Dónde probar algunas de las mejores tortillas de Valladolid

El Periquete es el heredero de Las Canteras, una de esas mecas hosteleras «con cuajo» -nunca mejor dicho-, y en la que la receta ha pasado de los antiguos dueños a los actuales en el Paseo Zorrilla, a la altura del número 29. El chef Manolo defiende como secreto «del éxito», el ensayo-error realizado durante los meses del confinamiento.

El tipo de sartén y «conjugar bien la proporción de los ingredientes» como receta para mantener al establecimiento como uno de los referentes de esta tapa en Valladolid.

Poco hecha, «pero sin desparramarse por el plato», la tortilla es la estrella con dos euros el pincho, afirma el dueño, Jorge San Juan; y la posibilidad de llevarse una entera por diez euros. Una de las curiosidades de El Periquete es que tienen la posibilidad de degustar una mini tortilla; o en fechas señaladas, variedades con productos de temporada. Por ejemplo, en primavera con los espárragos.

Hacemos un desvío hasta el barrio de Huerta del Rey, en la calle Arzobispo José Delicado, junto al río y al Puente del Poniente, antes de proseguir hacia el centro. Nos encontramos en el Groove, un establecimiento que en sus orígenes fue marisquería -de ahí su nombre-, pero al que el cambio de los centollos por la tortilla de patata no le ha ido nada mal... Diego Hebrero ha heredado la habilidad de su abuela Pruden para conjuntar patata, huevo y aceite en la sartén.

Se trata de uno de los locales que más tortillas para llevar venden de la ciudad, aunque el pincho «apetece a todas horas», explica el dueño y cocinero, quien asumió el negocio hace cinco años junto a su mujer, Yadira Arteaga. En la actualidad, tiene la destreza de meterse en la cocina y hacer más de cien tortillas los sábados, también con variedades (de queso de pata de mulo, trufada...) «pero con preferencia por la clásica... y con cebolla», admite Diego.

El precio del pincho es de 1,80 euros y se acompaña con pan de Valladolid -un detalle-; y la tortilla completa cuesta diez euros.

Llegamos al centro, y una parada obligada es el Bar Postal, junto al Mercado del Val, en la calle Francisco Zarandona, dónde Ángel Galván tiene callo de batir huevos desde hace más de veinte años. El sonido sale de la cocina mientras los pinchos de tortilla se trocean a decenas para la barra y la terraza -con la llegada del buen tiempo-.

Sin desvelar el secreto, eso sí, «con un buen aceite y una buena patata», la tapa sale poco hecha y con una invitación a ser degustada con un trocito de pan -como mandan los cánones-. Para conseguir su éxito, ha cocinado más tortillas de las que puede recordar y sigue a diario «haciendo» entre unas 25 en un día normal y las 75 de los días de fin de semana.

El precio del pincho es de 1,70 euros, y debe ir acompañado, según el dueño, por «un buen tinto de la tierra».

El Pedro es otro de esas paradas obligatorias cuando se habla de tortilla de patata y de Valladolid. Se trata de uno de los locales hosteleros con más tradición de esta tapa. En este establecimiento buena parte de la fama cosechada llega por el acompañamiento de la tortilla. «Uno con alioli», y enseguida se trocea la tortilla para bañarla en esta salsa en la que no se escatima.

«Aquí gana siempre el pincho con alioli, no hay duda», defiende uno de los dueños del histórico emplazamiento de la calle Conde de Ribadeo.

El precio del pincho es de 2 euros y llega con un buen pan de Valladolid, con sus cuadraditos, que da hasta para una buena merienda.

El Piraña, pese a su juventud, abierto poco antes de la pandemia de la covid, ya tiene una bien merecida fama entre los jóvenes universitarios -y no tan jóvenes-. Situado en la calle Real de Burgos, delante del Hospital Clínico, radica buena parte de su éxito en la gran variedad de tortillas rellenas que tiene en la barra.

Desde la modalidad de tortilla clásica hasta las que llegan a la mesa rellenas de carbonara, barbacoa, trufa, croqueta, mil quesos… Un secreto, la más aclamada es la de cebolla caramelizada con bacón.

El precio del pincho es de 1,6 euros si se trata de la tortilla de patata clásica; y de 2,4 si está rellena. Además, se puede pedir la tortilla entera para llevar o te la sirven a domicilio a través de distribuidores como Deliveroo o Glovo.