Helados para perros, el fenómeno viral que se vende en la Plaza Mayor de Valladolid
La heladería vallisoletana Gelati Ernesto elabora estos helados artesanos con sabor a coco, piña o zanahoria morada «con el asesoramiento previo de veterinarios y nutricionistas»
Ha pasado un mes desde que en las vitrinas de Gelati Ernesto, la heladería vallisoletana ubicada en la Plaza Mayor, apareciesen tres nuevos sabores ... de helado con una particularidad única: son exclusivos para perros. Un proyecto que, según confiesa Luis Torio, propietario del establecimiento, «nació de situaciones en las que muchos clientes daban el helado para humanos a sus perros y ese helado no es bueno para ellos porque tiene azúcar y sacarosa, y es malo para el sistema digestivo de los animales». Con una tradición italiana arraigada en el sabor y la artesanía de sus helados, Luis Torio y Gelati Ernesto encaran la décima temporada en Valladolid con una apuesta clara: «Convertir el helado para perros en un habitual de nuestra tienda».
Parece que la acogida ha sido buena y «los clientes lo prueban y regresan a por más, eso siempre es buena señal», afirma Luis Torio respecto a la venta de las tarrinas de helado para perro. Son tres los sabores disponibles, coco y arroz, piña y ginseng, y zanahoria morada y yogurt. «Los helados para humanos tienen una composición y un sabor específico para nosotros y este helado cambia la composición y los azucares. Está hecho con el asesoramiento de veterinarios y nutricionistas especializados en animales. Es un alimento de perros pero en formato helado», explica Luis Torio, propietario de este negocio de la Plaza Mayor.
Por 3,20 euros, el mismo precio que el helado simple para humanos, las mascotas también podrán combatir el calor con un refrescante helado elaborado, al igual que todos sus sabores, de forma artesanal. «Lo recomendable es atemperar un poco el helado antes de dárselo. Es importante ofrecérselo a los perros con una cuchara porque si lo ingieren de golpe puede sentar mal», especifica el propietario y artesano.
El establecimiento siempre ha estado vinculado al mundo de los perros e incluso hace unos años incorporaron un cuenco con agua en la entrada «para que los perros pudiesen beber mientras sus dueños esperaban al helado. Ahora pueden beber agua y después tomarse un helado», afirma Luis Torio, quien finaliza: «Estamos muy sorprendidos con la acogida. Sabíamos por amigos de Italia que esto funcionaba allí y quisimos probar en Valladolid. El resultado está siendo muy positivo y aunque la implantación será lenta, el producto tiene tirón».
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