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«Estamos rotos, devastados. No hay palabras que lo definan». Son las palabras de Carmen Rodríguez ante el inmenso dolor de perder a una hija ... de 45 años y a una nieta de ocho, Paloma Pinedo e India López, respectivamente, después de ser asesinadas a cuchilladas presuntamente por David Maroto, novio de Paloma desde hace aproximadamente un año.
Un duelo que se escenificaba ayer en el tanatorio San José de la capital vallisoletana, donde centenares de personas se acercaron para dar un beso y un abrazo a Carmen y a todos los allegados de Paloma e India ante un trágico suceso que ha conmocionado a toda Valladolid y sobre el que no encuentran respuesta a pesar de los «problemas con el alcohol y las drogas» del presunto autor del doble crimen.
«Paloma nunca conoció los antecedentes por malos tratos de David (hay una denuncia en 2017 por violencia de género, pero la exmujer de David, con quien comparte un hijo de 9 años, no se ratificó y fue absuelto). David es una persona embaucadora y mentirosa compulsiva, lo que no sabíamos es que era un asesino», lamenta Carmen Rodríguez, quien se percató también de los «altibajos» de la relación de su hija con David. «Paloma se dio cuenta de sus problemas con el alcohol y las drogas y le quiso ayudar», apunta en el día más duro de su vida como madre y abuela.
Una relación ante la que la propia Carmen y las dos hermanas de Paloma, Patricia y María, la advirtieron de que «tuviera cuidado». «Siempre nos decía que era incapaz de hacerla daño», continúa Carmen Rodríguez. Porque Paloma no era ajena a la parte salvaje del presunto asesino, pues «David nunca dejó el alcohol y mi hija decía que cada vez que bebía se transformaba en otra persona».
Unos asesinatos machistas que la familia de Paloma e India, que a través de redes sociales había difundido el mensaje «¡asesino! Púdrete en la cárcel», quieren que sirvan para que sean los últimos que se produzcan. «Nos gustaría que las nuevas parejas puedan solicitar los antecedentes de la otra persona por si ha habido malos tratos», concluyen.
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