La mitad de la facturación mensual del comercio vallisoletano depende de hoy

El encendido de las luces de Navidad de la noche de ayer sirvió de preludio para la jornada de descuentos de hoy, y esta mañana centenares de personas han pasado bajo la iluminación de la calle Santiago sin mirar hacia arriba, sólo fijándose en los escaparates. No obstante, muchos de los transeúntes llegaron con los deberes hechos de casa. «Hay cosas que ya tenía vistas y he aprovechado para venir a comprarlas algo más económicas. Hay descuentos de entre un 20% y un 40% y merece la pena», explicaba el vallisoletano Julio Pando con una bolsa de una conocida marca de ropa en la mano, aunque lamentaba que una de ellas no fuera la de El Corte Inglés, que ya no está en la calle Constitución. «Ahora hay que bajar un poco por el paseo de Zorrilla para comprar allí», indicaba.

Y allí, bajando un poco por el paseo de Zorrilla, se notaba que no era un día más. «Hay mucha gente, pero esto no es como las rebajas de hace años, cuando abríamos la puerta a la gente que estaba esperando en la calle y aquello parecía San Fermín», indicaba uno de los trabajadores más longevos de El Corte Inglés. Y ese cambio de hábitos, con menos aglomeraciones, tiene una explicación que llega desde el departamento de marketing de la firma. «Arrancamos el 'Black Friday' este lunes para los clientes que tienen tarjeta o 'app'. Lunes, martes y miércoles los descuentos iban dirigidos a ese segmento de clientes y desde ayer se abrieron a todo el público», señalaban.

Pero pese a esos beneficios, algunos decidieron esperar al último día, olvidarse de internet y acudir a las tiendas en busca de una ganga. «Ir a la tienda es mucho mejor para comprar ropa porque te lo pruebas y no tienes que andar descambiando», indicaba Cristina Buitron, que aprovechó la mañana del viernes para ir de compras con su madre, Conchi Martínez.

Unos decidieron ir de compras en familia, algunos fueron sólos y otros, con amigos, pero muchos de los que pasaron el día con blosas en las manos lo hicieron en un centro comercial. El gerente de Vallsur, Pablo Pérez, aseguraba que la llegada del 'Black Friday' ha llenado los pasillos del edificio, que inaugurará el 2 de diciembre su nuevo espacio gastronómico. «Estamos teniendo bastante público tanto el viernes como el jueves. Tenemos en marcha una promoción de regalos sujetos a compras y eso ha incentivado mucho la llegada de gente. Esperábamos buenas jornadas y por eso hemos adelantado la decoración navideña y todo esta saliendo según lo previsto», indicaba.

Pero no sólo los centros comerciales se han sumado a esta campaña de promociones. El comercio de proximidad también ofrece suculentos descuentos, aunque desde la Federación de Comercio y Servicios de Valladolid y Provincia (Fecosva) se reconoce que el pequeño comercio no mira con buenos ojos esta campaña. «Nosotros no hemos elegido ni promovido esta promoción. Nos ha venido impuesta de repente desde hace unos años. Es algo que, como tantas cosas, ha venido de EE. UU. de una forma abrupta y que se está consolidando», apuntaba el presidente de la federación, Jesús Herreras, con un discurso sin dobleces. «Primero llegó a internet y empezó con la electrónica, pero se ha ido extendiendo a todos los sectores. Cada año va a más porque las multinacionales de todos los sectores se han sumado a esto, que se ha convertido casi en un fenómeno social», añadía.

Valladolid se ha echado a la calle en busca de gangas en el comercio y prueba de ello es que varios de los parking subterráneos de la ciudad han encendido el cartel de completo. Ahora, falta por saber si ese cartel se colocará en las cajas del comercio vallisoletano, que se encomiendan al 'Black Friday' para pasar noviembre, que también tiene cuesta, como enero.