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Estado en el que se encontraba el primer coche fabricado en la factoría de FASA en Valladolid. A la derecha, Enrique Martí. El Norte

El hilo

El hombre que salvó el primer coche de FASA Valladolid

Enrique Martí localizó y restauró el primer turismo que salió de la factoría de Arco de Ladrillo y que Renault había tirado en un desguace de Madrid

Berta Muñoz Castro

Valladolid

Sábado, 6 de julio 2024, 08:15

El primer Renault 4CV que salió hace setenta años de la factoría de FASA Valladolid y que está estacionado en el vestíbulo del Museo de la Ciencia ha tenido media docena de propietarios y un ángel de la guarda: Enrique Martí Mingarro. Este madrileño, presidente y fundador del Club Español de Amigos del Renault 4/4, localizó y restauró «con mucha ayuda» el FASA 00001 que sorprendentemente Renault «había tirado en un desguace de Madrid». Abro hilo:

↓ El 12 de agosto de 1953 desfilaron por las calles de Valladolid los once primeros coches fabricados en la factoría de FASA del Paseo Arco de Ladrillo. La primera unidad, el Renault 4/4 FASA 00001, fue adquirida en la década de los cincuenta por una sevillana, Asunción Agruña y de Zapata. El vehículo, con matrícula M-106.741, pasó en los sesenta por las manos de otros dos conductores: el sevillano José Luis Palacio Sanz y la madrileña María de los Ángeles Cristóbal Navarro. Hasta 1971, año en el que el primer coche fabricado en la capital vallisoletana fue a parar a Alicante de la mano de Manuel Bernal Calduch. Allí lo compró el murciano Fernando Gómez de Salazar a sabiendas de su valor. Sin embargo, al no poder llevar a cabo la restauración que ya necesitaba el vehículo se lo vendió a FASA en 1984.

Enrique Martí, con su Renault 4CV. Club Español de Amigos del Renault 4/4

↓ Y lo depositaron en el concesionario oficial de la filial de FASA Renault, AUSA, en uno de los últimos números de la calle Alcalá de Madrid. Allí, lo vio por primera vez Enrique Martí Mingarro, presidente del Club Español de Amigos del Renault 4/4 desde su constitución en 1992 y un apasionado de los coches clásicos. «Cuando supimos que estaba en el concesionario nos emocionamos. Al principio no nos dejaban verlo, pero cada seis meses durante una década entera, de 1987 a 1997, volvíamos al concesionario para intentar constatar cómo se encontraba esta joya de Renault», recuerda al otro lado del teléfono.

Camión cargado de Renault 4/4 en la década de los cincuenta.

↓ En una de esas visitas sonó la flauta. «El concesionario había cambiado de gerente y pudimos fotografiarlo. El coche, el primero fabricado en serie en una factoría española tras la Guerra Civil, estaba bajo un techado totalmente desvencijado», asegura Martí. «Después de ver el estado en el que se encontraba, desde nuestra asociación ofrecimos a la marca, el todopoderoso Renault, hacernos cargo del importe de la restauración. Sin querer nada a cambio», destaca. «El número uno merecía el esfuerzo. Llevo muchos años de aficionado a los coches clásicos y jamás he visto una primera unidad», asegura Enrique, que recuerda, incluso, que desde el club ofrecieron acometer la restauración manteniendo la propiedad de FASA-Renault. La respuesta «un no rotundo» les dejaba en una tesitura complicada. Habían localizado la primera unidad que salió de la cadena de montaje de Valladolid, pero no podían hacer nada para mostrársela al mundo.

El primer coche de FASA salió de la cadena de montaje en 1953.

↓ Cuando parecía que estaba todo perdido, ocurrió algo insólito. «El dueño de un desguace de Madrid llamó a la asociación para avisarnos de que tenían una 'cosa' interesante que enseñarnos», explica Enrique casi tres décadas después. Era 1997. Aunque parezca increíble, «FASA había tirado a la chatarra el primer 4/4 que había salido de la factoría de Valladolid». La conversación fue tajante. «Nos dijeron que si en un par de días no nos lo llevábamos le hacían un 'dadito'. Varios miembros del club nos desplazaron hasta el desguace y, después de varias conversaciones y movimientos empresariales, conseguimos un 'mecenas' dentro de la asociación para poder pagar la cantidad que pedían por el vehículo y poder así salvar el FASA 00001». «Fue una cantidad desproporcionada teniendo en cuenta el estado en el que se encontraba. Incluso –asegura Martí– si hubiera estado en perfecto estado, el precio era desorbitado».

El FASA 00001, en la chatarra.

↓ Y se lo llevaron del desguace, asumiendo que se abría un abanico de problemas para Enrique Martí, pilar fundamental del proyecto y del club de amigos que lo abanderaba. El primer 'cuatro cuatro' español fue a parar a un garaje de su propiedad mientras buscaban la mejor manera de llevar a cabo la restauración y la forma de devolver el dinero aportado por el 'mecenas'. En enero de 1998, Enrique Martí consiguió el primer avance en Retromobile, la Feria del Automóvil de Colección de París. En el recinto ferial Porte de Versailles logró contactar con responsables de la matriz francesa, que no solo se comprometieron a cubrir la cantidad prestada por el 'mecenas', sino que mostraron su interés para que el FASA 00001 engrosara el museo de los antiguos talleres de fabricación de Billancourt.

Detalle de algunas de las chapas de identificación del M-106.741.

