![Banderas de Castilla y León en la plaza de Villalar.](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202104/23/media/cortadas/1435939268-U301684101720nB-U140150103541epG-624x385@El%20Norte-ElNorte.jpg)
![Banderas de Castilla y León en la plaza de Villalar.](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202104/23/media/cortadas/1435939268-U301684101720nB-U140150103541epG-624x385@El%20Norte-ElNorte.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Tuvo que acercarse la pareja de la Guardia Civil a algunos grupos. «El aforo es reducido, deben sentarse en las sillas libres o guardar distancias», recordaba uno de los agentes. No es que la plaza estuviera a rebosar, ni mucho menos, ni que retrotrajera a ... otros 'villalares' multitudinarios. En el suelo, frente al escenario y abrigando el monolito, se habían colocado pegatinas con el emblema del V Centenario de la revuelta de los comuneros. Trataban de fijar así la distancia de seguridad, pero no funcionaron. Lógico. Cuando se conmemora una batalla por la dignidad no se humilla la cabeza para mirar al suelo.
Al contrario.
Era el Día de Villalar el día de arraigar los discursos en el pasado para exigir orgullosos el futuro en medio de un presente doloroso. Enrique Cabero, presidente del Consejo Económico Social, en su 'laudatio comunera', recordó los valores de aquella revuelta de 1521, su modernidad, su trascendencia como inspiración de movimientos sociales posteriores. Y concluyó con esa punzada de orgullo herido: «Esta es una tierra de talento, conocimiento y belleza, trabajadora, emprendedora, sacrificada y generosa, que tanto ha aportado y aporta al resto de España y de Europa, a la Comunidad Iberoamericana y a todo el mundo, y que se merece lo mejor, aunque no siempre lo haya recibido»
Noticia Relacionada
En la Casa de Cultura, donde se celebró el acto institucional y se anunciaron la reedición de 'Amapolas comuneras', de Godofredo Garabito, o el documental 'Comuneros', con estreno previsto para otoño, se recordó la historia y se proyectaron las esperanzas en el futuro. «Aunque no podemos cambiar el pasado, el futuro sí está en nuestras manos. Este debe ser el momento de nuestra comunidad«, retó Luis Fuentes, presidente de las Cortes y de la Fundación Castilla y León. «Vivimos un tiempo nuevo adecuado para apostar por la transformación de un territorio en el que quepamos todos sin distinciones, donde podamos descubrir quiénes somos y quiénes queremos ser», dijo. De un modo similar se había expresado por la mañana Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta. «Hay que sentir orgullo por las mujeres y los hombres de esta tierra, que están dando lo mejor de sí mismos en situaciones tan adversas como la que vivimos. Nuestro pasado nos tiene que proyectar hacia el futuro, esa es la realidad», aseguró. Y Luis Tudanca, secretario regional del PSOE, arropado por los suyos durante la ofrenda floral en el monolito de homenaje a los comuneros, reiteró un mensaje similar en el fondo, aunque no en la forma, porque añadió el punto de crítica política a los anteriores. «Que seamos capaces de aprovechar la oportunidad que ahora tenemos para modernizar una comunidad autónoma que ha sido sumida en el abandono y la despoblación por quienes han estado al frente en las últimas décadas», dijo.
Ver fotos
Inadvertida entre la agenda de discursos, la ruta histórica y el evento, en la misma Casa de Cultura de Villalar de los Comuneros se podía disfrutar de la exposición Plastihistoria de Castilla y León. Junto al animado diálogo de políticos tras el acto, una de las escenas se titulaba 'Los veraneantes vuelven al pueblo' y mostraba a la familia que, con el 'seiscientos' a rebosar, visitaba el municipio del que salieron para buscarse un futuro en los años sesenta. Poco más tarde, a las 19:30 horas pero lejos de la campa, en Madrid, se habían citado 'Jóvenes Castilla y León', 'Soria ya' y 'