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Cuando se acerca los eventos o festividades como el Carnaval, los vestidos, trajes o disfraces suelen copar la atención. Color, corte, tipo. Hay que elegir. ... Pero casi tan importante como esta elección es, en muchos casos, el maquillaje. De ese particular 'glow up' se encarga Paula Rico (Valladolid, 1997), quien desde bien pequeña vio en el 'gloss', las brochas y el 'eyeliner' una pasión a la que dedicar su vida. Con su maletín, esta vallisoletana ha tocado casi todos los palos de su oficio, desde el tradicional arreglo para eventos hasta los maquillajes más artísticos con drag queens -con pelucas y posticería incluidas-, videoclips o piezas cinematográficas. Incluso ha ayudado con sus retoques a 'dar más brillo' a las estrellas e invitados de la Seminici o los Premios Goya.
-¿Qué te inspiró a dedicarte al maquillaje profesional y cómo fueron tus comienzos?
Al salir de Bachillerato me encontraba un poco pérdida y no sabía muy bien qué estudiar. Entonces empecé a mirar opciones y vi que había cursos relacionados con el mundo de la estética. Y uno de ellos era el grado de Caracterización y Maquillaje, que es lo que realmente me ha gustado siempre. Y así me decidí a emprender este camino.
-¿Hay un estudio específico en este área?
Sí, si que lo hay. En mi caso, por ejemplo, yo cursé el grado superior de Caracterización y Maquillaje Profesional durante dos años aquí en Valladolid y después elegí irme a Madrid para hacer las prácticas. Fui a una empresa que conocía y tuve suerte y me quede allí trabajando. Aunque seguí formándome y haciendo cursos porque para mí es indispensable seguir aprendiendo siempre todo lo que se pueda.
-¿Cómo te planteaste el salto al mundo laboral?
Pues mi primer paso fue justo tras las prácticas porque la empresa donde las hice me contrató. Ahí ya compaginaba mi trabajo con otro en una tienda de maquillaje, de pelucas concretamente, donde hacíamos pelucas a mano y demás. Trabajábamos sobre todo el tema de drag queens. Fue toda una experiencia porque no conocía ese mundillo para nada y me encantó. También pude trabajar maquillando en un videoclip de música, Diamantes y Puñales de Orovega y en un corto que se llama Umbral... Ambas las disfruté mucho, pero en el caso de las drags fue más complicado porque mezcla maquillaje con un poco de caracterización y en algunos casi incluso de posticería, que ya habíamos hecho algo en el grado pero no a ese nivel, claro. Y todo lo que llevan las pelucas y demás es siempre un reto.
-¿Cuál ha sido el proyecto más importante en el que hayas trabajado?
Pues además de estos últimos, también llevo varios años maquillando en la Seminci gracias a la Academia Luz Profesional. Y también he maquillado para los Premios Goya. Pero al final son cosas diferentes porque en cada una se toca un ámbito de la profesión.
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-Cuando te llega un cliente o una clienta...¿Qué es lo primero que te fijas para elaborar ese maquillaje?
Lo primero siempre es ver el contexto del maquillaje que te están demandando porque obviamente no es lo mismo que sea para un videoclip o algo más artístico a que sea para una boda o un evento de ese estilo. También me fijo en la edad y en el tipo de piel. Pero sobretodo me gusta mucho preguntar qué es lo que se quiere, que idea se tiene, etc. Y pedir muchas fotos para tener las máximas referencias posibles de cómo quieren verse porque muchas veces te lo intentan explicar pero luego te enseñan fotos y demás y no tiene nada que ver con lo que tu te pensabas que querían con las explicaciones que te dan.
-¿Hay algún tipo 'guía' se suele seguir para hacer un maquillaje? ¿Algún 'tip' o recomendación que suelas dar o usar?
Ahí creo que cada uno con su forma de trabajar. Va en gustos. Sí es cierto que ha cada persona le pueden favorecer más unas combinaciones u otras, pero al final creo que la clave es que se sientan cómodos con lo que lleven. Entonces siempre digo que más allá de un estilo u otro, tiene que quedar a tu gusto. Por ejemplo, si a ti te gusta marrón, aunque yo te estoy diciendo que igual te puede venir mejor otra cosa u otro color, siempre es mejor con lo que tú te sientas a gusto. Entonces mis recomendaciones van siempre en torno al equilibrio. Por ejemplo, si llevas el ojo muy marcado, no debes llevar el labio muy marcado. Que haya un equilibrio y que se centre la atención del maquillaje en una cosa. También acompañarlo del peinado y del vestido que se lleve, todo tiene que ir en consonancia. Pero siempre lo más importante es que te sientas a gusto con cómo vayas y lo que lleves. Ese es el mejor.
-Estamos a las puertas de Carnaval y el maquillaje es una de las patas importantes de esta festividad ¿Cómo son estos días en tu oficio? ¿Hay mucha demanda en Valladolid?
En mi caso sí que he realizado maquillajes temáticos de Carnaval para algún tipo de fiestas o alguna fiesta en algún bar que no pude hacer, recuerdo ahora. No es lo que más he hecho, aunque sí que se hacen.
-¿Cuáles son los más demandados para esta festividad?
Pues en Carnaval te pueden pedir un poco de todo, como los disfraces. Pero sí que es verdad que me han pedido muchas veces maquillajes de sirena y todo el tema del maquillaje de animal está también muy de moda. Los de leopardo, la cebra, el gatito... ese tipo de maquillaje. Pero siempre 'de guapa' [ríe].
-¿Se puede vivir del maquillaje profesional?
Pues la verdad es que resulta difícil. Creo que muchas veces hay que compaginar. En mi caso, por ejemplo, yo trabajo en una perfumería, que sigue estando relacionado con lo mío. Aunque a mí lo que me gusta es maquillar, empezar siempre es muy difícil y cada vez hay más gente que se dedica al maquillaje, está muy en auge. Ahora hay muchísima competencia, entonces está ese trabajo con el que me gano la vida y luego siempre intento hacer todo lo que me proponen y compaginarlo.
-Siendo un sector al alza y con mucha competencia...¿Cuál es tu experiencia? ¿Se necesita una gran inversión para comenzar o se puede empezar con poco?
Sí que es verdad que al principio hay que hacer un pequeño esfuerzo porque el maquillaje profesional no deja de ser caro. Y a ello hay que sumarle los cursos, el grado superior o cursos en academias privadas que suelen ser caros. Y el propio material en sí. Pero bueno, también se puede empezar poco a poco. Cada vez hay más maquillaje 'low cost' que funciona muy bien y que para empezar es válido. Luego es como todo, hay que ir como invirtiendo y reinvirtiendo lo que vayas consiguiendo para hacer el maletín y seguir formándote. Esa es un poco la rueda.
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Alberto Echaluce Orozco y Javier Medrano
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