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«Hemos seguido los consejos e indicaciones que están dando las administraciones con respecto a la organización de actos que reúnan a gran cantidad de personas para evitar el contagio de coronavirus y hemos decidido aplazar los festejos en honor a la Virgen de la Anunciada. Se van a celebrar y las fechas se comunicarán con la debida antelación». Con estas palabras, el alcalde de Urueña, Francisco Rodríguez, anunció que, «por cuestiones de seguridad y para preservar la salud de los vecinos, en especial los mayores, que son población de riesgo», el Ayuntamiento carrasqueño había tomado la consideración de cambiar la fecha de las fiestas, que debían celebrarse el 25 de marzo. Lo hizo una semana antes de que el Gobierno decretase el estado de alarma, que obligaba a los ciudadanos a quedarse confinados en sus domicilios para luchar contra la pandemia del Covid-19.
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Fue de los primeros pueblos vallisoletanos en dar el paso, pero no ha sido el único. Desde entonces, cerca de cuarenta localidades han hecho lo propio con sus festejos patronales y populares que debían tener lugar durante los meses de abril y mayo, principalmente, aunque algunos como Castronuño se ha anticipado y ha hecho público que su fiesta gastronómica Sabor ESDuero, prevista para el 13 de junio, no se celebrará hasta el próximo año. «Es una decisión dura. Aunque es previsible que en junio ya esté levantado el estado de alarma, ahora mismo es imposible sacar adelante este evento,», aseveraron fuentes municipales.
Coronavirus en Valladolid
Eva Esteban
Agapito Ojosnegros Lázaro
Los vallisoletanos tendrán que esperar para honrar a sus patrones. Para bailar jotas frente a la imagen del santo por las calles del pueblo o también para brindar por otro año más. Todos, de momento, sin fecha para venerarlos, pues los consistorios permanecen a la espera de la evolución de la crisis sanitaria y de si se prolonga o no el confinamiento.
Medina del Campo no tendrá toros en abril. El Ayuntamiento anunció la suspensión del festival benéfico taurino previsto para el 18 de este mes, si bien concretaron que «se volverá a intentar poner a todos de acuerdo para recaudar fondos y donarlos íntegramente al asilo de San José».
Otro de los grandes municipios de Valladolid, Laguna de Duero, también se ha decantado por suspender la celebración de los festejos de su patrón, San Pedro Regalado, aunque el alcalde, Román Rodríguez, matizó que se mantendrá el día como fiesta local, pero no se convocará ningún evento para conmemorarlo. La Seca, por su parte, tampoco tendrá su popular Fiesta del Verdejo, que atrae a cientos de visitantes de toda la provincia e implica un importante impacto económico sobre el municipio. Este mismo viernes, Arroyo de la Encomienda confirmó la cancelación de las fiestas de San Juan, previstas para los días del 5 al 10 de mayo.
En Tudela de Duero peligra la celebración de la Feria del Espárrago, prevista para principios de junio y que cada año congrega a más de 15.000 personas. No obstante, el regidor, Javier Gómez, sostiene que «todo está en el aire», a la espera de comprobar cómo avanza la pandemia. «Ahora lo importante es la salud y la seguridad de todos. La s actividades paralelas como el Premio Espárrago o el festival Espárrago Folk corren más riesgo de cancelación, pero no hay nada seguro», argumenta.
Esta situación de incertidumbre no le ha sido ajena a la comarca de los Montes Torozos. Allí, pueblos como Barruelo del Valle han anulado toda la programación prevista con motivo de sus fiestas patronales del día 12 de abril. En Torrelobatón, la asociación cultural El Castillo se estaba preparando para el día más concurrido en la localidad, el Mercado Comunero del 23 de abril, pero cancelaron las actividades. En Castrodeza, su alcalde, José Antonio González, lo tuvo claro desde el primer momento:no procesionarán a San Miguel el 8 de mayo.
Consejos y recomendaciones
Carmen Barreiro
Asimismo, La Mudarra ya anticipó que suspendía la fiesta de La Pascuilla, algo que también han hecho Barcial de la Loma y Villavellid con San Marcos. Lo mismo ocurre en Villabrágima, que ha aplazado las fiestas en honor a la Cruz de Mayo, y en Ceinos de Campos (San Mamerto), Becilla de Valderaduey (San Isidro) y Villanueva de San Mancio (San Mancio). Además, en Bolaños de Campos ya se ha suspendido la fiesta de los quintos del 1 de mayo y tiene paralizado todos los preparativos de las patronales de San Fernando, a últimos del citado mes.
Misma circunstancia ocurre en Tierra de Pinares. La Parrilla ya ha cancelado la pedida de toros que tendría lugar en Semana Santa, mientras que está a la espera de organizar las fiestas patronales de junio. Íscar ha anulado los festejos de Cristo Rey y Pedrajas, la romería en honor a la Virgen de Sacedón del Lunes de Pascua.
También están los que no saben qué hacer. Se debaten entre continuar con los preparativos o, por el contrario, «esperar» a que se aproxime la fecha prevista para la celebración. Es el caso de la Feria Chica de Medina del Campo, que tiene lugar durante la festividad de San Antonio, en el mes de junio, o de pueblos como Valdestillas, Torrecilla de la Orden y Torrecilla de la Abadesa, que aún no han tomado una decisión al respecto pero barajan la posibilidad de anular sus fiestas «pequeñas».
Donde también prefieren esperar para ver cómo evolucionan los acontecimientos es en La Flecha, La Mudarra y La Parrilla (con San Antonio, el 13 de junio), en la Santa Espina (con San Isidro el 15 de mayo), en Mucientes (con San Pedro, a últimos de junio), en San Miguel del Pino (con el festejo en honor al patrón que da nombre al municipio, el 8 de mayo), en Villalba de los Alcores (Virgen de Fuentes), en Tiedra, en Torrelobatón (Pascuas de Pentecostés el 1 de junio), en Íscar (la Virgen de los Mártires el 13 de mayo) y en localidades como Zaratán, Velliza y Peñaflor de Hornija con sus fiestas del Corpus Christi.
Y, ¿qué ocurre con las de verano? Los ayuntamientos, por el momento, se decantan por ser «prudentes» e incluso algunos como el de Tudela de Duero, Cigales, Traspinedo, Renedo de Esgueva Viana de Cega, Portillo y Montemayor de Pililla no se lo «plantean» porque, explican, «está todo paralizado –en referencia a los pliegos y las contrataciones– por la incertidumbre que hay» y se mantendrán a la espera de futuras indicaciones, especialmente de cara a posibles restricciones a la hora de concentrar en un mismo espacio a un elevado número de personas. No obstante, confían en «no tener problemas» para llevarlo a cabo. Los vallisoletanos deberán esperar, de momento, a engalanarse para honrar a su patrón o patrona. El Covid-19 tendrá la última palabra sobre si se detiene la fiesta.
Información elaborada por Miguel García Marbán, Laura Negro, Sofía Fernández, Patricia González, Jota de la Fuente, Cruz Catalina y Jesús Nieto.
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Abel Verano, Lidia Carvajal y Lidia Carvajal
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