Atascos en San Agustín: así se producen y cómo un túnel los solucionará

Uno de los puntos de congestión de tráfico más problemáticos de la ciudad de Valladolid es el que se encuentra en la intersección que une la Avenida de Zamora (VA-20 o Ronda Sur Interior) con la entrada por la Avenida Madrid (N-601), en la conocida como rotonda de San Agustín. Esta entrada a la ciudad desde el sur de la provincia, además de unir la capital con municipios como Laguna de Duero y Boecillo, es el acceso principal de camiones y vehículos profesionales que tienen como destino los polígonos de Argales, San Cristóbal y Pinar de Jalón. La glorieta es uno de los puntos en los que más retenciones y atascos se producen cada día en la urbe.

Más de 65.000 vehículos atraviesan este punto negro al sur de la ciudad al día. El Ayuntamiento ha aprobado un anteproyecto para desatascar la zona con la creación de un túnel de 370 metros de un solo carril que facilitará el giro de los vehículos pesados procedentes de esta zona.

No solo los polígonos industriales concentran grandes núcleos de trabajadores que acceden a su puesto en hora punta. La zona sur está habitada por un considerable número de fábricas, la principal, la factoría de Renault, que cada día moviliza a más de 6.000 trabajadores que acceden a su centro en Valladolid por la N-601.

La industria moviliza a ciudadanos de forma masiva, pero no es la única actividad que lo hace. La Avenida Madrid es la arteria fundamental que une el sur de la provincia con el centro de la ciudad y miles de personas la utilizan para moverse por ella. El medidor de tráfico de Arco de Ladrillo registra más de 21.000 pasos diarios de lunes a viernes, más de 18.000 el que se encuentra en la Avenida de Zamora en dirección a Parquesol, más de 11.000 pasos diarios registra el medidor que se encuentra en la Avenida de Zamora junto al Polígono San Cristóbal y más de 5.000 al día el cuantifica el paso de vehículos que realizan el giro de salida hacia el sur de la provincia por la Avenida Madrid procedentes de la Avenida de Zamora.

Quien necesita atravesar este punto crítico en hora punta sabe que debe armarse de paciencia porque la espera está asegurada. El horario de entrada y salida al trabajo y el horario lectivo de los colegios y de la Universidad Miguel de Cervantes hacen que los atascos se concentren entre las 7:45 horas y las 9:30 y de 13.45 a 15.00 horas. Hay un tercer pico de tráfico que corresponde con el fin de la jornada laboral en torno a las 20:00 horas de la tarde.

No solo la densidad del tráfico rodado origina el problema en este punto negro de esta carretera, aunque sin duda es un factor de relevancia. El gran volumen de vehículos pesados que transportan su carga en dirección a los centros industriales de la zona es determinante. Los camiones procedentes del sur de la provincia que se dirigen al Polígono Argales se ven obligados a tomar una curva abierta para lograr realizar el giro que les permite posicionarse en la Avenida de Zamora. Esta maniobra invade un carril en la N-601 para iniciar el giro y congestiona los dos carriles de la VA-20 durante el viraje.

La Concejalía de Planeamiento Urbanístico y Vivienda ya trabaja sobre un anteproyecto de organización del espacio que introduce un túnel para salvar este problema histórico de acceso a la ciudad que Valladolid lleva décadas arrastrando. Los técnicos del Ayuntamiento han ideado una solución que imita la que ya se puso en práctica en la calle Daniel del Olmo que, a su salida del Polígono Argales, convierte uno de sus tres carriles, el izquierdo, en un túnel para poder realizar una curva subterránea y abrir un acceso al Paseo Zorrilla en dirección a la Rubia sin interrumpir el tráfico que circula en sentido contrario.

La propuesta, diseñada por el estudio Consulting de Ingeniería Civil SPL, está siendo valorada por los técnicos de la Concejalía de Planeamiento Urbanístico y Vivienda. Esta es una de las intervenciones que más urgen en materia de movilidad urbana y está ideada como parte de un proyecto mayor de renovación de Carretera de Madrid.

Aún no hay un calendario definido, la obra está condicionada por las redes de servicios urbanos que atraviesan la rotonda en la parte del subsuelo. La profundidad de estas redes, a seis metros bajo las vías, afecta a la estructura del túnel proyectado. Los ingenieros de la empresa adjudicataria del anteproyecto están estudiando las diferentes vías de ejecución. El Ayuntamiento quiere poder presentar un proyecto final y cerrar un acuerdo sobre la ejecución cuanto antes con el Gobierno central. La rotonda de San Agustín es de titularidad estatal por lo que el Consistorio necesita o bien negociar su traspaso para ejercer la titularidad o compartir la inversión con la Administración central. Esta fase aún no se ha iniciado.

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