
Roberto Vidal, cortador y concejal de Villavicencio
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Roberto Vidal, cortador y concejal de Villavicencio
«La indefensión cuando un toro te embiste es la que han podido sentir estas personas»El joven cortador de Villavicencio de los Caballeros y concejal del Ayuntamiento de su pueblo natal, Roberto Vidal, ha estado presente este fin de ... semana en Paiporta y Requena haciendo labores de voluntariado en favor de los damnificados de la DANA de Valencia junto a sus amigos Miguel Ángel Fernández, que también es concejal villavicentino, Óliver Pérez y David Baza.
Nada más pasar la DANA, ante catástrofe tan grande, Roberto y Miguel Ángel, tuvieron claro que «algo tenían que hacer», decidiendo viajar el fin de semana del 9 y 10 de noviembre cuando se suspendió en Alicante por las consecuencias de la DANA la final del Campeonato de Recortadores Onetoro Tauroemoción, en el que iba a participar Roberto. Un viaja al que se sumaron Óliver y David.
La expedición de Villavicencio, que contó con la ayuda de la asociación de agricultores y ganaderos Agrygal, viajaba el viernes al mediodía cuando Roberto salió de trabajar con «una sensación de aventura porque no sabíamos lo que íbamos a hacer y dónde poder ayudar». El sábado, a las siete de la mañana, con cepillos y palas, llegaban a Paiporta, donde sin preguntar entraron en un aparcamiento privado, donde ayudaron a limpiarlo, uniéndose a Toni y Curto, de Villena, que tenían una 'karcher' y un dúmper, lo que les facilitó mucho el trabajo. Vidal recuerda la gran impresión que le causó al ver la marca sobre la pared blanca a la que llegó el agua, «un metro por encima de mi cabeza», pensado cómo «la gente se tuvo que agarrar a la vida». Tampoco olvida cómo al acabar de limpiar a la propietaria se le saltaban las lágrimas.
Todavía antes del mediodía, los de Villavicencio en equipo con los de Villena, de los que ya tienen sus teléfonos, limpiaron un centro estético, antes de comer algo en uno de los puestos que había en la calle en «un ambiente muy solidario con gente muy agradable y agradecida». Por la tarde, el equipo limpió otro garaje y le dio tiempo a dar una vuelta ayudando en una casa antigua para «rematar allí el día, que nos cundió mucho». El domingo, al no poder quedarse en Paiporta, porque estaba la maquinaria pesada, fueron a Requena, limpiando un parking y un bajo. La tarde era tiempo para el viaje de regreso, llegando antes de las 22.00 horas, cuando Roberto Vidal entraba en el turno de noche a trabajar.
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La iniciativa ha sido muy gratificante de «hoy por ellos y mañana puede ser que por nosotros», porque «ayudar a los demás, cuando lo necesitan, en este caso perdiendo todos sus bienes materiales e incluso familiares, sin pedirlo, es la experiencia más recompensarte que podemos sentir», según expresó Vidal, quien tiene claro que «la solidaridad nos permite ser más conscientes de los apuros de los demás y es un valor que deberíamos llevar tatuado en el corazón». Además no tiene palabras para describir la situación que se está viviendo en cada uno de los pueblos por los que pasó la DANA, «en los que en muchos sitios parece un país tercermundista», con muchos coches apilados, casa caídas, montones de escombros, con el barro hasta los tobillos. Una situación en la que «te entra angustia ver a tanta gente que lo ha perdido todo, la casa, el coche, hasta la vida».
El cortador de Villavicencio quiere destacar la gran presencia de jóvenes voluntarios, llegados de todos los puntos de España, que «no han cogido una pala en su vida pero que quieren ayudar y colaborar». Por eso, «me siento orgullo de ser español». También echa en falta más intervención de las Fuerzas del Estado. Entre las anécdota le impactó de forma especial la experiencia de un hombre de 68 años que recibía el mensaje de alarma cuando le llegaba el agua por la cintura, de cómo salió por la ventana del coche, saltó el muro de la mediana de la autovía y cruzó el puente por el borde a cuatro patas hasta ponerse a salvo, en unos momentos en los que vio de cerca la muerte, porque «cuando te tienes que agarrar a la vida te agarras con todos tus fuerzas». También vio un taller donde lo habían perdido todo, donde todavía no había venido el seguro y «te das cuenta de que tardarán mucho en reconstruir todo, porque queda mucho por hacer». Por eso tiene claro que volverá otro fin de semana en diciembre.
Roberto Vidal hace la reflexión de que, como cortador, siente que pone la vida en juego cada vez que sale a una plaza, pero es una decisión consciente, el entrenamiento y la experiencia puede hacer que libre cuando la situación se pone complicada. En el peor de los casos, «cuando un toro te embiste estás a su suerte, sintiéndote vulnerable; en esa situación todo se escapa de tu control y estás a merced del toro». Para Vidal, en una situación así, con una catástrofe de esta envergadura, «es lo que han podido sentir miles de personas, indefensión absoluta, viendo cómo la naturaleza en ese momento puede hacer contigo y todo lo que te rodea lo que quiera, poniendo en juego su vida».
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