Empleo

Seis de cada diez pueblos de Valladolid viven de la agricultura y la ganadería

Es lo que refleja la estadística de Afiliación a la Seguridad Social que publica el ministerio del ramo, la fuente más fiable para saber cómo se ganan el pan los vallisoletanos. Si se pone el foco en la mitad de este año y se analizan los datos correspondientes a junio, el resultado es que el 66,7% de los 225 municipios vallisoletanos viven del campo. O lo que es lo mismo, seis de cada diez.

Las 150 localidades donde el agro es el principal modo de garantizarse el sustento suman alrededor de 6.000 empleados pendientes del cielo, y entre ellas Peñafiel es la que concentra un mayor número. En consonancia con la pujanza vitivinícola de la Ribera del Duero a esto se dedican 397 personas, y subiendo, puesto que son el 5,8% más que en 2023. A continuación se sitúan Tordesillas (con 311 vecinos en el sector primario), Geria (con 240 y la peculiaridad de que las mujeres superan a los hombres), Serrada (173), Nava del Rey (170) y Campaspero (154).

El siguiente grupo profesional en importancia es la administración pública y la defensa, mayoritario en 18 municipios vallisoletanos. Villanubla, con aeropuerto y base aérea militar en su término, está en el primer lugar de esa lista con 220 afiliados, de los que 157 son hombres y 63 mujeres. En el segundo, con 25, se encuentra Villabáñez, donde el Ayuntamiento gestiona una residencia de mayores que ha generado una veintena de puestos laborales.

A partir de aquí la distribución es muy variada. Por ejemplo, las ocho poblaciones donde lo más habitual es producir vino son Rueda (con 286 personas atareadas entre depósitos y barricas), Pesquera de Duero (243), La Seca (238), Valbuena de Duero (162), Quintanilla de Onésimo (114) y, en menor medida, Curiel, Fompedraza y Piñel de Arriba, hasta superar los 1.100 efectivos en total en las bodegas.

De los lagares a los restaurantes, hoteles y otros establecimientos de hostelería, porque son los que concentran a más trabajadores en siete pueblos. Donde más ocurre es en Sardón de Duero, con 115 de un total de 322, pero ocurre asimismo en Traspinedo (con 66, el 25% de sus ocupados), San Vicente del Palacio, Valoria la Buena, Villardefrades, Vega de Valdetronco y Santibáñez de Valcorba.

En otros siete municipios el comercio es el que tiene más tirón, con Arroyo de la Encomienda a la cabeza (2.930 afiliados, de los que 1.894 son de tiendas), sin duda gracias al impulso de Río Shopping. Le siguen Laguna de Duero (990, de ellos 755 minoristas), Medina de Rioseco (956 en total) y, a mucha distancia, San Miguel del Arroyo, Villanueva de Duero, La Parrilla y San Miguel del Pino.

La industria de la alimentación es la protagonista en siete localidades y fundamentalmente en Medina del Campo, que tiene aquí 1.074 asalariados (el 18% más que en 2023); Olmedo, con 678, y Fuensaldaña, con 127. Otras manufacturas, como las de la madera, el papel, las estructuras metálicas o los componentes de automoción, tienen mucha relevancia en otras siete entre las que destacan Íscar (720 afiliados), Aldeamayor de San Martín (385), Mojados (315) y Pedrajas de San Esteban (109).

La construcción es la actividad más común en siete municipios más, con Boecillo (706 ocupados) como paradigma impulsado por el parque tecnológico y los servicios técnicos de arquitectura e ingeniería que prestan las empresas asentadas en él. Y el transporte terrestre o aéreo es lo predominante en seis núcleos vallisoletanos, siendo los dos con más afiliados Santovenia de Pisuerga (247) y Matilla de los Caños (68).

En el apartado de rarezas figura Castromonte, porque 49 de sus 124 afiliados a la Seguridad Social pertenecen al campo de la educación. La explicación está en que acoge el Centro Integrado de FP La Santa Espina, el más antiguo de este tipo de España (se fundó en 1886). Algo similar sucede en San Martín de Valvení, donde despunta el tratamiento de residuos por la existencia de una planta de reciclaje.

Mención aparte merece Valladolid capital. La sanidad ocupa a 14.312 de sus habitantes, de los que la friolera de 11.213 son mujeres (el 78,3%). Acto seguido aparece la educación, con 13.808 y de nuevo una amplísima presencia femenina, que se cuantifica en un apreciable 65,3%.

La medalla de bronce es para el comercio al por menor, con 12.753 afiliados, y en cuarto lugar aparecen empleados públicos y castrenses, que son 10.263. Para encontrar la automoción hay que descender hasta el quinto puesto, con 8.428 personas, casi las mismas (8.148) que se ocupan de proporcionarnos servicios de comidas y bebidas.

Y así se podría continuar hasta agotar los 80 registros con distinto código CNAE que existen en la ciudad, que dan un cómputo global de 155.956 empleados en alta (8.555 más que en junio de 2023). Entre las curiosidades, los 149 urbanitas que realizan actividades cinematográficas y los seis que están en nómina de organizaciones internacionales.