Valladolid

El juicio por el crimen de Paloma e India sigue sin fecha trece meses después

Ardua misión esta última al estar las agendas saturadas en este 2024, aunque al ser causa con preso se le dará prioridad para un más que posible señalamiento para después de este verano. Eso sí, sin mover ni modificar ningún señalamiento previsto, como el que se desarrollará entre el 6 de octubre y el 8 de noviembre por presuntamente estafar a bancos.

Precisamente, desde el día de los hechos, en la madrugada del 23 de enero de 2023, David Maroto, el presunto autor de las muertes de la que era su pareja y la hija de esta, continúa en la prisión de Villanubla. A él, tanto la Fiscalía, las tres acusaciones particulares y la popular ejercida por la asociación Clara Campoamor solicitan 25 años de prisión por el asesinato de la madre y prisión permanente revisable por la muerte de la menor de 8 años. Por su parte, la defensa de David Maroto asume 25 años de cárcel (trece por India y doce por Paloma) por los «dos homicidios».

Para tal fin solicita también como atenuante la ingesta de «alguna sustancia» que en la noche de los hechos supuestamente le dieron. Así lo afirmó el propio Maroto en la única declaración ante el juez de Violencia sobre la Mujer a finales de noviembre del año pasado, diez meses después del doble crimen, y tras un cambio de abogado defensor. Esa noche, según relató él, se tomó «tres copas» en La Rondilla para luego poner rumbo al domicilio de la madre y la hija en el paseo de Zorrilla.

Así lo refleja el atestado policial, que fija la hora de entrada al portal sobre la una de la madrugada, según recoge una cámara de videovigilancia de la zona. Y desde entonces, «en ningún momento» se le ve abandonar el inmueble. Sobre esa hora, Maroto, sin llaves del domicilio, llamó a Paloma, que según la investigación policial fue la encargada de abrir la puerta. Asimismo, los agentes de la Policía Nacional no concretan la hora exacta de los apuñalamientos, «y lo establece entre el lapso de tiempo de su llegada al edificio y el momento en el que llamó al número de su hermana para decir que había matado a Paloma». Es decir, entre las 1:00 y las 3:12 horas del 23 de enero.

A esa hora, Maroto descolgó el teléfono para llamar a su hermana. Lo cogió su cuñado y a este le confesó que había matado a Paloma. Así trasladó esa información al 112, que dio aviso a emergencias sanitarias y agentes policiales para certificar el fatal desenlace, lo que es hasta el momento el último crimen machista en la provincia vallisoletana.

Tras hallar los cuerpos sin vida de Paloma e India, bomberos y policías trasladados al lugar de los hechos encontraron a David Maroto «con heridas autolíticas», si bien el informe de la Policía Nacional precisaba que las lesiones no fueron graves.