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El 3,7% del parque móvil de Castilla y León son motos. Pero los motociclistas fallecidos en accidente representan el 17,6% del total. En un año en el que la siniestralidad se rebajó en la comunidad autónoma desde los 136 muertos hasta los 119, ... los motociclistas caídos en accidente de tráfico pasaron de 16 a 21. Cada vez hay más motos en circulación. Es una tendencia imparable desde que se puso en marcha que el carné B sirviera para pilotar motos de pequeña cilindrada (inferior a 125cc). Los números resultan impresionantes. En Castilla y León, en el año 2005, había 60.429 motos de todos los tipos en circulación. En el año 2022 eran ya 153.005.
Solo en la provincia de Valladolid, sede de Pingüinos y de Motauros, se ha pasado en ese mismo periodo de las 13.545 motos a las 34.403.
Y a esta eclosión hay que sumar otra, la de los vehículos de movilidad personal, especialmente los patinetes eléctricos, cuyo boom parece no haber terminado y que provoca una reordenación de tráfico muy relevante en las ciudades, donde deben convivir estos usuarios que no pueden superar los 25 km/h con coches, autobuses, motos...
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«Ha descendido tanto el número de accidentes mortales registrados como el de fallecidos», se congratula la Subdelegación del Gobierno en una nota difundida este viernes. «Ha habido 266 días con cero fallecidos», de nuevo una buena noticia, aunque se rebaja ligeramente respecto a 2022, cuando se contabilizaron 274 días de 'cero muertes'.
Pero aquí llega el reverso negativo. «Aumentan en un 21% los usuarios vulnerables fallecidos, 35, seis más que en 2022». Y por usuarios vulnerables se entienden peatones, ciclistas, motociclistas, ciclomotores o patinetes y similares. 21 muertos en moto, 2 más en ciclomotor. Un total de 23 respecto a los 16+1 del año anterior. Cuatro fallecidos en bicicleta frente a los 2 registrados en 2022. Y ocho peatones, algo menos que en 2022, cuando se contaron 10.
En el caso de motociclistas y ciclistas, la nota gubernamental explica que todos los fallecidos llevaban casco. Sin embargo, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, señalaba días atrás que hay un perfil claro en el caso de los pilotos de motos. Hombre, de 35 a 65 años, con motos de gran cilindrada, que se salen de la vía en carreteras convencionales por distracciones o por exceso de velocidad.
El Ministerio ya ha anunciado que prepara medidas específicas para este colectivo. Desde actualizar los cursos de recuperación depuntos hasta establecer un curso obligatorio para quienes conduzcan motos con el permiso B o establecer el casco integral o modular -completo, no un casco jet abierto- como único válido para conducir motos.
Hay que tener en cuenta que todas estas cifras son provisionales y solo contemplan los accidentes mortales ocurridos en vías interurbanas y las víctimas registradas 24 horas después de ocurrido el accidente, por lo que la cifra real podría ser mayor.
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