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Hoy, en nuestra sección de viviendas singulares de Valladolid ponemos rumbo a Castronuño, incluido en la ruta de los Pueblos Mágicos de España. La casa a la que nos dirigimos se encuentra en la parte más alta del pueblo, desde la cual se divisan unas ... impresionantes vistas a la Reserva Natural Riberas de Castronuño y al gran meandro que forma el río Duero, uno de los más grandes de Europa. Llegamos hasta lo que era, hasta hace unos años, una nave agrícola. Este edificio ha experimentado una notable metamorfosis y se ha convertido en un innovador espacio multifuncional y creativo y en segunda vivienda para sus propietarios.
Nos reciben Noa y Ara González, arquitectas y socias del estudio de arquitectura Primitivo González. Estos tres profesionales de la arquitectura, son autores del audaz proyecto de reconversión de esta nave, que les ha valido numerosas distinciones, entre ellas ser finalistas del X Premio de Arquitectura Castilla y León y del I Premio Lledó Arquitectura Ibérica, ambos en el 2018.
La nave está construida en una era del pueblo, de la que se conserva en parte el característico empedrado y en la que se han plantado doce granados. La edificación mantiene su esencia estructural y volumétrica de antaño, aunque ha sido totalmente remozada. Su exterior se ha tratado con un respeto total hacia la identidad local, utilizando los tonos ocres para que la construcción se mimetice al máximo con el paisaje. Se han añadido nuevas carpinterías de acero y unas originales contraventanas que controlan la luz y las vistas. También se han mantenido las grandes traseras correderas típicas de las naves agrícolas, aunque se han ajustado para adaptarlas a un uso residencial. El proyecto contemplaba también la mejora energética, para ello se ha sustituido la cubierta de fibrocemento por un panel sándwich que aporta mayor aislamiento y se ha añadido un lucernario en la cumbrera a lo largo de toda la nave que inunda de luz el espacio.
El arquitecto Primitivo González y sus socias Noa y Ara han optado también por incorporar en el exterior una pérgola muy ligera, construida en chapa perforada y ondulada que sirve para acotar el espacio de entrada, generar una escala más humana y dar la bienvenida al visitante. «El proyecto recupera una construcción de escaso valor y permite disponer de un amplio espacio multifuncional, versátil y polivalente, con una inversión razonable en la compra del propio edificio y en su reconversión, contribuyendo a integrar el edificio en el lugar. Intervenciones como esta pueden ser una opción para que estas construcciones vacías en el medio rural tengan una nueva oportunidad, vinculadas a nuevos usos», señalan las hermanas arquitectas Noa y Ara González. «Este proyecto no sólo ha consistido en la reforma, sino también en la elección del lugar que resulta ideal y singular. Los clientes buscaban un edificio más histórico, pero cuando se encontraron con este espacio nosotros les animamos a hacerse con él porque ofrecía muchísimas posibilidades», añaden.
Pasamos al interior y el primer impacto resulta abrumador. Se trata de un espacio generoso, diáfano y de gran altura, en tonos blancos y neutros y con todas las estructuras expuestas, como las cerchas de hierro originales que cruzan la nave de lado a lado. En una elección audaz pero acertada, estas cerchas han sido pintadas de amarillo, infundiendo un toque de originalidad a la atmósfera. En medio del espacio, emerge un elemento inesperado pero perfectamente integrado: un andamio de obra reconvertido en una pieza de diseño multifuncional que puede ser usada como litera, estantería, mesa y hasta como soporte para vegetación. Este mueble multiusos maximiza el uso del espacio haciéndolo aún más singular y creativo. «Es el andamio que trajo el pintor y cuando lo tenía colocado, nos gustó tanto, que le pedimos que lo dejara. Apostamos por la flexibilidad, para que, en cualquier momento, los espacios se puedan cambiar y hacer otras configuraciones», indica Noa González. «El andamio es un elemento versátil y demuestra cómo los proyectos van evolucionando a medida que se van desarrollando», apostilla Ara.
Además de los aspectos estéticos, los arquitectos del estudio de Primitivo González, han tenido muy en cuenta la funcionalidad de cada uno de los rincones. Zonas específicas se han delimitado de forma sutil por medio de pladur para la cocina y el área de descanso, manteniendo la fluidez del espacio sin comprometer la privacidad y la comodidad. Una de las características más impresionantes de esta reconversión es la integración perfecta del entorno exterior en el interior. Desde las amplias ventanas que hay en el espacio, se puede contemplar el impresionante paisaje natural de Castronuño, que se convierte en parte integral del diseño y que se fusiona a la perfección con la estética minimalista y contemporánea de esta vivienda. «La estrategia que seguimos en todos nuestros proyectos y en este de forma particular, es aprovechar al máximo los recursos que tenemos. Se trata de conseguir lo máximo con lo mínimo. Estudiamos muchísimo todo lo que podíamos aprovechar, reutilizar y maximizar de la nave agrícola para el proyecto que teníamos en mente», subraya Ara.
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La zona de comedor se compone de una gran mesa de madera y con grandes ruedas de tipo industrial, que permite a los propietarios adaptar el espacio según sus necesidades, transformándolo en un espacio de ocio o de trabajo con gran con facilidad. La cocina, mantiene un aire industrial con una gran mesa de trabajo y una pila de grandes proporciones y que refuerzan la funcionalidad y el estilo de este espacio. Aquí, la estética se combina con la practicidad. De la cocina se pasa al baño, sencillo y con el amarillo como color predominante. Destaca la zona de la ducha con un gran lucernario que deja pasar la luz natural. Desde allí se accede a un dormitorio cuya decoración no deja indiferente a nadie. Hay pocos elementos ornamentales, pero los que hay, están elegidos con gusto. Algunos son del arte más popular, que encaja bien con la idea del proyecto. «Uno de los aspectos más singulares de esta habitación es su gran altura, que es la del resto de la nave. En nuestro estudio somos partidarios de no ir a los mínimos de habitabilidad y en cambio, si irnos a los máximos para hacerlo bonito e interesante», indican estas arquitectas.
Esta antigua nave de Castronuño es el ejemplo idóneo de cómo la arquitectura rural puede evolucionar y adaptarse a nuevas realidades. Esta intervención no solo ha devuelto vida a una estructura olvidada, sino que también ha abierto un horizonte de posibilidades para otras construcciones similares en el entorno rural. Si te apetece conocer otras muchas casas especiales de Valladolid y provincia, no dejes de pasarte por nuestra sección 'Bienvenidos a mi casa'. En ella encontrarás espacios que te sorprenderán. ¡Léenos!
Características
Año de remodelación: 2017
Dormitorios: 1
Baños: 1
Superficie total: 315 m2
Si tienes una vivienda singular y quieres enseñárnosla envíanos un mensaje de WhatsApp al número 682745186
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