Fallece Marcelo Fernández Cartón, jesuita de la residencia de Villagarcía

El jesuita Marcelo Fernández Cartón, de 89 años, falleció en la noche del pasado jueves en la residencia San Luis de Villagarcía de Campos, donde vivía en retiro 73 años después de su ingreso en la Compañía de Jesús. Tenía sintomatología de coronavirus, si bien había dado negativo en la PCR que le había sido realizada recientemente. Se trata del segundo fallecimiento en la residencia jesuita desde el confinamiento, después de que el 18 de abril muriera el sacerdote Luis Verastegui Castro, de 78 años.

Nacido en Tordehumos, Marcelo Fernández Cartón era sacerdote desde hacía 58 años, cuando fue ordenado en Oña (Burgos), e hizo los últimos votos en París en el año 1967. Entre 1946 y 1950 hizo el noviciado y el juniorado en Salamanca y estudió Filosofía en Oña (Burgos) entre 1950 y 1953, así como Magisterio en Bilbao, Orduña, Valladolid y Vitoria.

Entre los años 1972 y 1982, fue profesor, tutor, director y superior del colegio Padre Aramburu de Burgos. Y entre los años 1983 y 1987, capellán de emigrantes en Neuilly, en Francia. Fue además vicario parroquial en Logroño entre 1987 y 2001, y colaboró en la pastoral en el colegio San José de Valladolid entre 2015 y 2016, retirándose luego a la residencia jesuita de Villagarcía de Campos.

La segunda prueba realizada el 19 de abril a los 40 jesuitas de la residencia San Luis y a los 32 trabajadores del centro arrojó como resultado el positivo por la covid-19 de una docena de religiosos y de cinco empleados que son ajenos a la Compañía y que prestan servicio en tareas de enfermería y limpieza. El primer test, que se llevó a cabo una semana antes entre las 72 personas (religiosos y personal) que forman parte de la comunidad de retiro jesuita, arrojó un resultado negativo para todas ellas, pero la repetición del test y su resultado motivó que esa docena de religiosos con covid (entre ellos el superior, Salvador Galán) se aislaran en el interior de sus habitaciones y que los cinco empleados infectados, residentes en Villagarcía, Villabrágima y Benavente se alejaran de su trabajo y se confinaran.

A día de hoy, ninguno de los trabajadores de la residencia San Luis de Villagarcía de Campos está infectado, y solo ocho religiosos siguen dando positivo, aunque sin síntomas, según informa la residencia de Villagarcía de Campos, que ha hecho su desescalada propia.