La reforma del restaurante de las Moreras en Valladolid se retoma en junio tras dos años paralizada
Las dificultades por la pandemia han retrasado la conversión del bar Los Álamos en el futuro local Okapi, tras una inversión de un millón de euros
«El proyecto sigue adelante». Las dificultades que ha atravesado el sector hostelero en estos meses de pandemia han aconsejado no hacer demasiados movimientos, pero ... ya se vislumbra una salida a medio plazo. La empresa Gastromorfosis, adjudicataria desde diciembre de 2018 de la concesión del restaurante de propiedad municipal de las Moreras, el antiguo bar Los Álamos, retomará en junio la obra de reforma de este inmueble de 400 metros cuadrados en dos plantas y con una terraza de otros doscientos para convertirlo en el restaurante Okapi. La intervención, con una inversión prevista que ronda el millón de euros, quedó paralizada en junio de 2019, después de acometer los primeros trabajos de demolición interior y desescombro del local.

Iván Gil, socio junto a Borja López-Murias de la firma que gestiona los restaurantes Atypikal (Villa de Prado) e Ybériko (Palencia), argumenta que los vaivenes en las restricciones les han llevado a tener que «adaptarse a la situación» antes de centrarse en el desarrollo de este nuevo negocio. «No hemos abandonado nuestra idea, pero hemos estado a expensas de la pandemia y más centrados en lo que teníamos funcionando, ahora las circunstancias están mejorando y ya hemos hablado con la constructora para que vuelva a la actividad», explica.
Así, está previsto que entre mayo y junio los operarios tomen de nuevo este reconocible espacio, situado en el paseo alto del céntrico parque y que tiene acceso también desde la chopera, muy cerca de la playa. El plazo de ejecución es de seis meses, con lo que Gil estima que se podría inaugurar a principios de 2022. Durante este tiempo, Gastromorfosis ha seguido abonando al Ayuntamiento de Valladolid los 36.000 euros de canon anual por esta concesión, que se firmó para casi veinte años.
El diseño del restaurante Okapi prevé eliminar el ladrillo de las fachadas y dotarlo de un acabado exterior de granito. Grandes cristaleras con vistas al paseo y a la playa buscan integrar el edificio en este atractivo entorno natural. Respecto a su configuración interior, se dibujan dos salas de restaurante con capacidad para 105 comensales, además de otras dos áreas de terraza, con un aforo total de 113 personas. Gil y su socio están «dando vueltas» ahora al concepto gastronómico que quieren ofertar. «Solemos trabajar la cocina moderna y después de la experiencia que hemos tenido en Palencia estamos pensando en una carta que tenga una base de parrilla», explica.
Los Álamos lleva cerrado desde 2011. Hasta 2018 no despertó interés entre los hosteleros después de otras dos convocatorias para explotarlo que quedaron desiertas en 2012 y 2014.
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