Guía práctica de Pingüinos para moteros

-Ojo con la batería. Las noches en Pingüinos van a ser gélidas. -2º el jueves, -3º el viernes, -2º el sábado. Con la humedad del terreno, suficiente para dejar seca la batería de la moto si no la tienes a punto. Recuerda que hay un servicio de taller en la concentración, ubicado junto a la entrada, tras la caseta de Inscripciones, que te puede ayudar a salvar la papeleta si la moto no arranca. Hace unos años contaba el mecánico, Roberto Sánchez, que los de motos grandes, deportivas, se confían demasiado y son de los que más pasan por el mal rato de ir a arrancar y que la moto te diga que nones.

Hay moteros que acuden desde Canarias o desde Andalucía, Murcia… Un chaval contactaba con la organización este martes porque vendrá por primera vez desde Valencia y quería saber cómo equiparse. Para todos ellos la recomendación es la ropa térmica. Varias capas de ropa para proteger del frío más intenso. En el caso del cuello, la braga térmica con cortaviento es casi imprescindible. Y botas y calcetines lo más calientes posible. Andar por el pinar, al cabo de un rato, equivale a tener los pies fríos toda la noche. En la concentración, en la zona de tiendas, podrás encontrar todo tipo de prendas, desde ropa interior térmica a cazadoras, por si acaso te has dejado la maleta a medio hacer.

Ya había 14.000 inscritos a una semana de la concentración. «El 60% de las inscripciones se reservan para la taquilla», explicaba José Manuel Navas, de Turismoto. Pero eso quiere decir que habrá unas 30.000 en total. En los últimos años, el viernes por la noche ya se habían agotado las bolsas de inscripción, las que tienen los recuerdos más preciados por los inscritos. Si vienes de viaje y no te quieres quedar sin ella, lo primero es pasar por la Hípica a inscribirte. Desde el jueves a las 11:00 se podrá hacer la inscripción en el recinto.

El desfile en homenaje a los moteros caídos es uno de los momentos más espectaculares y emotivos de la concentración. Pero está limitado. Si quieres portar una antorcha en honor de algún amigo o familiar motero fallecido, reserva tu plaza en la oficina de clasificaciones (donde se entregan las fichas de inscripción, en la Plaza Pingüinos, junto a la caseta de la organización). Es obligado que vaya un pasajero, que es quien porta la antorcha.

Sin prisa. Es un momento para disfrutar. De hecho, el momento que más se disfruta de toda la concentración, porque moteros y vecinos de Valladolid se unen para festejar una auténtica fiesta con miles de motos por las calles. Colócate en la fila con un poco de tiempo si no quieres salir el último y llegar a Recoletos a los postres. Durante el trayecto, unos 8,5 kilómetros, podrás chocar la mano a los críos, saludar al toque de claxon y recibir los aplausos de una ciudad volcada con las motos. Sé prudente, eso sí, recuerda que son miles de motos y que en ocasiones un frenazoo un movimiento brusco puede suponer un susto o una caída para otros.

La de Mojados es un clásico. Un viajecito cómodo, unos 36 kilómetros, acompañado por otros tres mil moteros, que acaba en una localidad entregada a Pingüinos desde hace 16 años. Tanto, que incluso se ha creado un motoclub en la localidad que este año colaborará con la organización. El ambiente es excepcional, el paseo es muy agradable y se puede rematar con el aperitivo (si estás inscrito) y con la exhibición de freestyle de Maikel Melero, Pedro Moreno y Greg Rowbottom. La de Esguevillas de Esgueva, el jueves, unos 38 kilómetros, va cogiendo poso. Es la primera, para calentar el ambiente, y «libre», a partir de las 16:00 horas. No es tan multitudinaria, pero resulta una buena excusa para empezar a saborear el ambiente de la cita.

Si traes vehículo de apoyo y pagas 'su inscripción' (100 euros coche o furgoneta hasta 500 kilos de carga, 120 euros para motorhome, remolques y similares), el acceso se sitúa en la parte de atrás de Pingüinos. No se puede salir y entrar durante la concentración. Si se abandona la zona reservada de aparcamiento, deberá volver a pagar la inscripción si quiere entrar de nuevo. Hasta el jueves a mediodía se puede acceder al recinto con coches y por la carretera CL-610, lo que resulta muy útil para montar carpas, tiendas y demás logística. También para empezar a coger algo de leña, aunque la organización insiste en que no se acapare para evitar, como ocurre cada año, que al final de la cita aparezcan montones de troncos sin tocar cuando ha habido inscritos que se han quedado sin leña.

Si vas a comer en algún sitio, especialmente el sábado después del desfile de banderas, no te olvides de reservar. Los lugares más habituales, incluso de los alrededores de Valladolid, cuelgan el 'no hay mesa' y si vais en grupo será aún más complicado encontrar un hueco. Los hoteles de Valladolid, a una semana de la cita, estaban ya al 75%, y si acompaña el tiempo y no llueve, el sábado es un día con muchas familias en la calle y ganas de fiesta en la ciudad.

Habrá más música, con dos escenarios, conferencias, zona de tiendas y bares… Pero si eres 'pingüino' es obligado vivir el ambiente del pinar. El mejor momento es el viernes por la noche, con la Nochevieja Pingüinera y menos aglomeración que el sábado. El desfile de banderas merece participar. El de antorchas, si tienes un motivo, también, aunque ojalá nunca lo tengas y solo asistas como espectador. Es digno de verse y de escuchar, en Recoletos, 'Vientos de silencio'. Si tienes ocasión, no te pierdas el sorteo de regalos y los pingüinos de oro el último día. Y asegúrate, si no podrás estar, de que algún compañero motero guarde tu número. Los premios solo se dan a los que salen al escenario con el número agraciado y habrá en juego cascos, cazadoras y una moto Kymco Agility City 125 CBS. La quema de la falla de Pingüinos, el sábado por la noche, es otro clásico.