Concurso Nacional de Pinchos y Tapas de Valladolid

La mejor tapa española es pucelana

El VII Campeonato Mundial viajó esta vez a Suecia con la propuesta del joven chef Noel Moglia 'The roots an knowledge' que elabora en el templo del sabor nórdico Julita Wärdshus. Detrás quedaron el hondureño residente en Álava Ariel Murguía (restaurante del mismo nombre) con su 'cochino bocado' y el tercer lugar fue para Soni Kumari con 'flor de mar' en representación de Baréin.

Al finalizar la entrega de los trofeos en la Cúpula del Milenio de Valladolid y con su cheque de 10.000 euros en la mano, un tranquilo Teo Rodríguez explicaba a El Norte la idea que le ha llevado al triunfo. 'Pucela roll' es una «combinación que homenajea al New York roll (bollo icónico de esta ciudad) con lo más icónico que tenemos aquí, el lechazo, encumbrado con un toque de pistacho». La idea de Rodríguez y su equipo es que «sea una propuesta reconocible y visual para que se conozca mejor nuestra ciudad». Por su parte, Jiale Pan (2.500 euros por su tercer puesto) busca con su 'arcane' «ofrecer aparte de algo rico, una experiencia que ayude a reflexionar y que no sea solamente algo que te comes en dos o tres bocados». Valladolid fue la provincia más representada en este concurso nacional al que aspiraban 45 propuestas llegadas de todas las comunidades autónomas. Por la capital participaron cuatro, además de otros tres más de Castilla y León.

Además de los premios metálicos, la fase nacional entrego sendos accesit para la tapa 'tizón' del bar Gran Sol de Fuenterrabía (Guipúzcoa) que presentó Íñigo Tizón; ''Mr. Rabbit', del local bilbaíno Kobika, regentado por Íñigo Kortabitarte; y para 'Bunny-cake', del zaragozano David Lorente (restaurante Nola Gras).

La foto final de todos los galardonados que salieron al escenario de la Cúpula del Milenio mostró la juventud y renovación que se va imponiendo en estos certámenes culinarios. De hecho, el sueco Noel Moglia, que superó a las otras 14 propuestas internacionales, era el más joven de todos ellos. Tras recoger también su cheque de 10.000 euros, se mostró «enamorado de Valladolid y su acogida» e insistió en que esta aventura «no es solo ganar. Es la experiencia compartida y lo que hemos aprendido estos días unos de otros».

La entrega de los premios de ambos certámenes que se han desarrollado durante tres días en Valladolid, reunió a una gran cantidad de invitados. En el arranque de la entrega, el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, destacó que en Valladolid hay «manos, cerebro y corazón que producen lo que luego da lugar a una transformación para que los restauradores hagan el milagro de la alta cocina». El primer edil prometió «una próxima edición, la número veinte, que será redonda».

Entre los que tomaron la palabra, destacan también las palabras de los presidentes de ambos jurados. El toledano Iván Cerdeño, reclamó el peso de «estos encuentros que, en otros sectores tal vez pasen desapercibidos, pero no en el nuestro de la gastronomía». Por su parte, la ecuatoriana Pía Salazar (premio a mejor chef pastelera del mundo) recordó el papel de «unión de los pueblos y de las culturas a través de la cocina».

Las tapas que han participado en ambos concursos se podrán probar por los bares adscritos de Valladolid hasta el próximo domingo. Además, este jueves, como es tradición, habrá una clase magistral de tapas de los ganadores en la Escuela de Cocina.