Valladolid

El parón en la sede de la Seguridad Social de Rondilla encarece 2,3 millones la obra

El Gobierno, en este sentido, acaba de reiniciar los trámites para volver a adjudicar la obra de la Tesorería (el uso anunciado será el que se mantenga) con la idea de retomar su construcción en este 2024 (antes del verano), cuando se cumplen 25 años desde que se cerró el centro escolar (1999), diez desde que se presentó el proyecto (2014), cuatro desde que se comenzó a edificar (2020) y tres desde que se pararon las obras (2021).

¿Por qué esta lista de interminables escollos? El motivo del parón de las obras, por empezar por el final, estuvo motivado por la necesidad de modificar el proyecto inicial, presupuestado y adjudicado a la empresa Trauxia por 3,4 millones de euros, y por los múltiples retrasos injustificados en la ejecución de los trabajos desde que comenzaron en enero de 2020. La Tesorería General de la Seguridad Social llegó a abrir hasta tres expedientes a la firma madrileña y acabó resolviendo el contrato en marzo de 2023. Pero la compañía no aceptó dicha resolución y la farragosa tramitación burocrática se prolongó durante diez meses hasta que el 16 de enero (de 2024) se aprobó definitivamente el nuevo proyecto que permitirá retomar la obra, como mínimo, más de tres años después de que se paralizara en marzo de 2021.

Tantos retrasos, y falta aún por salir a licitación los trabajos y resolver después su adjudicación a una nueva constructora (eso se prevé que ocurra en marzo), han tenido consecuencias más que evidentes para las arcas públicas y se traducirán, al margen de eternizar los plazos de ejecución, en un sobrecoste de 2,3 millones de euros. El renovado proyecto está ahora presupuestado en 5.708.458 euros, frente a los 3.455.311 por los que fue adjudicado inicialmente a Trauxia.

Los plazos que ahora maneja la Seguridad Social apuntan a la adjudicación de la obra en marzo y al posible inicio de los trabajos para rematar el edificio antes del verano. El plazo previsto en un primer momento para su ejecución era de quince meses. Y ahora será similar. De forma que las oficinas abrirían sus puertas, si todo va bien, a finales de 2025 o principios de 2026, es decir, más de un cuarto de siglo después de que el desaparecido colegio San Juan de la Cruz cerrara sus puertas (en junio de 1999).

La modificación del proyecto, que ha sido elaborada por el estudio local González Arquitectos, que encabeza Primitivo González, autor, entre otros, de los Juzgados de Angustias, incorpora una actualización económica y técnica sobre el proyecto original (de 2019) sobre la que tendrá que trabajar la futura adjudicataria de las obras.

El solar, entre tanto, continúa acogiendo el fantasmagórico chasis levantado hace cuatro años sin restos siquiera de la efímera presencia de los obreros que iniciaron la construcción de unas oficinas que permitirán realizar de manera telemática distintos trámites relacionados con la Seguridad Social en un inmueble físico de dos plantas con acceso por la nueva plazoleta del colegio San Juan de la Cruz, urbanizada hace un año y que mira a las calles Tirso de Molina y Cardenal Torquemada. El futuro edificio administrativo contará con una superficie útil de 2.560 metros cuadrados, de los se prevé reservar 147 para habilitar una sala polivalente de uso para colectivos y vecinos.

Este uso social, aunque reducido, viene a responder solo en parte a un cuarto de siglo de lucha vecinal para pedir un uso social del hueco dejado por el cierre del colegio San Juan de la Cruz, que cerró sus puertas al terminar el curso de 1999 y que permaneció en pie hasta su derribo en 2016. Durante aquellos 17 años, en los que el inmueble de ladrillo fue saqueado, destrozado y ocupado por indigentes, su perímetro fue el escenario de innumerables protestas de los vecinos del barrio para reclamar, sobre todo, que el edificio, y posteriormente, ya que las protestas han continuado hasta la actualidad, tuviera una función social (centro de día, ambulatorio...) y un aparcamiento que aliviara las necesidades del entorno.

Las distintas administraciones llegaron a barajar para el terreno proyectos de centro de día (2001), ambulatorio (2003) o supermercado (2005), pero ninguno cuajó y hubo que esperar a 2014 para que la Seguridad Social, propietario del suelo, anunciara su proyecto de oficina telemática, que sería presentado en 2017, un año después del derribo del edificio.

Las obras comenzarían tres años más tarde, en enero de 2020, y acabarían paralizadas en marzo de 2021 sin más avances que el esqueleto que a día de hoy ocupa el terreno de la calle Cardenal Torquemada esperando el regreso de los obreros. La última vez que vieron un casco de obra por el solar fue unos meses atrás, cuando la Seguridad Social resolvió definitivamente el contrato con la empresa Trauxia y sus operarios acudieron a retirar su caseta y el material que aún tenían allí.

Los vecinos, cansados de no ver movimientos, volvieron a protestar ante el espacio del antiguo colegio San Juan de la Cruz en junio del año pasado. Y meses después se han vuelto a colocar algunos carteles en las vallas para pedir agilidad en la utilización de un espacio que este año cumple un cuarto de siglo de abandono y que aún tendrán que esperar, como mínimo, más de un año para volver a tener vida. El último parón de tres años en las obras supondrá un incremento de 2,3 millones de euros en el coste del proyecto.