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Un grupo de jóvenes disfruta de unas raciones en la Feria de Gastronomía, este domingo al mediodía. Rodrigo Jiménez

Fiestas de Valladolid

Las casetas regionales inauguran su última edición antes de mudarse junto al Delibes

Las obras del nuevo recinto, con un plazo de ejecución cinco meses, comenzarán «a finales de este mes o principios de octubre»

Eva Esteban

Valladolid

Domingo, 1 de septiembre 2024, 19:29

Fabada asturiana, paella valenciana, rabas cántabras, pulpo gallego, ponche segoviano... Los vallisoletanos –y visitantes– pueden darse desde este domingo un homenaje, con productos y aromas de todo el país, junto al estadio José Zorrilla. La Feria del Folclore y la Gastronomía inauguró al mediodía ... su cuadragésimo primera edición con un acto en el que despuntó un sabor sobre todos los demás: el de la despedida. Porque, si todo marcha bajo lo previsto, este viaje culinario por la gastronomía española cambiará su recorrido y se desviará unos metros, con un nuevo emplazamiento entre la 'casa' del Real Valladolid y el auditorio Miguel Delibes.

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La decisión era ya conocida y anunciada. De hecho, hace unos días, la oposición criticó la demora en su puesta en marcha –debía haber estado listo para estas Ferias y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo, señalaron–. Pero este mismo domingo, el alcalde, Jesús Julio Carnero, despejó el horizonte del nuevo recinto y avanzó cuándo comenzará a materializarse. Será «a finales de septiembre o principios de octubre».

El proyecto, cuyas actuaciones tienen un plazo de ejecución de cinco meses, cuenta con una inversión prevista de 1,5 millones de euros. «En las próximas semanas arrancará la obra; una actuación que en este momento está en proceso de adjudicación y que, como digo, a finales de este mes o principios del próximo se iniciarán las obras», remarcó el regidor, al tiempo que hizo hincapié en las «dos mejoras sustanciales» que su equipo de gobierno ha incorporado respecto al proyecto original, del equipo de Óscar Puente.

La primera, el vallado del recinto. La explanada, con una extensión de más de una hectárea (10.347 metros), estará cercada para poder llevar a cabo en ella «otros eventos culturales», sin perder de vista, eso sí, la «motivación principal» del proyecto: la feria gastronómica.

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La idea es que tenga un aforo de entre 15.000 y 20.000 personas y que pueda ejercer como aparcamiento disuasorio con capacidad para 365 vehículos. «No perdemos de vista la feria, pero sí que vamos a conseguir que a lo largo del año ese recinto pueda servir para determinados usos que la ciudad pueda tener», incidió Carnero, al tiempo que concretó que se está trabajando en implantar en las instalaciones «un sistema de electrificación adecuado que en el proyecto originario no aparecía».

También confirmó el primer edil, justo antes de la apertura oficial de la feria, que el nuevo espacio llevará el nombre de José Luis Bellido, presidente de la Federación de Casas Regionales en Castilla y León y «alma mater» de la Feria del Folclore y la Gastronomía. «Es el mantenedor de la iniciativa; hay que destacar el empeño, el esfuerzo y la dedicación que tiene por mantener viva una tradición que es fundamental en nuestras fiestas», consideró Carnero, que también tuvo unas palabras hacia la labor del exalcalde socialista Tomás Rodríguez Bolaños. «Junto con Bellido, hizo posible que esta experiencia, única y exclusiva desde el punto de vista gastronómico del conjunto de las casas regionales, se produzca aquí», aseveró.

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Picnic con mesas plegables

La feria comenzó, oficialmente, quince minutos más tarde de lo inicialmente previsto –a las 13:30 horas–, aunque las casas regionales comenzaron a servir sus raciones estrella desde mucho antes. Algunas tiraron hacia lo suyo y personalizaron las tapas, como la «mini burguer Rafa Nadal» en Baleares o las «sardinas a la brasa pescadas por Alcaraz» en Murcia.

A las doce y media ya había quienes no pudieron resistirse a una bandeja de mejillones o a un buen plato de callos con garbanzos. Porque pese a los chaparrones del día anterior –que apenas causaron problemas bajo la enorme carpa, algo que sí ocurrió el año pasado– y los cielos cubiertos durante la primera parte de la jornada, el tiempo respetó y pronto comenzaron a llenarse las filas de mesas colocadas frente a los mostradores y las calvas del aparcamiento del estadio. Hubo incluso quienes montaron allí su picnic y se llevaron de casa la nevera portátil y la mesa plegable.

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Pasadas la una y media del mediodía comenzaron a desfilar, por el paseo central de la carpa en dirección al escenario, una delegación de cada una de las casas regionales presentes en la feria gastronómica, con los trajes típicos y más característicos de cada provincia o comunidad. Cantabria, que junto con Ávila celebró su día, fue la encargada de abrir la comitiva, mientras que Asturias la cerró. Tras las músicas de las gaitas asturianas llegaron las autoridades, acompañadas por los pasacalles de la Asociación Musical Iscariense (AMI).

Una vez sobre el escenario, y tras el izado de banderas, José Luis Bellido dio la bienvenida y, así, el pistoletazo de salida a la 41 Feria del Folclore y la Gastronomía. «Vuestra compañía es imprescindible para este acto», dijo, dirigiéndose al público. «Un año más, y son 41 los que llevamos, hemos procurado que tanto la ciudadanía de Valladolid, que es nuestro respaldo, como todos los que vienen de otras provincias y comunidades, no vengan solo a consumir y degustar lo que se ofrece, sino a pasar un rato de alegría y en familia», concluyó.

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