La localización de dos féretros avala el hallazgo de la capilla del rey irlandés en Valladolid

Lo que sí descartan los especialistas es que los restos óseos hallados hasta ahora (cuatro cuerpos en buen estado, dos de ellos en féretros y los otros envueltos en sudarios) sean los del Hugh O'Donnell. «Se sabe poco del aspecto del rey irlandés más allá de que era pelirrojo –era apodado 'el Rojo'– y de que pudo perder los dedos de los pies por congelación unos años antes de su muerte», apunta el arquitecto municipal e investigador Carlos Burón, quien añade que presumiblemente sería «un hombre de complexión fuerte». Los restos descubiertos este miércoles –el martes se localizaron las tapas de los dos féretros sin inscripciones u otros indicios sobre su identidad– no parecen casar con los del rey. «Uno de ellos tenía todas las falanges de los pies», reconoce Burón antes de aclarar que los cuatro cuerpos «aún deben ser examinados en profundidad por los arqueólogos». Los primeros indicios apuntan a que puede datarse entre los siglos XIVy XV, es decir, anteriores a la muerte de Hugh O'Donnell a comienzos del XVII.

La situación de los féretros, sin embargo, sí parece avalar el hallazgo de la capilla de Las Maravillas, denominación que adquirió en el siglo XVI al levantarse en ella un altar en honor de la Virgen de Las Maravillas, ya que en la parte exterior fue donde se localizaron inicialmente huesos que pudieron ser enterrados fuera, quizás de monjes, y la situación de los dos féretros, en cambio, coincide con la situación de los dos muros, presumiblemente de las dos esquinas de la capilla, así como con los indicios de la base anterior a la entrada.

La capilla, que los planos de distintos investigadores situaban precisamente en este punto, comenzarían a apenas dos metros de la fachada de las edificaciones actuales, del siglo XIX y posteriores, de los números 8 (tienda de moda Alba Conde) y 10 (una sucursal del Santander) de la calle Constitución. Y ahí comienzan los problemas, ya que de ser así el resto de la capilla, de unos nueve metros de largo y planta cuadrada, se metería precisamente bajo los cimientos de dichos inmuebles. «Vamos a ver si confirmamos que estamos ante la capilla, como así parece, y hasta dónde podemos mirar», reconocía ayer el arquitecto municipal.

Los trabajos arqueológicos, que han generado una gran expectación tanto en Irlanda, donde Hugh O'Donnell es considerado un héroe nacional, como «entre la comunidad irlandesa de Estados Unidos», comenzaron el lunes de la semana pasada aprovechando el corte de Duque de la Victoria y la futura peatonalización de la propia calle Constitución, en el tramo en el que se están llevando a cabo los trabajos de búsqueda de la primigenia sala capitular del Convento de San Francisco, demolido en el siglo XIX, y del propio rey irlandés, cuyo entierro allí «confirma la documentación».