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Patricia González
Domingo, 14 de marzo 2021, 08:55
Fue la Asociación Italiana de Fonografía la que, en 1960, arrastrados por el éxito del mítico Festival de San Remo, decidió poner en marcha un concurso con el objetivo de buscar nuevos artistas. Esta iniciativa, más conocida como 'Disco per léstate' (del italiano disco para el verano) asentó para siempre las bases del concepto 'canción del verano'. Las letras alusivas a ambientes distendidos y costumbristas como son guateques en la playa y amores fugaces, aderezadas con estribillos pegadizos y bailongos han sido el leitmotiv de este género musical del que no han podido escapar, desde tiempos inmemoriales, artistas como Los Diablos, con 'Un rayo de sol'; 'Eva María', de Fórmula V; 'La barbacoa', de Georgie Dann o, la más internacional de todas, 'Macarena', de Los del Río. Su baile con golpes de cadera y movimientos de brazos llegó hasta los Juegos Olímpicos de Atlanta, donde en el pabellón Georgia Dome, el que fuera presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, marcó el ritmo de la coreografía.
Arrastrados por esta tendencia y con la guasa de hacer su propia canción del verano en 2004 los miembros del grupo de música medinense Los Desgraciaus –Francisco Javier García Vilorio y Fernando Martín– decidieron crear el hit 'Los coches chocones'. Este himno, calificado por sus creadores como un tema «gitano-pop de gasolinera», traspasó los límites de la Comarca Tierras de Medina y tuvo su primer momento de gloria a nivel nacional gracias al programa radiofónico de Gomaespuma.
Pero ahora la historia de ligoteo bizarro de una tarde de domingo cualquiera en los coches de choque vive su segunda explosión gracias a la red social china Tiktok. El quejío profundo de García Vilorio es el hilo musical de más de 132.600 vídeos subidos a la red durante los meses más duros de la pandemia. Médicos y enfermeras bajo la etiqueta de #cuarentena y #covid19 o familias enteras confinadas en sus casas tiraron de sentido del humor para recrear la historia de esta atracción mecánica de las fiestas patronales de cualquier pueblo. Y como de redes sociales no puede vivir el hombre, como aseguran los dos artífices de este icono de cultura popular, tras un año de parón, la sirena de los coches de choque volverá a sonar en la tarde del domingo 21 de marzo a las siete de la tarde en un concierto que ofrecerán en la sala Cientocero de Valladolid y en el desempolvarán sus otras canciones del verano.
Su particular gusto por la pachanga nacional de mediados de los años 70 y 80 junto a una filosofía artística muy marcada –«somos fans de Goyo Ramos»– hacen que Los Desgraciaus sean una de las bandas musicales de la provincia más eclécticas, ya que además de interpretar rumbitas, canciones ligeras y coplas cañí, introducen en su repertorio sonidos propios de la tierra como son los acordes de una dulzaina. Descendientes del tradicional laboratorio creativo de músicos independientes de Medina del Campo 'Medina Sonora' decidieron que todos los veranos crearían una canción. «La primera fue 'El botellón' en 2002, ya que Fernando estaba en el Puerto de Santa María haciendo un trabajo de grabación. Nos fascinó tanto aquello del botellón, que todavía no había llegado aquí, que nos marcamos una canción», comenta García Vilorio, más conocido como Vilorio. «Con el cachondeo de ser como Georgie Dann o King África inauguramos los bolos por la Comarca con este tema», explica. Después llegaron otros como 'Terrateniente del amor' –«todo un himno rural»– o 'La talanquera'. Pero en la primavera de 2004 a Fernando Martín, conocido en todo el alfoz medinense como Fernansu, se le encendió la bombilla y con unos pocos acordes musicales dieron los primeros pasos para crear su obra más universal: 'Los coches chocones'. «La canción es muy buena, ya que sigue nuestra marca de amantes de lo bizarro», afirma Fernansu, quien concreta que «la sirena la sacamos de los coches de choque que pusieron un año en las fiestas de mi pueblo en La Seca».
Con la sirena en mente, las rimas fueron surgiendo poco a poco en el invernadero de Vilorio, hortelano de profesión, que, entre los tomates y sandías, consiguió hacer «una historia atemporal, ya que pueden pasar veinte años, pero la imagen que ves cuando vas a los coches de choque es siempre la misma, el pandillero, el feriante, tú intentando ligar, las niñas de punta en blanco…». Una vez finalizada, mezclada de manera rudimentaria, el gran estreno de la canción se produjo en las fiestas patronales de Íscar y desde entonces se ha convertido en todo un clásico.
En Houston, la ciudad más poblada del estado de Texas, 'Los coches chocones' son la nota musical de los atascos. En Latinoamérica suele sonar en las fiestas de los 15 años de las adolescentes y aquí en España el pasado mes de diciembre, cuando la Policía Local de Sevilla presentó sus nuevas unidades móviles, Twitter viralizó el diseño y la imagen de las nuevas berlinas con el soniquete machacón de Vilorio y Fernansu. «La verdad es que estamos sorprendidos con esta nueva etapa de la canción ya que cada día nos llegan noticias nuevas de que la ponen en radios a nivel nacional, en televisiones y sobre todo a través de Internet. Ha pasado de ser una canción que gustaba a frikis para convertirse en 'La Macarena' pobre», comentan con sorna los creadores, quienes detallan que, a pesar de estar registrada en la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) las ganancias anuales no superan los 320 euros.
La canción, que ha eclipsado a sus autores –«la realidad es que a nosotros no nos conoce ni Dios»– cuenta con el beneplácito del gremio de los feriantes. «Nos plantamos un año en fiestas en los coches de choque de Medina del Campo y nos la pusieron en uno de los viajes», relatan. Esperan tener una larga vida cuando los carricoches regresen a los pueblos para celebrar sin distancias de seguridad los días en honor al patrón.
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