modo, el tramo inicial de la calle Santiago (con entrada desde la Plaza Mayor) recupera una perspectiva libre de impedimentos visuales, ya que durante meses también los hubo en el antiguo local de la joyería Ambrosio Pérez, reconvertida desde el 30 de agosto en una tienda de ropa interior masculina.