Medina del Campo dice adiós a la Semana Renacentista con la vista puesta en San Antolín

La pandemia dejó en el congelador durante dos años este proyecto de la villa de las ferias. Sin embargo, durante estos días ha quedado demostrado que es una iniciativa que está muy viva, hace vibrar a los medinenses, y está diseñada para dejar una huella permanente en la comarca, pues se trabaja porque la Semana Renacentista sea un evento de Interés Turístico Internacional.

Se va la Renacentista y los medinenses ya ponen el ojo en San Antolín. Los balcones se engalanan de nuevo y los ciudadanos cambian sus ropajes por otros más contemporáneos, aún inmersos en la alegría de haber celebrado una feria que «con la salvedad de que no se han podido celebrar los fuegos de artificio a consecuencia del peligro de incendio, puede calificarse de un éxito», en palabras de su alcalde Guzmán Gómez Alonso, quien no ha dudado en sumarse a los vecinos y formar parte de la recreación histórica a lomos de su caballo.

Más de 4.000 figurantes han inundado Medina del Campo durante esta recreación histórica. Si bien se cuenta con recreadores históricos casi profesionales venidos de todo el mundo, lo cierto es que esta feria no puede entenderse sin los ciudadanos de la villa. Es precisamente una medinense, Chari Martín, la directora y guionista de la recreación. Explica Chari que además «todas las personas que participamos en la recreación del momento histórico de la quema participamos del grupo 'Kambalache Teatro', y es que lo que en un inicio se formó como un grupo de vecinos que quería rendir homenaje a la historia de su tierra acabó con la formación de un grupo de teatro amateur que tiene actividad a lo largo de todo el año. Vicenta Botrán, ataviada como Catalina, y Javi Tejo, de comunero, son algunos de los medinenses que conforman este grupo y que año tras año hacen vibrar las calles de la villa con la encarnación de personajes de la época. »Es una ilusión y un orgullo participar de esta fiesta«, señala Tejo a punto de desempeñar su papel.

Poco a poco las calles han ido poniendo el broche final a su despliegue y exhibición de arte: los artistas en directo han rematado sus piezas, las aves han ofrecido sus últimos espectáculos... Todo siempre acompañado del jolgorio de la música juglar y la buena gastronomía. Ha habido tiempo para batallas finales, como la celebrada en el entorno del castillo. Una demostración del comportamiento de los ejércitos del siglo XVI en el campo de batalla.

El mercado ha estado ambientado hasta el final: magia, talleres infantiles, gastronomía, artesanos, danzas y juglares. Nadie que haya paseado por las calles de la Plaza Mayor de Medina del Campo y sus calles aledañas se ha quedado fuera de este juego de viaje al Renacimiento. Quizá la única queja en el ambiente era la dificultad de aparcamiento en horas punta si se venía de fuera de la villa y no se conocían bien las zonas de mejor aparcamiento y acceso.

La poesía ha sido la encargada de cerrar una Semana Renacentista que deja poso en el pueblo y las pistas dadas para la próxima. Poesía en el ambiente y en boca del medinense Lorenzo Rodríguez. Un poemario que ha precedido a la llegada a la Plaza Mayor de los capitanes comuneros Bravo, Padilla y Zapata quienes han dado paso a las palabras de su alcalde, Guzmán Gómez Alonso, quien «agradecido y orgulloso de Medina en estos días» ha sido el primero de los ciudadanos que no ha dudado en subirse a lomos de su caballo y ser uno más en esta fiesta.