Duerme desde hace dos días en el interior de la caravana: un colchón, una bandera gigante del Barça, y, a su alrededor, los tráileres con ... la estructura de la montaña rusa 'Super Ratón Vacilón' (alcanza los doce metros de altura en su punto máximo) y la noria (de 15 metros). Viene de la feria recién clausurada en Santander y espera el permiso para, a partir del martes y durante cinco días, montar. Es el más madrugador de este año. Y tiene su motivo: son dos de las atracciones más complicadas en su instalación, que requieren más maniobras de camiones. Por eso, suelen ser los primeros en llegar e instalar.
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Un empleado –prefiere no decir su nombre– de la empresa sevillana Bañuls, una de las más representativas del sector, se encarga de custodiar el material hasta que pueda acceder al recinto. Otros años, había ferias intermedias donde seguir trabajando. La pandemia ha limitado las localidades en fiestas. «Y pagar un almacén es carísimo». El Ayuntamiento de Valladolid ha dado facilidades a los feriantes para que puedan aparcar junto al estadio hasta que puedan acceder al recinto.
«Solíamos tener más de veinte atracciones en marcha (el Gigant, el Boomerang). Ahora muchas están en los almacenes porque no hay ferias donde montar». El año pasado fue catastrófico. «Estuvimos en ERTE. Y tardamos cinco meses en cobrarlo. Yo me busqué la vida, tengo tres hijos, estuve una temporada de camionero, pero muy poco», explica. Este año 2021 se ha podido trabajar «algo». No al 100%. No todos los feriantes han recuperado su empleo anterior.
«Empezamos en abril en Sevilla. Con toque de queda a las ocho. Imagínate, con lo que era aquello». Luego Pamplona, Santander (allí con aforo de dos mil personas y hasta medianoche). «Algunos compañeros han ido a Torrelavega, pero allí solo podían atracciones infantiles». El futuro, después de Valladolid, pasa por Zaragoza. «Los feriantes hemos sido los grandes olvidados. Más de año y medio sin trabajar. Y no es como antes. Viene menos gente. Se gasta menos porque hay menos dinero, también.Pero tenemos que comer, que pagar la hipoteca. Han sido unos meses horribles. Solo queremos trabajar, con todas las medidas de seguridad que respetamos», dice.
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La previsión de los feriantes (que han reclamado a la Junta que aclare los aforos y restricciones en vigor) es montar los carruseles a partir del día 24 y que la feria abra desde el 3 de septiembre (con el inicio de las fiestas de la Virgen de San Lorenzo) hasta el 26 de septiembre.
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