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Antes de emprender rumbo hasta Varsovia, Aurora P., vecina de Ávila y veraneante en Boecillo, pensaba que se iba a encontrar con una odisea. Tenía la misión personal de traerse a las que ella denomina como sus dos nietas de acogida, Zoryana (15) y Victoria ( ... 14), y alejarlas de la guerra en Ucrania. Y lo ha conseguido gracias a la colaboración y al voluntariado de los polacos, porque este viernes ya se encontraban en territorio abulense.
Después de contratar los servicios en una agencia de viajes, Aurora P. junto a su hermano se trasladaron a Polonia en avión el miércoles. Ya habían iniciado los trámites a través de la ONG 'Ven con Nosotros' para recoger a Zoryana y Victoria, con quienes mantienen el vínculo desde hace siete años. «Íbamos con la intención de que tardarían cinco días en llegar a la frontera desde Rokytne y nada más aterrizar ya sabíamos que venían camino a Varsovia. Todo ha sido gracias al voluntariado de los polacos, que han transportado a las niñas hasta la capital», afirma Aurora.
Precisamente ese sentimiento altruista y de solidaridad es lo que más ha sorprendido a la familia abulense. «Es de destacar cómo es este país. Están acogiendo a ucranianos en sus casas y ayudan en todo lo posible. Se está viendo el mejor lado de esas personas», describe Aurora antes de comentar cómo vio a sus 'nietas ucranianas'. «Cuando las vimos nos encontramos con toda su vida en una maleta. No tienen más. Además piensan que van a volver, como es lógico. Ojalá sea así», afirma la abulense y socia de la ONG 'Ven con Nosotros'.
«Al principio no querían venir a España. Es comprensible, porque están dejando su vida atrás, pero insistimos», continúa Aurora, que se despidió de Zoryana y Victoria a mediados de enero sin intención de volverlas a ver tan pronto.
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Esa fue la última visita de estas dos adolescentes a Ávila. Tiempo en el que aprovecharon para que se vacunaran contra la covid. «Eso nos ha ahorrado muchos trámites en este viaje», incide la madre de acogida.
Pero el acogimiento se ha hecho extensible en esta ocasión a la madre biológica de las dos niñas ucranianas. Ahora empiezan una nueva vida en Ávila, con visitas a Boecillo. «No hemos visto diferencia en los niños respecto a enero. Estos se ríen y están en edad adolescente. Las vimos con risitas y secretitos. Los eslavos son diferentes a nosotros. Son más serios, silenciosos y están acostumbrados a sufrir en silencio», manifiesta Aurora.
Ahora, esta socia de la ONG aboga a que colaboren con la organización, a pesar de que están desbordados de llamadas y mensajes. Y solicita ayuda económica para traer al mayor número de niños a través de la cuenta bancaria de la ONG (ES9521004412460200202166).
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