Valladolid

Los mercados municipales se abrirán a negocios no alimentarios para frenar su decadencia

Esta iniciativa persigue incrementar el número de puestos ocupados en mercados como el de Las Delicias, en el que 27 de los 37 espacios disponibles están vacíos. «La idea es hacer esto en los mercados menos ocupados. Por ejemplo, El Campillo y el Val no tienen tanto problema en este sentido como puede tener Delicias», explica el edil, que también cree que la apertura del abanico de productos podría ayudar al mercado de La Rondilla, que se encuentra en pleno proceso de remodelación con unas obras que mejorarán todo el espacio y, ni con este empujón ha encontrado un gran respaldo por parte de los emprendedores, ya que solo cuatro negocios presentaron una oferta a los 18 puestos cuando salieron a licitación a principios de año. «Se inaugurará a principios del año que viene y la idea es que puedan surgir nuevas licitaciones de este tipo para completarlo y que el mercado comience con un mayor número de puestos ocupados y más servicios disponibles», explica el concejal.

El mercado de Las Delicias también pasará por un proceso de obras gracias a una inversión de medio millón de euros. La actuación prevista permitirá mejorar el equipamiento, acabar con las goteras, aumentar la eficiencia energética del edificio, cambiar los vinilos de los frentes de las bóvedas y actualizar la rotulación, ente otras medidas. También se ha instalado un parking de bicicletas y se incorporarán dos estaciones de carga para vehículos eléctricos. Son muchas las novedades que llegarán de la mano de esta actuación y el concejal espera que los trabajos comiencen dentro de un mes. «Esperamos empezar la obra después de las fiestas. Mientras dure la actuación, el mercado permanecerá abierto. Insisteremos en que el mercado está abierto, con algún panel o anuncios», afirma el concejal, quien piensa que la actuación prevista en el garaje multiplicará la clientela. «Hay 75 plazas de aparcamiento abajo y la idea es rehabililitar el garaje, hacerle práctico para los clientes con una barrera para controlar el acceso. Ese mercado tiene muchos clientes potenciales en la zona e incluso en otros municipios, como La Cistérniga y Tudela, que pasan junto a él a diario. Si saben que pueden meter el coche en el garaje, será más fácil que decidan parar, ya que aparcar en Las Delicias es casi imposible», incide.

La posibilidad de que nuevos negocios pasen a formar parte de los mercados es acogida con entusiasmo por los comerciantes actuales y Leandro Díez, presidente de los industriales del mercado de Delicias, ve la iniciativa con buenos ojos. «Los tiempos cambian y nos tenemos que modernizar. El barrio se está haciendo multicultural, está evolucionando a un ritmo muy rápido y se ha propuesto abrir las actividades a otro tipo de oficios que no sean de alimentación. Nosotros lo que queremos es que el mercado esté vivo, que no haya puesto cerrados», incide este pescadero mientras otro de los comerciantes, Ramón Rodríguez, asiente para explicar después que el remedio a los problemas del mercado se debería haber buscado hace muchos años. «El comercio pequeño se va convirtiendo en algo parecido a la España vaciada. Todo el mundo la quiere, todos los políticos prometen cosas para mejorarla y al final se queda vaciada», afirma Rodríguez.

¿Qué nuevos negocios se permitirán en los mercados municipales? Esa pregunta aún no tiene respuesta, pero el edil adelanta que las actividades que se desarrollen deberán ser acordes con el mix comercial que lleva funcionando años. «Los futuros puestos deberán ser compatibles con las actividades que se ofrecen en estos espacios. Por ejemplo, no vamos a permitir la llegada de una peluquería, que no se puede compaginar muy bien con la venta de alimentos», indica el edil, que también anuncia cambios en la Plaza de España. «En el mercado de la marquesina vamos a licitar de nuevo todos los puestos y nuestra intención es que también haya nuevos usos. En este caso, al ser un mercado exterior, está más limitado que los interiores», añade.

Uno de los hándicaps con los que cuentan los mercados es su horario: solo de mañana. El anterior equipo de gobierno del Ayuntamiento planteó hace casi cuatro años a los mercados que abriesen por la tarde para atraer nuevos clientes. Después de esa propuesta llegó la pandemia, luego la invasión de Ucrania y ahora la escalada de los precios, por lo que esta iniciativa se acabó desvaneciendo y es algo que, previsiblemente, regresará a la palestra para adecuar el servicio a las necesidades del cliente, aunque esta medida es bastante polémica y son varios los comerciantes que se muestran contrarios.

Adecuarse a los tiempos. Esa parece ahora la única receta para acabar con la plaga de persianas bajadas. «Todo lo que se está haciendo tiene el objetivo de que el cliente tenga el acceso al mercado más cómodo, que cuando alguien llegue tenga un abanico grande de productos», concluye el presidente de los industriales de Las Delicias, quien espera que estas medidas sean un salvavidas para el comercio tradicional que sigue ofreciendo sus productos en los mercados municipales de Valladolid.