El tiempo

Un fugaz veranillo disparará el mercurio hasta los 25 grados en Valladolid

Las lluvias, por ahora, dan una tregua después de ocho días consecutivos (desde el martes de la Semana Santa hasta ayer mismo) de precipitaciones que han dejado 34,8 litros por metro cuadrado en Valladolid y que han incrementado el balance hídrico del presente año hasta alcanzar un superávit del 80%.

Ahora llega el calor, aunque lo hará de manera fugaz, con cuatro días (de jueves a sábado) en los que el termómetro subirá de manera progresiva hasta alcanzar picos, incluso, ligeramente superiores a los 25 grados en la jornada del sábado. Todo ello con cielos despejados y con la única contrapartida del viento del sur, que impulsará las partículas de polvo en suspensión en torno al fin de semana.

Después, a partir del domingo, se espera una bajada del mercurio y se atisban dos o tres jornadas con precipitaciones ya con las temperaturas estabilizadas en torno a valores habituales para la época en torno a los veinte grados de máxima y los siete de mínima.

Las últimas lluvias, unidas al deshielo progresivo en las cabeceras, mantienen los principales ríos de la provincia a rebosar con caudales estabilizados y, en el caso del Pisuerga o el Esgueva, ligeramente descendentes después de alcanzar sus últimos picos en la jornada del martes, cuando el principal río de la capital registró 282 metros cúbicos por segundo y anegó sus paseos inferiores bajo el puente de Poniente, senderos que hoy, ya con un caudal de 209 metros cúbicos por segundo, comienzan poco a poco a liberarse de agua.

Los que sí continúan anegados son los senderos del cauce del Esgueva, en su punto de fuga habitual entre Pajarillos y Pilarica, si bien el afluente también muestra una marcada tendencia a la baja, con un caudal de 7,6 metros cúbicos por segundo, muy inferior a la punta de 9,8 registrada 24 horas antes.

Tanto el Pisuega como el Esgueva, y el resto de ríos de la provincia, mantienen caudales muy alejados de sus niveles de desbordamiento.

Y el Duero, entre tanto, se mantiene estable con caudales ligeramente superiores a los cien metros cúbicos por segundo en Quintanilla de Onésimo y Herrera de Duero (antes de la capital), prácticamente idénticos a los de ayer, y 387 en San Miguel del Pino (allí alcanzaba el martes los 444), aguas abajo de la desembocadura del Pisuerga.

Los otros dos grandes afluentes del Duero, como son el Adaja y el Cega, mantienen un caudal estable, en el caso del primero -lleva 72 horas marcando 27 metros cúbicos por segundo en Valdestillas-, y ligeramente descedente en cuanto segundo -hoy arrastra 14 metros cúbicos por segundo, dos menos que ayer-.