Guardianes de los modelos clásicos de Renault en tiempos de coches eléctricos

Los Amigos de Renault España han reunido en la mañana del domingo 160 modelos clásicos y deportivos, históricos todos, para disfrute de los vallisoletanos en la Acera de Recoletos. Después de dos años de interrupción por la pandemia, la concentración ha alcanzado su séptima edición en una mañana veraniega no, lo siguiente.

El mítico R-5 ha sido el protagonista de la exposición, ya que este año se cumplen 50 de su lanzamiento a la fama. Los 50 modelos presentes, llegados de toda España, han ido en caravana desde el centro de la capital hasta las fábricas de Renault y vuelta.

Desde 1986 lleva Andoni Bilbao, venido de Sopelana, participando en reuniones de clásicos de Renault. De su R-5 Turbo para rallies se fabricaron en Francia algo más de 3.000 unidades. Tiene motor central y tracción trasera, y él le ha mejorado la suspensión y los frenos porque «parecía un barco». Es su noveno R-5. Tiene otro desmontado y algunos los ha ido vendiendo... para comprar otro mejor. También se declara orgulloso de que su hijo Kelian comparta su afición.

«Siempre me han gustado los 'culogordos'. Cinco plazas, motor delantero… era tan novedoso. Si hoy nos sigue llamando la atención, imagínate en los 80», comenta Andoni, que compitió en rallies de clásicos hasta 1994 y hoy lamenta que «el mundo el motor ya no es lo que era». Todo es más caro y hay más exigencias por la ecología; «algo que respeto», aclara.

De Tarragona ha llegado el participante más kilométrico. «Rodando, no en remolque», puntualiza José Luis Gimeno, presidente de la Asociación de Amigos de Renault España, organizadora del evento con la colaboración de Vasa. «Hay afición en toda España, pero en particular en Valladolid por ser la cuna de Renault». Ellos superan en centenar, pero en Madrid hay un club de R-5 con más de 300 socios. «Hay algunos que tienen el coche mejor que cuando salió de la fábrica. Lo cuidan mejor que a la mujer», bromea.

División de opiniones entre la concurrencia sobre si lo que ha trascendido del diseño de R-5 eléctrico hace o no honor a su padre. Coincidencia en que ninguno cambia el viejo, el suyo, por uno de combustible alternativo con lucecitas. El silencio es bueno para la salud, pero un rugido de vez en cuando también se agradece.

Todos los participantes tienen en estos inmaculados cacharros su principal hobby, si bien la pasión por los clásicos llega a todas partes y también hay un negocio en la restauración y venta de unos modelos que están en la memoria de millones de personas. Alguien conoce a alguien que vendió un 5 restaurado por 120.000 euros.