Valladolid

Medina de Rioseco, una histórica ciudad comercial en Tierra de Campos

Carnicerías, fruterías, estancos, peluquerías, bares, panaderías, pastelerías, gasolineras, zapaterías, librerías, clínicas dentales, inmobiliarias, gestorías, tiendas de muebles y electrodomésticos, restaurantes, farmacias, ferreterías, veterinarios, ópticas, estudios de fotografía y de tatuaje, gabinetes de belleza, psicoterapeutas, gimnasios, imprentas, floristerías, establecimientos de moda, regalos o diseño, administraciones de lotería y joyerías son algunos de las numerosos establecimientos que abren sus puertas en la Ciudad de los Almirantes dentro de los sectores del comercio y la hostelería.

Ambos suponen, junto con el transporte, una población empleada de 1.286 personas, de acuerdo con los datos del observatorio municipal. Y de ellos el comercio, según recuerda el alcalde, David Esteban, es un sector clave que «fija población, da identidad, sentimiento de pertenencia, es un valor fundamental en el desarrollo económico del municipio. Es mucho más que una mera actividad económica, para un municipio como el nuestro ejerce una función social de primer orden».

Para el regidor «es el espacio vital por antonomasia en el que surge el contacto diario, siendo, como cabecera de comarca, punto de encuentro con vecinos de otras localidades». Esteban percibe además que en los últimos años y, muy especialmente desde la pandemia, «hay incluso una mayor valoración hacia lo nuestro, así se explican que se hayan incorporado nuevas tiendas y servicios donde la cercanía y el conocimiento de los gustos y las necesidades son claves».

La Asociación de Empresarios y Profesionales de Medina de Rioseco y la Comarca es consciente de la importancia del sector comercial, que intenta dinamizar a través de distintas campañas como la navideña con un mercado en la calle, la de San Valentín, el Black Friday o la Feria Comarcal Campos y Torozos, siendo este último un proyecto reciente que pretende acercar los comercios y las empresas a los pueblos de comarca.

Para el presidente de la asociación del sector, Francisco de la Iglesia, «el comercio tradicional, el de cercanía, sigue estando presente y dando una respuesta profesional, competitiva e innovadora en el medio rural. Podemos competir con las grandes superficies de la capital, dando un servicio de calidad», sentencia.

En un estudio realizado para el Ayuntamiento riosecano se expresa que un tejido comercial fuerte ayuda además a la cohesión de los habitantes, ya que mejora el estado de pertenencia e identidad comarcal, encontrando satisfacción al tener sus necesidades cubiertas cerca de su casa. El resultado final de que el comercio local minorista tenga músculo económico hace que esa riqueza generada se quede en la localidad propia y en las cercanas, creando un círculo de riqueza que permanece dentro de las fronteras municipales y comarcales.