Condenan a El Mancha a 16 años de prisión por el asesinato de Borja Portillo

Las amenazas de muerte proferidas por el teléfono por el principal procesado por el crimen y la salida por sorpresa de la oscuridad para acometer a Borja Portillo con la navaja, de entre 15 y 18 centímetros de largo son hechos que, para el magistrado presidente, prueban la alevosía, pero si hay una circunstancia «de especial relevancia» es que El Mancha «abandonó inmediatamente el lugar ante la presencia de su padre, desatendiéndose absolutamente de la situación en que había dejado a Borja tras haberle 'anavajado'». Lo que comenzó como una riña mutó en asesinato porque «Borja no pudo esperar una actitud exasperada de la otra parte que fuera más allá de una confrontación verban o con los puños, transformándose así en una agresión desproporcionada».

Además, el fallo impone al acusado principal del juicio con jurado una indemnización para el hijo de la víctima, menor de edad, de 180.000 euros, y para los padres y hermana del asesinado, indemnizaciones de 100.000 y 30.000 euros, respectivamente, más los intereses legales.

A Manuel, Agustín y Juan Antonio Rodríguez Lozano les impone multas. A los dos primeros, de 800 euros y a este último, al reconocer la circunstancia analógica de anomalía psíquica, de 45 euros. A todos los acusados, de cara a sus condenas, se les abonará el tiempo que han estado privados de libertad por esta causa. Contra la sentencia cabe recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

El pasado 7 de octubre, tras un proceso de dos semanas, el jurado popular por el crimen de Borja Portillo emitió su veredicto y declaró culpable a El Mancha, mientras que exoneró a sus hermanos Manuel, Agustín y Juan Antonio del asesinato para dejarlo en lesiones leves.

La sentencia, hecha pública este miércoles, recoge como hechos probados que a las 18:59 horas del 9 de febrero de 2022, el acusado, José Rodríguez Lozano, alias 'El Mancha', con el teléfono de Rebeca A. P., su novia de entonces, llamó a Borja Portillo García para que le proveyera de dos gramos de cocaína, a lo que éste se negó. Ambos novios, consumidores habituales de droga, se encontraban en la parte de atrás de la casa familiar de los Rodríguez Lozano en Medina del Campo, en un solar oscuro. En aquel momento, José estaba siendo buscado por la policía a causa de su posible participación en un hecho delictivo anterior. El procesado realizó una segunda llamada a Borja a las 19:53 horas y, ante la negativa de éste de conseguirle la droga, José le amenazó con matarle. Entonces aquél le respondió: «¿Me vas a matar tú? ahora voy a tu casa, que te tengo ganas...».

Según el relato de hechos, Borja sabía la ubicación y las características del domicilio al que se dirigía. Éste, insistió a su amigo Juan José D. P. para que le llevara en su coche al domicilio de El Mancha desde Ataquines, donde habían recalado tras pasar la noche de fiesta y donde habían tomado varias consumiciones. Llegaron a casa del acusado sobre las 20:15 horas y Borja se bajó del coche y se dirigió a la vivienda, mientras que el testigo se quedó a algunos pasos del domicilio. Cuando el visitante llamó a la puerta de la casa, en cuestión de segundos salió José por un lateral, «para aprovecharse de la oscuridad, portando una navaja de grandes dimensiones, con la intención de sorprender a Borja y que no pudiera defenderse».

El primer navajazo que asestó no dio en el blanco, Borja retrocedió y cuando emprendió la huida, resbaló y cayó al suelo. Se levantó y fue perseguido por José hasta «la próxima e iluminada» calle Zamora, donde la víctima cayó al suelo y su agresor, encima de él, le propinó varios navajazos, alguno de ellos dirigidos a la zona costal izquiera del cuerpo de Borja, «efectuados con la intención de acabar con la vida de éste».

Según refiere la sentencia, cuatro de los hermanos de El Mancha (uno de ellos, menor de edad y que fue juzgado en otro procedimiento) salieron de la casa al conocer que había una pelea en el exterior, armados con palos «nudosos» y barras de hierro pero «sin saber de las llamadas telefónicas anteriores ni que José llevara una navaja». Manuel, Agustín y Juan Antonio fueron, indica el fallo, «con la exclusiva intención de lesionar a Borja, sin pretender conscientemente impedir la huida o defensa de este, pero sí aprovecharse de su superioridad numérica para golpearle con los palos y barras, dándole también patadas en todo su cuerpo». Una de las cinco heridas ocasionadas por la navaja causaron la muerte a Borja, pues afectó el lóbulo inferior del pulmón izquierdo. El resto de las lesiones fueron menores.

Al percatarse José de la llegada de su padre, huyó y permaneció escondido con Rebeca hasta la tarde del día siguiente, «aprovechando para deshacerse de la navaja». La presencia el padre propició también que los otros hermanos abandonaran inmediatamente el lugar. Borja fue ayudado a levantarse del suelo por Rebeca y Juan José, y este le llevó en el coche hasta el Hospital de Medina del Campo, donde ingresó el herido a las 20:32 horas en parada cardiorrespiratoria. Borja falleció a las 20:55 horas por una hemorragia aguda. Tenía 37 años y su hijo, 4.

José Rodríguez Lozano fue detenido el 10 de febrero de 2022 y se encuentra en prisión provisional por esta causa desde entonces. Sus hermanos estuvieron en prisión los dos días siguientes al crimen pero fueron puestos en libertad.

Descarta la sentencia que los golpes propinados por los hermanos de El Mancha a la víctima se efectuaran «con el ánimo de contribuir e incrementar sustancialmente los efectos derivados de la herida letal (por el navajazo que le partió la octava costilla) ni para que la víctima sufriera innecesariamente».

La condición de politoxicómano del principal acusado no le exime de responsabilidad criminal pues «aunque presenta un trastono por consumo de sustancias tóxicas de muchos años de evolución, con rasgos de personalidad psicopática, no le impidieron comprender la ilicitud de su conducta».