Una marcha de amigos y compañeros de Sofía recaudan fondos contra la leucemia infantil

«Va por ti, Sofía. Te queremos», dice Raquel, su madre, para terminar un mensaje con el que agradece la iniciativa del ampa de El Peral, que ha organizado una caminata de cuatro kilómetros por el barrio para recaudar dinero que destinará a Unoentrecienmil, la fundación que lucha contra la leucemia infantil.

«Cada año se diagnostican en España 350 casos de niños con leucemia. Dos de cada diez no lo superan. Sofía tuvo un subtipo agudo y poco frecuente», cuenta Raquel, quien insiste en la necesidad de potenciar la investigación «para que la sanidad no vaya por detrás de los niños». Por eso, es tan importante dar «visibilidad» a esta enfermedad que en niños, por su incidencia, entra dentro de las etiquetadas como «raras», lo que dificulta que se destinen fondos para investigar.

«Sofía pasó nueve años maravillosos en este colegio», recuerda Raquel, quien subraya que fue aquí donde la pequeña comenzó a jugar al fútbol, un deporte que siempre le fascinó, tal vez porque solía verlo por la tele (y el campo) junto a su padre Juan Carlos. Sofía era hincha del Real Valladolid y de la Real Sociedad. Hace dos temporadas había empezado a jugar con el CD Parquesol, como defensa central. «Tenía un toque certero», recuerdan sus compañeras de campo. Muchas han acudido a esta marcha enfundadas en una camiseta naranja del club y con el numero 4 que Sofía acostumbraba a lucir en los partidos. Con su equipo quedaron subcampeonas de liga en alevín, solo por detrás del Real Valladolid, y esta temporada se iba a estrenar en el fútbol 11. También este debería haber sido su primer curso en el instituto, el Condesa Eylo.

Muy cerquita de ahí, Sofía acudía a clases de baile y flamenco, en la academia Bailarte. También practicaba 'break dance' en la agrupación Fresas con nata. Y le encantaban los animales, sobre todo, montar a caballo. «Era feliz, tenía una energía muy positiva que trasladaba con facilidad a quienes se encontraban con ella. Era una de esas amigas que contribuyen a hacer grupo». «Su profesora de Infantil, Ana, ya nos los dijo cuando era muy pequeñita: 'Esta niña tiene una luz interior brutal'».

La familia pasaba sus vacaciones de verano en El Burgo de Osma –localidad de origen de su madre– cuando se empezó a sentir mal. Habían estado unos días antes de viaje a San Sebastián, donde Sofía visitó la tienda de la Real Sociedad, un club del que era ferviente admiradora. En esos días de agosto, la pequeña empezó a comentar que estaba muy cansada, que tenía un dolor abdominal, sobre todo en el lado izquierdo. Los médicos lo atribuyeron en un primer momento a un virus gástrico. En varias ocasiones vomitó. El lunes 25 de agosto llegó el terrible diagnóstico: una versión muy agresiva de leucemia. Sofía falleció el sábado 31.

«Aprovechad cada momento con vuestros hijos. Disfrutad del día a día, hasta de los instantes que parecen más insignificantes, porque esos pueden ser los más importantes», dice Raquel, micrófono en mano, antes de que comience una marcha solidaria que recorre varias calles de la zona sur (cuatro kilómetros de trayecto) hasta desembocar en el parque de Covaresa para un bocata solidario. «Dos euros de donación equivalen a 8 minutos de investigación», aseguran Enrique González y Begoña García, presidente y secretaria del ampa de El Peral, asociación que ha convocado esta jornada benéfica en la que participaron más de 500 personas.

El dinero recaudado se destinará a Unoentrecienmil, la única fundación en España «centrada exclusivamente en la curación plena de la leucemia infantil». Esta asociación organiza La Vuelta al Cole, una cita de sensibilización escolar contra esta enfermedad que el pasado 27 de octubre implicó a 370.000 alumnos de casi mil colegios de toda España (57 de ellos, en Castilla y León).

Desde 2012, este tipo de campañas han recaudado seis millones de euros que, explican desde la fundación, han servido para impulsar quince proyectos de investigación (de prevención, protocolos, toxicidad, recaídas e inmunoterapias). Entre los destinatarios han estado investigadores en hospitales (como La Paz, el Niño Jesús, el San Joan de Déu, el Pediatric Cancer Center Barcelona) y entidades científicas, como el Instituto Josep Carreras, el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa o las universidades de Salamanca y la Complutense.