Valladolid

La futura sede de la ONCE ultima los detalles con dos meses de retraso

Los operarios se centran ahora en rematar los accesos a la infraestructura, con el adoquinado de la entrada desde Arco de Ladrillo, donde los trabajadores ya colocan durante esta semana el pavimento del paseo, que desembocará en una de las entradas al edificio. En el otro lado de la sede, donde estará ubicado el aparcamiento junto con un segundo acceso a la delegación, el pavimento, ya allanado, todavía es de arena. Mientras, el paso de los peatones al entorno permanece restringido desde el inicio de las obras, tanto desde la propia calle de la India como desde el Arco de Ladrillo, en la entrada al recinto ubicada junto al túnel. Solo se permite el paso hacia el polideportivo Gregorio Fernández, por el lateral de las pistas de fútbol sala y de las obras.

Este es el aspecto exterior, mientras que el interior es bien diferente. «Si se comienza con los accesos es que los operarios no esperan que entre más maquinaria pesada dentro. El edificio ya está distribuido y el interior está rematado a falta de la mudanza y de los consiguientes permisos», explica el delegado territorial de la ONCE en Valladolid, Ismael Pérez. Desde la organización esperan recibir las llaves de su futura sede en noviembre, dos meses después de lo que se estipuló en un primer momento y con la esperanza de estar a pleno rendimiento a final de año o inicios de 2025. «Según avanzan las obras y a medida que pasan los meses se encuentran problemas logísticos, como que no llegan ciertos materiales que hacen falta. En septiembre solo tenemos que estar pendiente de que lleguen envíos para rematar todo. Esto hace que la entrega de la obra se haya retrasado un tiempo».

A pesar de los inconvenientes, el delegado asegura que la mudanza será rápida una vez terminen los trabajos en la nueva sede. «Desde finales de 2023 hemos hecho una concienciación con los trabajadores para que el cambio sea tan simple como llevar el ordenador y ya está, dejar el papel de lado e intentar digitalizar lo máximo posible. El traslado será ágil». El cambio de sede también será rápido porque los trabajadores contarán con mobiliario a estrenar, de manera que no tendrán que transportar el antiguo de la calle Muro hasta la nueva delegación. El bloque albergará las oficinas de la ONCE, así como un gran salón de actos, que ha sido el que más problemas ha dado durante la construcción, especialmente por los materiales que se precisaban para su construcción. Además, el edificio, que desde arriba tiene forma de 'E' mayúscula, acogerá las estancias de Ilunion, el grupo de empresas de la Organización Nacional de Ciegos Españoles.

Con la apertura de la nueva sede, los trabajadores de la ONCE se trasladarán desde su hogar actual, en la calle Muro de Valladolid, hasta la calle de la India. Así, el anterior inmueble, que consta de cuatro plantas más sótano y que data de 1972, quedará sin actividad cuando culmine el traslado a la nueva sede. La intención que mantienen desde la organización es vender el edificio con el objetivo de afrontar el coste de las obras -la organización ha destinado 7,5 millones de euros-. El inmueble tiene todos los usos urbanísticos, de manera que una hipotética venta significa que el posible comprador puede destinar el edificio a oficinas, viviendas, una residencia de ancianos o apartamentos turísticos. «Todavía no está en el mercado ya que hasta que no se quede vacía no se podrá vender, entonces no queremos que el anuncio se desgaste, pero ya escuchamos ofertas de cualquier interesado en adquirir el inmueble», apunta el delegado.

La sede de la calle de la India acogerá a 85 empleados de la organización, que trabajarán con carácter fijo en el edificio y que además prestarán servicios a 180 vendedores de la provincia, más los mil voluntarios y afiliados del Grupo Social. En concreto, serán 65 empleados de la ONCE y 27 de Ilunion.

La Organización Nacional de Ciegos Españoles inició el proyecto de la nueva delegación después de tres intentos previos de trasladar su sede. Todos ellos fueron paralizados por varios motivos. El primero, por la crisis económica de 2008, otro por la revisión del Plan General de Ordenación Urbana de Valladolid y la última, por la pandemia. El cambio de la sede de la organización era una reclamación que encontraba una de su razones en que la actual de la calle Muro es la más antigua de España y data de 1972. Al final, la ONCE recibió la licencia de obras para su nueva sede en julio de 2022, más de una década después del primer intento, con una inversión total de 14 millones de euros en el edificio.