«La noticia ha caído como una bomba», dicen en Tudela, el pueblo del detenido

«Claro que le conocemos, a él y a toda su familia. Imagínate como estarán, porque hay una familia destrozada, la de ella, por supuesto, pero también otra que va a llevar esta carga toda la vida», dice una mujer que sale del Supermercado El Faro. Se refiere a Ana, Carolina, Raquel y Rubén, los hermanos de David Maroto Lentijo (44 años), quien presuntamente mató a puñaladas a su pareja y a la hija de ella en su piso de paseo de Zorrilla y después trató de quitarse la vida.

Todo el mundo prefiere mantener el anonimato para hablar de quien fuera vecino del municipio. Retratan a un chico normal, «que cuidaba mucho su aspecto físico y su forma de vestir. Era algo 'chulillo' en actitud, pero nada que te haga pensar ni mucho menos que es capaz de hacer lo que ha hecho», coinciden varios vecinos, que hablan en corrillo.

Estudió en el colegio La Milagrosa, dice otra mujer. «Es el pequeño de cinco hermanos, ha sido un vividor desde siempre y con lo que ha hecho se ha cargado también a su familia, a la que todo el mundo tiene mucho aprecio», añade otra vecina.

Pese a que pasó su infancia y parte de su juventud en el pueblo, todos coinciden en lo mismo, «hace muchos años que apenas pisaba por Tudela y si lo hacía era de forma muy puntual, pero apenas tiene relación con la gente del pueblo», explican en varios de los bares de Tudela, punto de encuentro hoy de conversaciones en las que no se para de hablar de lo ocurrido.

David Maroto era transportista y tal y como explican algunos vecinos, «iba con el camión, como hacía su padre Justino» (ya fallecido al igual que su madre, Sira). «Lo único que consuela algo es que no estén aquí para ver lo que ha hecho su hijo. A él le caerán 15 años y qué, porque la madre y la niña ya no están», añade una señora de mediana edad, que se une a la conversación en el bar Los Soportales.

Cerca de allí, en el bar Donde Chuchi o en al peluquería Jorge Olmos, coinciden en señalar en que apenas tenía contacto con su pueblo. «Alguna vez venía a la fiesta del Espárrago o a ver algún partido al polideportivo, dicen que el domingo estuvo aquí. Esto ha sido algo muy fuerte, muy duro. Nunca te esperas que alguien a quien conoces, aunque sea de vista sea capaz de llegar a ese extremo».

Aunque algunos si conocían que fue denunciado por violencia de género hace años. «Aunque aquello al final quedó en nada no es buen indicativo de una persona», mantiene un vecino de avanzada edad. Se refiere a la denuncia que interpuso su expareja en 2017, que no fue ratificada finalmente por la mujer y en la que se pusieron medidas de protección hacia el hijo de ambos, que tenía 4 años en ese momento.

Desde el Ayuntamiento de Tudela de Duero, condenan de forma rotunda los hechos. «No nos quitamos de la cabeza a las víctimas, nos solidarizamos con la familia en estos momentos de tanto dolor. Estamos todos consternados por lo sucedido», señala el alcalde, Luis Javier Gómez.

«Hay que incidir en la importancia de la educación desde edades muy tempranas para atajar este tipo de asesinatos, porque está claro que algo está fallando», señala el regidor, que anuncia que el próximo jueves, a las 19:30 horas habrá una concentración como repulsa del crimen en la plaza del Ayuntamiento. «No podemos derivar la atención de que una mujer y su hija han sido asesinadas por violencia machista».

El alcalde finaliza diciendo que «podría ser en apariencia una persona normal y aunque puede costar creerlo ha demostrado ser un asesino, que dentro escondía pura maldad».