El preso fugado de Valladolid: un cacereño con «una amplia red de contactos»

El hombre, natural de Cáceres de 47 años, cumplía anteriormente condena en el centro penitenciario de esa ciudad extremeña y desde hace un año se encontraba privado de libertad en la cárcel de Villanubla, donde presuntamente habría burlado las medidas de seguridad el pasado viernes. Tal y como han confirmado desde la Subdelegación del Gobierno en Valladolid, este hombre estaba interno desde 2024 por varios delitos, entre ellos el de blanqueo de capitales, delitos contra la salud pública y falsedad documental. Anoche el personal penitenciario buscó por cada rincón de la cárcel en un recuento extraordinario en el que se mandó a cada preso a su correspondiente celda para facilitar el proceso.

«Las primeras revisiones de las cámaras no captan el momento ni el lugar por el que haya podido salir como sucede en otras fugas. No se le ve salir por ningún lado», comentan fuentes cercanas a la investigación que se está llevando a cabo en estos momentos y en la que se prioriza la localización del extremeño.

Se trata de un recluso que, durante el tiempo que ha permanecido interno en el centro vallisoletano, ha mantenido un perfil bajo. «Se trata de alguien no conflictivo, que presumiblemente tiene una amplia red de contactos y cierta relevancia fuera, lo que le ha podido ayudar a que se le esté prestando ayuda». Asimismo, señalan las mismas fuentes cercanas al suceso que podría tratarse de «una fuga muy premeditada» por la forma en la que se ha sucedido.

El hombre al que se busca ahora no es un desconocido para las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado ya que no es la primera vez que este hombre -moreno, con barba y de complexión fuerte- se encuentra privado de libertad, su primer ingreso en prisión fue con 20 años y se remonta al año 2006.

Momento de la fuga

El turno de visitas de la tarde, (los presos cuentan con este tipo de encuentros viernes, sábados y domingos), habría sido el momento que aprovechó este hombre para escapar. «Lo común es que hubiera saltado alguna alarma o que se hubiera detectado un fallo de algún elemento de seguridad, pero no nos consta por el momento que haya sucedido nada de eso en este caso en concreto. De momento, es pronto para sacar conclusiones y por ahora estamos centrados en la localización, después ya se verá qué ha pasado».

Por el momento, y pese a que la rutina habitual del centro se ha visto trastocada por la fuga de este preso, no está previsto suspender el turno de visitas de este sábado ni de mañana domingo para el resto de internos de la prisión, que actualmente ronda el medio millar.