PIntada en una de las paredes del paso bajo las vías entre Delicias y Padre Claret. Alberto Mingueza

Valladolid

Los grafitis ensucian el paso de Padre Claret días después de su inauguración

Una gigantesca pintada ocupa uno de los muros bajo las vías del nuevo túnel que comunica Delicias con la Circular

Víctor Vela

Valladolid

Viernes, 23 de agosto 2024, 15:03

«Anda, que han esperado mucho», dice una mujer que camina, a paso ligero, minutos antes de las diez de la mañana, por el nuevo túnel bajo las vías entre Delicias y la Circular. Mira de reojo el grafiti que ensucia, desde hace apenas ... unas horas, uno de los dos muros del paso subterráneo. Se trata de una enorme pintada (ocupa más de 17 metros cuadrados) que embadurna una pared impoluta hasta hace muy poco y estrenada el pasado 7 de agosto. Tan solo dos semanas ha aguantado el paso antes de convertirse en lienzo para los vándalos, que han firmado su trabajo, en tonos grises y azules, incluida la fecha '24', correspondiente a este año. El muro en el que han intervenido es el que mira hacia la estación (el de Pajarillos, de momento, aguanta sin pintadas). Más allá de las pintadas, en las escaleras se acumulan numerosas hojas secas.

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El nuevo paso permite el paso de peatones y ciclistas desde las 13:50 horas del pasado miércoles 7 de agosto, cuando se abrió la infraestructura (incluida en el proyecto de integración ferroviaria), después de 17 meses de obras. El túnel tiene 22,43 metros de largo. De ellos, 19,75 se prolongan bajo el lecho ferroviario. Tiene nueve metros de ancho y tres de alto, de acuerdo con los datos técnicos facilitados por la Sociedad Valladolid Alta Velocidad. La inversión final ha sido 5,3 millones de euros (a los que habría que añadir el IVA).

Pintadas en el paso bajo las vías de Panaderos. V. V.
PIntadas en las papeleras y los muros del túnel de Panaderos. V. V.

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Pero los grafitis no solo ensucian este nuevo pasadizo de Padre Claret, sino que también se asoman en varios puntos de su vecino de Panaderos. Inaugurado el 11 de agosto de 2023, un año después sufre diversos ataques grafiteros. Por ejemplo, hay firmas (con pintura roja y negra) en casi la mitad de las veinte columnas que sujetan la estructura bajo las vías. También hay pegadas pegatinas y se aprecian restos de 'celo', después de que se hayan arrancado papeles publicitarios. Hay también pintadas en papeleras y, ya en la superficie, en la calle Estación, en varios muros.

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