↓ No fue necesario. Ese mismo año, los integrantes del Club Español de Amigos de Renault 4/4 decidieron presentar el hallazgo del primer modelo de FASA en el Salón Retromóvil en Madrid para despertar el interés de aficionados y prensa y evitar así la salida de este diamante del automovilismo al otro lado de los Pirineos. La campaña lanzada con el eslogan 'Se lo quieren llevar a Francia' y la recogida de firmas en un libro con prólogo de Nicolás Franco –hijo del presidente de FASA y gran aficionado del mundo del automóvil de colección– no solo consiguió atraer la atención del mundo del motor, sino que evidenció la falta de sensibilidad de la marca del rombo con una de las joyas de la casa.

El 4/4 en la exposición del Salón Retromóvil de 1998.

↓ En los tres días de la feria lograron una gran repercusión, pero no la solución definitiva, que tardaría en llegar otros cuatro años, hasta el 10 de julio de 2002. El día de San Cristóbal –patrón de los automovilistas– la esposa y los hijos de Enrique Martí le regalan el FASA 00001 con la única condición de que no empezara a restaurarlo hasta que tuviera finiquitado el Citröen 11 ligero Cabriolet en el que estaba enfrascado. «No esperé el tiempo establecido para aceptar el regalo», reconoce Martí que comenzó una carrera contrarreloj para tener listo el coche en poco más de un año. La idea era tenerlo a punto antes del 12 de agosto de 2003, fecha en la que el pequeño 4/4 cumpliría medio siglo de vida.

↓ «Hubo muchas donaciones y colaboraciones. Muchísimos esfuerzos de gente comprando, buscando, yendo a ferias de Oporto, Barcelona, Perpignan... Incluso, desmontaron otro 'cuatro cuatro' para que me guiara en mi restauración». «Primero pensamos que era negro, hasta que encontramos el color original, azul lazulli, en un trozo que tengo guardado en mi oficina», destaca Enrique Martí, que reconoce que en esta titánica restauración además de «la colaboración desinteresada de mucha gente», el factor suerte ha sido determinante. «Que las chapas identificativas del coche estuvieran en buen estado fue milagro».

Volante del FASA 00001 restaurado. R. Ucero

↓ «La pintura se hizo en un laboratorio. La palanca de cambios no la encontramos en el mercado y la tuvimos que hacer entera. En el volante, con el escudo de la ciudad de Valladolid, participaron torneros, fresadores, pintores e incluso un joyero de la calle Santiago... Las ruedas nos las donó Michelin, que siempre ha colaborado con nosotros», desliza con gratitud. Un año y pico de intenso trabajo que tuvo su fruto. La madrugada del viernes 5 de septiembre de 2003, fecha en la que finalmente se fijó la celebración del medio siglo de vida del 'cuatro cuatro' en Valladolid, Enrique se dio el primer paseo con su 'haiguita' por Madrid. No lo hizo solo, de copiloto iba su hijo Iñaki.

El coche restaurado por Enrique Martí y estacionado en el Museo de la Ciencia. R. Ucero

↓ Y partió hacia la capital del Pisuerga, donde le esperaban más de un centenar de conductores de España, México, Portugal e Inglaterra para celebrar los cincuenta años de sus Renault 4CV. «La cita fue todo un éxito a pesar de que Renault nos volvió a dar la espalda», recalca Martí, que recuerda cómo de la noche a la mañana la multinacional cambió de opinión y alegó no contar con dinero para «gastos suntuarios». «Fue unos de los peores días de mi vida», pero lejos de amilanarse, consiguió la ayuda del Consistorio vallisoletano para seguir adelante con el aniversario del popular utilitario. Fue todo un éxito.

Decenas de 'haiguitas', en septiembre de 2003, en Valladolid. Fernado Martínez

↓ En esta cita, precisamente, se conocieron Enrique Martí y Carmen Rodríguez Jiménez-Alfaro, sobrina nieta del fundador de FASA y coautora del libro 'FASA y el 4/4. Así comenzó' del que nutre este artículo. «Recuerdo que el 'número uno' estaba aparcado el primero, pegado al Museo de la Ciencia, y ella estaba allí esperándome para presentarse». Un par de años después, en mayo de 2005, juntos pusieron en marcha en ese mismo espacio la exposición 'El 4/4 y FASA, de Valladolid al éxito'. En el vestíbulo del museo de la Avenida de Salamanca está el FASA 00001 para deleite de vallisoletanos y foráneos. Enrique Martí quiso cederlo al museo vallisoletano y posteriormente vendérselo a la familia Alfaro, que también decidió mantenerlo en la capital del Pisuerga. «Ha sido el gran proyecto de mi vida, pero no me costó desprenderme del coche. Donde mejor está es donde lo puede disfrutar todo el mundo».

El Renault 4CV tiene el motor en la parte trasera y el maletero en la delantera. R. Ucero

↓ Hace años, Enrique viajaba a Valladolid para arrancarlo y darle una vuelta por las inmediaciones del museo. Ahora, «por diferentes motivos» no puede. El tiempo del que dispone lo pasa pendiente del Club Español de Amigos del Renault 4/4, que cuenta con 800 socios de todas las edades, y al volante de su 'cuatro cuatro' junto a su mujer y compañera de viaje. Siempre con nuevas metas. «Tenemos plaza para el ochenta aniversario del 4/4 que se celebrará en un par de años La Roche de Glun, en Francia». Será otra aventura compartida, al trantrán que marca los 80 kilómetros por hora y por carreteras nacionales. Bon voyage.

La próxima semana... Las torres (casi) iguales de Alaejos

En la siguiente entrega de 'El hilo', la periodista Yaiza Cobos visita Alaejos para explicar el motivo por el que esta localidad vallisoletana tiene dos iglesias prácticamente idéntica.

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