Estado en el que quedó uno de los vehículos quemados en Mojados. En el círculo, material intervenido en la operación de 2009. El Norte

Valladolid

Los guardias civiles detuvieron en 2009 a los investigados por quemar sus coches en Mojados

Los sospechosos formaban parte de una banda de robos en la provincia hace quince años, desarticulada por el puesto de Mojados al que pertenecían los tres afectados

Álvaro Muñoz

Valladolid

Martes, 16 de julio 2024, 06:41

¿Una venganza de hace quince años? Tal vez. Es una de las hipótesis con la que trabaja la Guardia Civil después de que recientemente la Policía Judicial avanzara en la investigación por la quema intencionada de tres coches particulares de agentes del instituto armado ... en la localidad de Mojados en las madrugadas del 29 de febrero y el 1 de marzo. Desde el primer momento, las pesquisas se centraron en el pasado de los tres agentes, uno ya jubilado, otro en la reserva y un tercero en activo, y fueron progresando hasta la reciente detención de un hombre de unos 40 años. A ese arresto se suma un segundo sospechoso por los mismos hechos en una operación, denominada 'Cocheto', que continúa abierta.

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Estos dos investigados, I. D. P. V. y C. C. M., de 38 y 41 años respectivamente, fueron detenidos por estos mismo guardias civiles en mayo de 2009, hace quince años. Fueron los encargados de desarticular una banda de cinco personas que actuaba por toda la provincia para completar robos con fuerza de toda índole en viviendas particulares y naves. Precisamente, la investigación de esa oleada de robos de 2009 la iniciaron desde el puesto de Mojados después de que dos meses antes de los arrestos se produjera un asalto a una empresa de transportes en esa localidad. Con posterioridad, se denunciaron robos en una obra de Portillo, en un chalet de Mojados y en una nave de Aldea de San Miguel.

Todo en un periodo de dos meses para hacerse con un botín de herramientas, sierras, radiales, tres cámaras de fotos antiguas, una televisión de 26 pulgadas, un DVD, una motobomba, un transformador de luz, unos prismáticos, dos relojes de pulsera y un teléfono móvil.

Plantas de marihuana

Ahora, esa operación que para los agentes afectados estaba en el olvido como una actuación más en su dilatada trayectoria profesional, ha sembrado la duda tras la reciente detención de dos miembros de esa banda.

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Precisamente los hechos para su reciente arresto tuvieron su origen en el mes de mayo, dos meses y medio después de la quema intencionada de los vehículos particulares de los guardias civiles. Por esas fechas, desde el puesto de Mojados se ordenó la incautación de «algunas» plantas de marihuana de los ahora sospechosos. No era una gran cantidad, pero propició que I. D. P. V. y C. C. M. se comunicaran entre ellos y se preguntaran entre ellos si «el sargento les había quitado las plantas». Tras obtener ambos síes por respuesta, uno de ellos recalcó en voz alta que «tal vez también había que quemar los coches de estos guardias civiles».

A partir de ahí, uno de los dos se trasladó hasta el cuartel de Mojados para poner en conocimiento de la Guardia Civil esos hechos, que derivó, tras semanas de investigación, en la detención de uno de ellos (en libertad con cargos), y la investigación del otro, si bien se desconoce qué motivó esa presunta quema de vehículos particulares.

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Porque desde entonces, los tres afectados por estos hechos vandálicos, cometidos con potenciadores del fuego como pastillas de barbacoa y líquido inflamable, viven con el susto y el miedo de atentar contra ellos. De hecho, uno de ellos abandonó la localidad para mudarse hasta un municipio de Extremadura.

«Tal vez también había que quemar los coches de estos guardias civiles»

Uno de los investigados en el mes de mayo

Para empezar de cero, pero sin miedo. «Dejamos todo en Valladolid, aquí se quedan nuestros tres hijos, que fueron los primeros en decirnos que nos marcháramos», lamentaba a este periódico Juan Francisco Cuevas, uno de los afectados.

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A pesar de todo, el guardia civil jubilado no paraba de dar vueltas a una situación inesperada. «No tenemos ninguna pista de que alguien nos pudiera hacer esto. Entre los tres agentes hemos hablado. Los hechos más relevantes que hemos tenido en estos siete años han sido 'peccata minuta'. Hemos dado y seguimos dando vueltas y no encontramos a alguien que se haya podido vengar», agregaba el guardia civil antes de conocer estos avances en la investigación y que, al parecer, ahora le dan la razón al tratarse de una operación nada compleja y presuntamente sin consecuencias.

Con un nexo de unión entre los tres sucesos, los agentes tenían claro que fueron a por ellos por algún motivo. «Todo el mundo en Mojados sabe dónde vivimos los tres. Además, son hechos con una distancia considerable entre vivienda y vivienda, así que no ha sido fruto de una casualidad vandálica», continuaba mientras se instalaba en su nuevo hogar.

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