La natalidad repunta en Valladolid con más madres extranjeras y mayores de 40 años

Hace dos años, se alcanzó un mínimo histórico, con apenas 2.977 nacimientos. Por primera vez desde que existen registros oficiales (año 1941), nacían menos de 3.000 personas en la provincia. En 2024, la situación mejoró un poco: 128 bebés más, lo que permite recuperar esa barrera simbólica de los 3.000.

Valladolid se suma a la ligera recuperación de natalidad que se vive en el conjunto del país. En toda España, el número de nacimientos creció en 2024 por primera vez en la última década. Un avance de apenas el 0,4% (1.378 bebés más, hasta los 322.034), pero que sirve para romper una tendencia.

De hecho, Valladolid es la provincia número 13 con un mayor crecimiento porcentual en el número de nacimientos. Subió el 4,30%. En cabeza se sitúan Cantabria (con un avance del 13,31%) y Segovia (9,79%). Hubo 23 provincias donde la natalidad cayó, con Lugo, Orense y Pontevedra en cabeza. En Castilla y León, solo Soria tuvo menos nacimientos que en 2023.

Detrás de esta radiografía hay una explicación: la población extranjera. La llegada de personas jóvenes procedentes de otros países (en un fenómeno que se ha acelerado desde la pandemia de la covid) hace que el país (que la provincia también) cuente con un mayor número de personas en edad fértil, con la posibilidad de tener hijos. Y eso influye. Todavía no hay datos desagregados correspondientes a 2024, pero si echamos un vistazo a lo ocurrido en los años anteriores hay una tendencia clara: cada vez son más los bebés nacidos en Valladolid de madre extranjera. En 2023, suponían el 22,24% del total de los nacimientos en la provincia, cuando hace diez años ese porcentaje era del 12%.

A esto se suma otra realidad. Cada vez se retrasa más la edad de la maternidad. Las madres vallisoletanas tienen su primer hijo, de media, a los 32,20 años. Si se cuentan todos los hijos (incluido el segundo, el tercero o más si los tienen), la media está en 32,91 años. Hace tres décadas, el primer hijo se tenía de media a los 25,87 y en el conjunto de la descendencia, a los 28,81. El hecho de que ahora las cifras estén más pegadas (32,20 el primer hijo y 32,91 todos) es un signo de que las mujeres tienen cada vez menos hijos.

En ese año 1983, la media era de 1,6 hijos por mujer. El último dato (2023) lo sitúa en 1,13.

Para conocer la cifra de 2024 habrá que esperar hasta el otoño, cuando el INE publique más detalles sobre los nacimientos registrados el año pasado en Valladolid.

De momento, sí que se pueden conocer datos generales sobre la edad de la madre en el momento del parto. El mayor porcentaje (33,95%) se da entre las mujeres que tienen entre 35 y 39 años. En 2014, la mayoría se situaba en el tramo anterior (el 36,53% de las madres tenían entre 30 y 34 años). Ha aumentado el porcentaje de madres por encima de los 40 años (el 11,82%, frente al 8,46% de hace una década). Pero también se ha incrementado el número de nacimientos de madres más jóvenes. Una de cada diez tenían menos de 24 años (cuando en 2013 ese porcentaje era del 6,68%).

Los datos de natalidad publicados este miércoles son el complemento a la estadística de defunciones que el INE dio a conocer hace tan solo dos semanas. Durante el año 2024, murieron 5.242 personas en Valladolid. Son 2.137 más de las que nacieron entonces, lo que aboca a la provincia (un año más) a números rojos en el crecimiento vegetativo (la diferencia entre nacimientos y defunciones). Por esa vía, Valladolid se muestra incapaz de incrementar su población. Y esto es algo que produce desde 2012, cuando ingresó en ese territorio de valores negativos.

En aquel año nacieron 1.500 niños más que en 2024 y eso permitía en parte amortiguar las muertes. Pero desde entonces, la brecha se agrandado (sobre todo durante los años de la pandemia, con el exceso de muertes provocado por la covid). En los últimos diez años (entre 2014 y 2024), Valladolid ha perdido 18.578 habitantes por causas estrictamente naturales (más muertes que nacimientos). La inmigración y los vecinos llegados desde otras provincias han permitido compensar esa sangría, hasta el punto de que Valladolid ha engrosado sus padrones en los últimos años.

Por meses, la situación más complicada se vivió en enero de 2024, cuando murieron 601 vallisoletanos (fue un invierno muy complicado en la gripe y las enfermedades respiratorias) y solo nacieron 259. El mes con más nacimientos (288) fue diciembre, justo después de noviembre (el mes con menos alumbramientos)