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Situado entre las calles Muro y Gamazo, muy cercano al también desaparecido Frontón Fiesta Alegre, el edificio conocido como Casa del Barco (por parecerse su esquina a la proa de un barco), fue mandado construir a principios del siglo XX por José Jalón, quien ... encargó su diseño al maestro de obras Antonio Ortiz de Urbina, hijo del afamado Jerónimo Ortiz de Urbina, arquitecto de origen vasco, conocido por trabajar en la modernización de Valladolid. El edificio, en el número 14 de la calle Gamazo, se inauguró en 1911, dedicándose siempre al alquiler.
Otros edificios desaparecidos
Sonia Quintana
Entre 1920 y 1950 el Hotel Gredilla fue, por ejemplo, el inquilino de la segunda planta de este desaparecido edificio. También en una de sus plantas se ubicó, en febrero de 1938, la sede del Fascio Mario Mina, rama castellana del fascismo italiano, cuyo secretario fue Pellicino Renzo. Su último arredantario fue la Residencia de Estudiantes Corazón de María, cerrada en 1968, un año antes de su derribo.
Coronando por una torre acabada en cúpula, el edificio, de planta triangular, tenía cinco plantas: sótano, entresuelo, principal, primera y segunda. De fachada austera, las plantas superiores contaban con balcones que iban decreciendo de tamaño según ascendían: balconada corrida en la planta principal y pequeños balcones en la primera, no existiendo ya en la segunda. En el interior destacaba una escalera imperial que unía el entresuelo con el piso principal, elemento renacentista que también se perdió cuando el edificio fue derribado por completo en 1969.
En el mes de abril de aquel 1969 El Norte de Castilla se hacía eco de esta demolición. «Siguen a ritmo acelerado las obras en la ciudad. Desaparecen casas viejas y cochambrosas y surgen nuevas viviendas. Dentro de lo que cabe va reformándose así, y mejorándose, el trazado urbano. En el centro y en los barrios, Valladolid se transforma y se moderniza. En estos momentos se procede al derribo de uno de los edificios más conocidos y típicos, la llamada Casa del Barco, en la misma esquina de Gamazo y Muro, sobre la plaza de Madrid. (...) Muy pronto, nuevas y modernísimas edificaciones se elevarán en el lugar de estos derribos. Valladolid continúa metida en obras. Buena señal».
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