Las condiciones del río limitan la búsqueda del piloto: con rastreo visual y sin inmersiones

Durante una jornada lluviosa, la Guardia Civil, acompañados por la Asociación de Salvamento y Rescate de Castilla y León, se afanaron en recorrer las 37 hectáreas de superficie que ocupa el Duero en los cuatro kilómetros que hay que recorrer desde el lugar del siniestro y San Miguel del Pino.

Al final del municipio, una central hidroeléctrica pone fin a una pesquera con un salto de nivel del agua. Hasta ese punto se trasladaron por agua los GEAS, que completaron ese recorrido por las orillas en búsqueda del desaparecido. Una acción que concluía de una forma más veloz el helicóptero del 112, pues en algunos casos sobrevolaba a escasos metros de la superficie, especialmente en los entornos de la central, así como en una instalación para canalizar el agua del riego. «Todo el agua de esta zona está desviada para que pase por esos puntos. Por eso estamos viendo mucho movimiento en la central, por si se encuentra allí», explica un vecino de San Miguel del Pino.

Precisamente, fue ese punto uno de los que más atención despertó en los especialistas en acciones subacuáticas. Se centraban en otear todos los rincones que la maleza del Duero genera. Misma labor que voluntarios, con los prismáticos al cuello, hacían por la orilla del río. Las inspecciones, infructuosas ante el gran caudal y la constante lluvia, se repitieron durante toda la jornada sin hallar a Guillermo Álvarez.

Hasta el helicóptero amplió la longitud de búsqueda hasta Tordesillas. Precisamente, la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, se comprometió a que la búsqueda de Guillermo no se detendrá en ningún momento y que contará con todos los medios que precise la Guardia Civil. «Se peinará el río y la orilla aguas abajo hasta donde sea necesario», apuntaba antes del inicio de una jornada de rescate en la que no se produjo ninguna inmersión por la peligrosidad que entraña el río.

Todo ello como parte de una reformulación del operativo una vez que el martes por la tarde se constató que en el ultraligero no estaba Guillermo. El nuevo dispositivo, que se prolongará «tanto como sea necesario hasta encontrar» al piloto del ultraligero «se irá ampliando según las necesidades que vaya habiendo por parte del mando operativo de la Guardia Civil», desveló Barcones.

En ese sentido, afirmó que en los próximos días está previsto añadir al operativo a la Unidad Cinológica de la Guardia Civil, si bien la incorporación de los perros de búsqueda en este momento «no se ve oportuna» por la temperatura del agua (sobre los cinco grados) y las condiciones. No obstante, reiteró Barcones, se incorporarían más adelante «si no resultara fructífero el operativo a lo largo de estos días».