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Fachada desde el río. Rafaella Bompiani.
El vivero de empresas de Valladolid, un edificio semienterrado integrado en la naturaleza

El vivero de empresas de Valladolid, un edificio semienterrado integrado en la naturaleza

Descubre Valladolid ·

Caminando por este espacio se comprueba que los arquitectos han hecho un trabajo magnífico estudiando la incidencia de la luz o el efecto de las zonas verdes en los patios

Viernes, 2 de diciembre 2022, 00:05

Tal y como recoge la placa situada en el propio edificio, el 12 de enero de 2005 se inaugura oficialmente el Vivero de Empresas de la Cámara Oficial de Comercio de Valladolid, siendo su presidente Don Vicente Garrido Capa. Este edificio nace con la voluntad de resolver uno de los problemas que existe a la hora de crear una empresa: tener un espacio donde desarrollar el trabajo con las condiciones necesarias y a buen precio.

El equipo de arquitectos formado por José Manuel Martínez Rodríguez, Elena Rodrigo Pardo, Félix Caballero Hernánsanz, María Victoria Panedas Simón y Francisco J. Hoyos Carcedo crearon un edificio que solucionaba ese problema, pero además proporciona al usuario un espacio moderno, versátil y realmente acogedor donde realizar la actividad laboral.

Este inmueble se sitúa en la calle de Arán, cerca de otros edificios de uso terciario, y en la acera de enfrente empieza el Barrio España que se caracteriza por sus viviendas molineras. Además, el solar del Vivero de Empresas posee un importante desnivel entre el acceso por esta calle y la vía posterior que se sitúa en el parque al lado del río, la diferencia de cota está entre 5 y 6 metros. Por lo tanto, el edificio propuesto debe de coser, entre otras problemáticas, los diversos usos, tipologías y alturas existentes alrededor.

Dibujo de José Manuel Martínez Rodríguez.

Los propios arquitectos explican que la idea principal del proyecto parte de dos planos recortados: uno vertical y otro horizontal, así como de dos volúmenes abstractos, es decir sin referencias a los elementos habituales de la edificación, ventanas, puertas… Estos dos volúmenes tienen dos características diferentes, uno es elevado y otro semienterrado. Con el primero buscan enmarcar el paisaje que lo rodea acentuando su carácter abstracto y el segundo dibuja una línea de flotación blanca ligeramente apoyada que servirá para contrastar el colorido cambiante de los árboles según las estaciones.

Los arquitectos proponen un edificio semienterrado, se organiza en cuatro niveles, pero buscando la integración en el paisaje, desde su acceso, solo es visible dos niveles. A través de una gran pieza volada se enmarca el paisaje arbolado cercano al río. El Vivero no es una barrera visual para los vecinos, sino que invita a mirar a través de él el entorno ajardinado. Los diferentes niveles se despliegan por la colina, todos ellos cubiertos con elementos vegetales. Esta solución resuelve, no solo mantener la imagen integrada entre lo construido y la naturaleza, sino también proporcionar un aislamiento térmico adecuado, en una ciudad donde la máxima temperatura en verano y la mínima de invierno puede variar más de 40 grados.

La fachada principal del edificio es una gran pieza de hormigón apoyada únicamente en los bordes, la pesadez de este material desaparece al carecer de apoyos intermedios y se transforma en una pieza liviana que flota sobre el parque y actúa de mirador. En cambio, la fachada que se abre al parque está compuesta por grandes paños de vidrio.

Vista del acceso y de los patios. S. P. B.
Imagen principal - Vista del acceso y de los patios.
Imagen secundaria 1 - Vista del acceso y de los patios.
Imagen secundaria 2 - Vista del acceso y de los patios.

En la planta baja está el vestíbulo, la recepción y administración, en la primera planta se sitúan las salas de reuniones y usos múltiples, en las inferiores están los módulos de empresas y las necesidades relacionas con ellos, sala de descanso, almacén, archivos, instalaciones…. El vestíbulo es una gran caja de vidrio que permite ver, por primera vez el interesante juego de vacíos y llenos con lo que se articula el volumen horizontal que acoge a las empresas. Una escalera metálica con barandillas de vidrio conecta todos los niveles, la ligereza de su diseño permite la entrada de luz en todas las plantas a través de ella.

El volumen horizontal, que está semienterrado guarda diversos patios. Así la organización de las plantas más bajas se hace a través de una serie de bandas, cada una de se subdivide en dos piezas longitudinales, una destinada a pasillo y la otra a los módulos de empresas. Estas bandas se distribuyen de manera paralela o perpendicular a la fachada principal, lo que genera grandes espacios exteriores entre ellas, los patios mencionados anteriormente. El módulo de empresas siempre tiene una fachada de vidrio, lo que garantiza la luz a los usuarios, este paño puede dar al exterior o a los patios interiores. Las diversas posiciones de las bandas generan que los pasillos de acceso estén adyacentes a esos patios en casi toda su longitud, lo que produce un magnífico efecto de luces y sombras cuando se recorren. Puede parecer que esta disposición es al azar, pero nada más lejos de la realidad, al caminar por este espacio se comprueba que los arquitectos han hecho un trabajo magnífico estudiando la incidencia de la luz, el efecto de las zonas verdes en los patios… De tal manera que se convierte en un ámbito relajante, que invita a recorrerlo y a disfrutar de él, ayudando, por tanto, a los usuarios a sentirse mejor en sus quehaceres diarios.

Acceso. Rafaella Bompiani

La relación entre la arquitectura y la naturaleza de la margen izquierda del Pisuerga como se puede comprobar siempre ha sido primordial en la idea de proyecto, incluso la inclusión de diversas áreas verdes que surjan de los patios y que, con el tiempo, los árboles plantados puedan crecer y verse desde el exterior, sin que se diferencia que formaba parte del espacio verde original y que fue plantado en la obra. La importancia de esta idea se refleja en los propios esquemas que se hicieron en la fase de proyecto.

El Vivero de Empresas posee alguna oficina libre, y aunque fue un proyecto desarrollado por la Cámara Oficial de Comercio, tal como nos informaron en el propio edificio, actualmente es la Junta de Castilla y León la que se encarga del alquiler de los espacios.

La calidad del proyecto hizo que ganaran el concurso de ideas que la Cámara Oficial de Comercio organizó entre diversos estudios de arquitectos de Valladolid para llevar a cabo el edificio. En 2006 este proyecto obtuvo dos importantes reconocimientos, el primer premio en la VI edición de los Premios de Arquitectura de Castilla y León y primer premio en la segunda edición Premio de Arquitectura Ascensores Enor.

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