La falta de reumatólogos obliga a sustituirlos por médicos internistas

El mal es nacional; pero afecta más a unas comunidades que a otras y Castilla y León se sitúa en torno a la quinta mala posición con dos reumatólogos por cada 105.445 habitantes (1,8 por cien mil) cuando el mínimo recomendado por el Ministerio de Sanidad y las sociedades científicas es de al menos 2,2 reumatólogos por cien mil habitantes, una cifra además en concordancia con las de la Unión Europea. Un mínimo, no obstante, que consideran insuficiente para poblaciones envejecidas y dispersas como es el caso de Castilla y León. Además, esta especialidad atiende enfermedades crónicas por lo que no hay curas ni altas, solo diagnóstico y seguimiento y tratamiento para evitar deterioro, mitigar dolores y dar calidad de vida a los pacientes.

No hay respuestas a los anuncios que demandan especialistas para sus servicios, hay competencia con comunidades limítrofes como Madrid y Asturias y las plazas interinas y de cortos contratos no resultan atractivas; así que buena parte de las ofertas se quedan desiertas.

En Valladolid, ambos hospitales tienen problemas de cobertura, el Clínico solo tiene tres de sus cinco plazas atendidas y en el RíoHortega la especialidad parece estar al borde de la extinción. Tiene un especialista a tiempo completo pero que cumple esta primavera la edad de jubilación; otro se ha ido a León en el concurso de traslados tras encadenar cinco años de contratos; una especialista con reducción de jornada por cuidado de hijos pequeños que ha agrupado las horas en dos días laborales completos y que viaja desde León –donde tiene su vida y su familia, por lo que cabe esperar un traslado en cuanto pueda– para atender estas consultas de Valladolid y la tercera plaza está ocupada por una médico internista, la recién llegada para sustituir la reciente vacante. Además, otros dos internistas realizan peonadas por las tardes para ocuparse de los ingresos fundamentalmente. Es decir, que tiene un reumatólogo y un especialista en Medicina Interna al que se le ha exigido tal cobertura a tiempo completo y dos días hay un tercer reumatólogo para un hospital con 262.373 tarjetas sanitarias adscritas, según repasan fuentes sanitarias. Desde principios de siglo se ha reclamado un incremento de plantillas para una especialidad cada vez más demandada por el gran envejecimiento de la población. El Río Hortega ya lleva unos cinco años con solo tres especialistas en la plantilla de este servicio, cada uno tiene un millar de pacientes activos. El hospital vallisoletano, y la capital, son en general atractivos para un médico y no deberían estar entre las zonas de difícil cobertura; pero en esta especialidad, por falta de oferta atractiva o de médicos, parece no lograr ser atractivo.

La plantilla de Sacyl recoge 40 especialistas, algunos temporales, y los hospitales comarcales como Medina del Campo, Santos Reyes (Aranda de Duero) y Santiago Apóstol (Miranda de Ebro) carecen de servicio. Y solo Salamanca y León sacan plaza para especializarse en Reumatología, una cada complejo asistencial de las 87 que salen en toda España, según datos de la última convocatoria.

La Consejería de Sanidad destaca que, efectivamente, «hay falta de reumatólogos; pero –destaca– hay 40 efectivos de esta especialidad en los hospitales de Sacyl» y repasa que «en el concurso de traslados abierto y permanente se convocaron cuatro plazas más, pero quedaron todas desiertas».

No obstante, apunta a que Sacyl sigue convocando estas plazas en los procesos selectivos y destaca que «en el último, por ejemplo, se han convocado diez, de las que se han cubierto nueve y la que resta saldrá a la oferta complementaria». Además, destaca que en el proceso extraordinario de estabilización han salido ocho de Reumatología (cinco mediante concurso oposición y tres por concurso). Por lo que se está trabajando en mejorar plantillas», señalan fuentes de Sacyl.

Asimismo, reconoce que «el servicio está reforzado y cubierto cuando es necesario por parte de los médicos internistas».

Las reclamaciones de los pacientes han ido en aumento, fundamentalmente por las demoras asisetnciales y por ser atendidos por facultativos de otra especialidad. Así han aumentado un 90% en el último año, con 264 presentadas en 2021 a Sanidad.

Castilla y León comparte esta carencia fundamentalmente con la Comunidad Valenciana (1,6 reumatólogos por cien mil habitantes); seguida de País Vasco, Andalucía y Baleares (1,7), y las más altas coberturas las disfrutan Cantabria (3,6) y La Rioja (3,2). La tasa española es de 2,7 pero el reparto es desigual.

Además, entre los especialistas con edades más jóvenes predominan las mujeres y la distribución de reumatólogos según edad y sexo es dispar entre comunidades, según los resultados de una investigación llevada a cabo por la Unidad de Investigación de la Sociedad Española de Reumatología (SER), en colaboración con los jefes de Servicio de Reumatología de toda España. En Castilla y León el 60% son mujeres.

Los datos de la Sociedad Española de Reumatología (SER) muestran que España precisará aumentar el número total de especialistas en Reumatología en algo más de 450 a lo largo de los próximos 15 años, es decir alrededor de un 40%, para hacer frente a las crecientes necesidades asociadas al aumento de la esperanza de vida de la población. «Esto nos llevaría a una tasa de reumatólogos de 3 por 100.000 habitantes lo que permitiría afrontar las necesidades de la población con mayor eficiencia».