Ya no hay ensayo los miércoles en los locales parroquiales de la calle Calatrava, donde se reúne el grupo Pilarica Asociación Folclórica para preparar las actuaciones que luego ofrecen su coro y grupo de danzas. Ya no suena la dulzaina, no se escuchan las castañuelas, ... no bailan las faldas bordadas por culpa del coronavirus. Pero Internet mantiene en contacto a los integrantes de una formación que han decidido bailar unida, aunque sea en la distancia. La idea surgió de Rafael Higelmo, quien animó a sus compañeros a grabarse en casa mientras bailan la Entradilla del Cristo de Salmoral.
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«Es una pieza que habíamos preparado para el festival Francisco del Pozo 'Pachín' y que se puede recuperar para bailar de forma individual». Porque no hay grandes formaciones ni cambios de pareja. «Es una entradilla, ese baile que se hacía de cara a las autoridades, a la Virgen cuando salía de la iglesia. Y que se puede bailar frente al móvil», explica. Y eso ha hecho cada uno de ellos en una iniciativa que tendrá, si la situación se alarga, nuevos vídeos.
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«El próximo, con los trajes puestos», anima Rafael. También el coro ha grabado la Jota de Aranda, con una letra adaptada a la situación. «Aplaude a los sanitarios, también a los camioneros, a las cajeras del súper y del barrio a los tenderos», cantan con guitarra, dulzaina y almirez.
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