Valladolid

Red Íncola entrega 45 becas de 600 euros a jóvenes sin recursos

Pero existe un desafío para muchas familias, especialmente si son migrantes que acaban de llegar al país, para superar todos los obstáculos. La principal barrera se encuentra en lo económico. Un obstáculo a veces imposible de sortear para las familias que repercute en que los pequeños puedan acudir al colegio en igualdad de condiciones, ya que se ven obligados a seguir las clases sin libros de texto, sin el apoyo o material necesario o con dificultades sociales al no poder socializar y poder formar grupos de amigos durante las actividades extraescolares.

Por ello, conscientes de estos problemas a la hora de afrontar uno de los derechos básicos, Red Íncola, por decimocuarto año consecutivo, ha promovido unas becas escolares que suponen un gran respiro económico a las familias, y que, además, van cargadas de una motivación al estudio.

Este año la asociación ha repartido 45 becas de seiscientos euros cada una que se abonan en diferentes pagos, cuyo objetivo principal es mitigar el riesgo de exclusión educativa. Cabe destacar que en el 47% de los casos se trata de familias monomarentales.

La mayoría de los beneficiarios proceden de latinoamérica, como de Perú, de donde son el 42% de los beneficiarios de la beca. Un 20% de los alumnos son de Colombia y Venezuela y el resto de becas se han repartido entre estudiantes de origen argentino (1), ecuatoriano (1), guineano (1), marroquí (4) y mexicano (1). Todos ellos, familias que han huido de los conflictos de sus países y que se ven inmersos en un largo proceso que les impide tener permiso de trabajo y acceso a recursos públicos.

Unas becas que se reparten en todas las etapas educativas, si bien en el 42% de los casos han sido para alumnos de la última etapa obligatoria de enseñanza (ESO). El resto de ayudas, han sido para bachillerato (3), educación en arte (1), formación profesional/grado superior (4), educación primaria (12) y educación infantil (5).

Para su concesión se tiene en cuenta, en un proceso selectivo entre 190 familias, las condiciones de las viviendas, que en tantas ocasiones carecen de las condiciones adecuadas para el desarrollo de los menores.

También ha primado la intención de prevenir el abandono escolar al finalizar la ESO, momento en que muchos estudiantes se sienten obligados a ayudar económicamente a sus familias y abandonan los estudios para trabajar.

Otra de las labores de las becas es la de fomentar las actividades extraescolares y facilitar así la integración de estos jóvenes con el resto de compañeros fuera del aula. Una opción que Miguel Márquez, padre de dos jóvenes que actualmente cursan primero y segundo de educación primaria, sí conoce. Miguel asegura que parte de este dinero irá destinado a apuntar a sus hijas a actividades deportivas, ya que, por un lado, es consciente de lo importante que es, además de que ha visto que en este país se «potencia ese desarrollo».

Miguel, de origen peruano, llegó a España hace un año y desde el primer día Red Íncola le prestó ayuda. Ahora, con esta beca Miguel y su familia encuentran un «alivio» económico, sobre todo a la hora de comprar los libros de texto.

La fundación funciona a través de donaciones privadas como las de Juan Santamaria (Santa), de ahí que cada año el número de becas que se otorga no sea el mismo. Santamaria, pertenece a la Comunidad Vida Cristiana (CVX) una comunidad asociada a la vida de Jesús pero de forma laica. Dentro de su comunidad se realizan donaciones a los más desfavorecidos, además de dedicar un día de su salario a esta labor. En la actualidad son 55 compañeros y llevan participando con la asociación en la ayuda de becas con la que tienen un gran vínculo -ya que muchos son voluntarios- desde 2011.