Inditex negocia abrir un gran Zara en el edificio de El Corte Inglés de Constitución

Fuentes implicadas en la operación inmobiliaria aseguran que ya se ha firmado un preacuerdo entre ambas partes para planificar esta mudanza, una vez que la cadena de grandes almacenes abandone este bloque tras el periodo de las rebajas de invierno y se concluya la obra de reforma para convertir el enclave en un centro multiusos. Esos trabajos, cuyo plazo de ejecución se desconoce por el momento, serán de calado al obligar a una reconfiguración casi completa de esta construcción de 1974, que edificó Galerías Preciados. La reforma, que prevé un acristalamiento de las fachadas, ahora cerradas por placas de hormigón, llevarán su tiempo, con lo que este plan se diseña para el medio plazo. Vamos, que no es inminente.

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La reserva que se está barajando para Zara abarca un superficie de unos 7.000 metros cuadrados repartidos entre la planta de calle y los dos primeros pisos, además del primer sótano, lo que supone casi el 40% de los 18.000 metros con los que cuenta el edificio. Sería una de las tiendas más grandes de firma a nivel nacional. Madrid estrenó en abril de este año su espacio más amplio del país: cuatro plantas en el Edificio España de la Plaza de España de aquella capital. Esa oferta se reparte en 7.700 metros cuadrados, de los que 3.815 son superficie de venta. De prosperar las negociaciones en marcha, la de Valladolid podría ocupar la segunda posición.

Esta marca insignia de Inditex, con un gran tirón comercial, cuenta ahora con dos tiendas muy cerca de El Corte Inglés: una en el número 14 de la calle Santiago y otra en el 2 de la calle Constitución, también con vuelta a Santiago, la principal arteria comercial del centro de la ciudad. Zara también tiene presencia en Vallsur y en Rio Shopping, el gran referente para las compras del área metropolitana. Bajo esta firma, pero en su división de hogar, Zara Home se trasladó este mismo año de la Plaza Mayor al esquinazo de Acera de Recoletos con Miguel Íscar, en la Casa Mantilla, donde abrió una gran tienda de 800 metros cuadrados.

En el entorno de la principal vía de consumo de Valladolid, la multinacional del empresario gallego, que ahora dirige su hija Marta Ortega, también cuenta con espacios para otras de sus firmas más conocidas. En la calle Menéndez Pelayo tiene las ofertas de Bershka y Stradivarius y en Santiago cuenta con las marcas Pull&Bear, Oysho y Massimo Dutti. ¿Podría sumarse alguna de ellas a esta reagrupación que se planifica en el inmueble de los grandes almacenes? El Norte se ha puesto en contacto con Inditex para interesarse por esta operación, pero no ha recibido respuesta.

Los posibles movimientos de piezas en esta zona no supondrían, en principio, un gran problema. No hay riesgo de desertización comercial como ocurre en otros entornos de la ciudad. Los expertos locales en el sector del 'retail', especializado en la venta y alquiler de locales a pie de calle, ya han apuntado que los espacios que podrían quedar vacantes en Santiago se ocuparían rápido, ya que la tasa de reposición de negocios en esta vía es muy alta. Hay más demanda que oferta.

Y es que si una firma quiere clientes, o se ubica en Santiago y alrededores o lo tendrá complicado para hacer caja. Un ejemplo es el de Adolfo Domínguez, que en los próximos meses dejará su actual sede en la calle Héroes de Alcántara para trasladarse al número 22 de Santiago, ocupado desde 1947 por el Banco Santander. Ganar visibilidad y metros son las razones de la mudanza del negocio.

Esta negociación con Inditex, que ahora se confirma, arroja aún más luz sobre la operación de compra de los grandes almacenes por parte de Conjunto Residencial Las Heras. Como ya publicó este diario hace dos semanas, el objetivo de los nuevos propietarios es sacar el máximo rendimiento a un inmueble con una ubicación inmejorable y 18.000 metros cuadrados de superficie, donde la combinación de diferentes actividades es posible gracias a su calificación de suelo terciario. Aunque no ha trascendido, el montante de la inversión para la adquisición del inmueble habría superado los doce millones de euros, según las estimaciones de expertos en el sector inmobiliario.

Así, la intención es que acoja en un mix de usos desde sus plantas de sótano, para las que se estudia habilitar plazas de aparcamiento, hasta la cubierta. Objetivo: rentabilizar al máximo el cuantioso desembolso. El diseño reserva las alturas más accesibles -calle y dos superiores- para el comercio. Por encima se plantea habilitar espacio para un gimnasio y sobre él se situaría una zona de alojamientos con el modelo de apartamentos turísticos, fórmula en la que el propietario es pionero en el centro de la ciudad. Para la última y la cubierta, la firma ha consultado al Ayuntamiento si cabe la posibilidad de combinar un restaurante con bar y terraza de verano, así como una piscina al aire libre, abierta al uso público.

Pero este planeamiento está todavía «muy abierto». El objetivo en estos tres meses que quedan hasta que El Corte Inglés desaloje las instalaciones es ir cerrando acuerdos con posibles inquilinos y acompasar estas gestiones con el proyecto arquitectónico, de manera que los ocupantes cuenten con los espacios adecuados para su actividad. La empresa quiere, además, que la reforma del bloque suponga un hito desde el punto de vista constructivo.