El Corte Inglés vende sus grandes almacenes del centro de Valladolid

El Norte de Castilla publicó el pasado 26 de octubre en exclusiva, al igual que en esta ocasión, que las conversaciones para cerrar esta gran operación estaban muy avanzadas, pese a que entonces la firma aseguró que no había «nada decidido», a la espera de que llegara este momento. El futuro destino del edificio aún se está planificando, aunque el comprador ya tiene en mente darle un uso mixto, que pasaría por reservar las primeras plantas para algunas marcas comerciales potentes y dedicar el resto a apartamentos turísticos e incluso a hostelería aprovechando la cubierta como terraza. Su calificación en el PGOU es de suelo terciario.

No está prevista la demolición del bloque con vuelta a la calle Menéndez Pelayo, sino la readaptación del actual inmueble para reestructurarlo interiormente y abrir ventanas para la zona que se dedicará a hospedaje. Ahora, las fachadas, a partir del primer piso, están cerradas por esas reconocibles placas de hormigón con forma de hexágonos.

Desde El Corte Inglés subrayaron ayer que «la empresa preservara el empleo de la actual plantilla propia del centro de Constitución, que será distribuida entre el resto de establecimientos que la compañía mantiene abiertos en Valladolid». En este momento, cuenta con 172 empleados en nómina en este espacio y otros 53 que trabajan en explotaciones ajenas a la marca: espacios que se alquilan a diferentes firmas de moda o de otro tipo de productos. Así, los trabajadores propios de El Corte Inglés serán reubicados entre los centros del paseo de Zorrilla, Hipercor y Outlet Monasterio (estos dos últimos en Arroyo de la Encomienda), el Sfera de la calle Santiago y el supermercado Supercor, en los números 33-35 de Puente Colgante. La empresa destaca que, igualmente, tratará de que se puedan conservar también esos puestos que ahora desempeñan los que atienden los espacios alquilados.

La decisión de deshacerse de este edificio se ha tomado a nivel nacional. Desde finales de 2019, la compañía está inmersa en un proceso de revisión de sus activos inmobiliarios con el objetivo de concentrar la actividad en aquellos espacios más rentables y convertir en dinero el resto para mejorar su cuenta de resultados.

La tienda de la calle Constitución cuenta con 18.266 metros cuadrados construidos. De ellos, 4.600 corresponden a los cinco sótanos que tiene el edificio. La superficie neta dedicada a espacios de venta es de 6.900 metros. No ha trascendido el precio de la operación de venta. Fuentes del sector inmobiliario aportan, sin embargo, una estimación para este diario. Entre la planta primera y séptima hay 8.725 metros cuadrados y el precio medio de terciario en una planta tipo (no baja) destinada a uso comercial, de oficinas o residencial colectivo se sitúa en los 1.400 euros. Si se multiplican los 8.725 metros totales por 1.400 euros el resultado es de 12,2 millones de euros.

Los usos previstos por Conjunto Residencial Las Eras para esta finca están permitidos dentro del actual PGOU al tratarse de un inmueble con la calificación de terciario, con lo que caben alojamientos, hostelería, comercio y oficinas, entre otras opciones. Así pues, no será necesario abordar ninguna modificación del planeamiento, aunque habría que tramitar la licencia de obras con el Ayuntamiento y recibir el visto bueno de los técnicos a las obras de reforma interior y exterior en la envolvente.

La negociación se conocía en la Concejalía de Planeamiento Urbanístico desde el pasado mes de agosto, cuando el comprador solicitó información sobre las posibilidades de uso de este bloque. El máximo responsable de este departamento municipal, el concejal Manuel Saravia, valoró el pasado 27 de octubre que se trataba de «una operación mercantil dentro de la dinámica urbanística normal de una ciudad», además de destacar que, de prosperar, el espacio se mantendría con actividad.

El Corte Inglés se ha desprendido en los últimos dos años de varios espacios en la ciudad y su alfoz. En 2020, cerró la tienda de imagen, telefonía e informática que ocupaba en la calle Menéndez Pelayo. Ese mismo año, también bajó la persiana el local del paseo de Zorrilla que acogía Bricor, la división dedicada al bricolaje, la decoración y el hogar. El último movimiento se ha producido en septiembre, con el cierre de su nave 'outlet' en Rio Shopping para llevar esta actividad junto al Hipercor. En los tres casos, la firma estaba en régimen de alquiler y redistribuyó estas ofertas entre sus otras sedes sin despidos.