Valladolid

Maroto se derrumba durante la declaración de un amigo: «Estaba en perfectas condiciones»

Este testigo, que calcó la declaración que efectuó durante la fase de instrucción, se presentaba vital, pues en la única declaración hasta el momento de Maroto, también en instrucción, había afirmado que esa persona le había echado algo en la bebida. Su amigo lo negó en su día y lo ha vuelto a hacer durante este jueves.

El 22 de enero de 2023, unas horas antes del crimen, Maroto apareció por el establecimiento hostelero de La Cistérniga en el que trabajaba Julio. «Estábamos recogiendo y David se tomó una cerveza. Nos fuimos los tres (él, Maroto y el propietario del negocio) a La Rondilla en mi coche. David lo dejó allí porque dijo que había bebido algo», ha apuntado este testigo.

Llegaron a la capital y allí, según ha continuado el amigo, se tomaron tres copas. «Cada uno pagamos una ronda», ha proseguido mientras ha insistido en que a las 22:00 horas dejaron al acusado solo. Dos horas después, Maroto ya se encontraba en las inmediaciones de la vivienda de Paloma e India. «Nosotros le dejamos en La Rondilla. Estaba en perfectas condiciones en ese momento. Él no se quería ir a casa, pero no sabemos qué hizo», ha agregado Julio.

En ese periplo por dos o tres bares de La Rondilla, el testigo no vio a Maroto consumir cocaína. «Fue al baño como fuimos todos. Pero no le vigilaba. Yo no le eché nada y durante ese tiempo estaba bien», ha reiterado mientras apuntaba que no sabía nada de sus actitudes violentas.

Asimismo, se espera que para las próximas sesiones declare también la otra persona que estuvo con Maroto y Julio esa tarde, si bien este jueves se ha ausentado por un problema médico justificado.

El resto de la segunda jornada del juicio por las muertes de Paloma e India ha concluido con la presencia de varios agentes de la Policía Nacional. Entre ellos, los encargados de recoger el móvil (con el que India llamó al 112) y dos pollos de cocaína que supuestamente Maroto arrojó a un patio interior desde la escena del crimen. «Vimos huellas de sangre desde el primer momento en el móvil y en uno de los envoltorios de la cocaína», han relatado los agentes que inspeccionaron el patio interior.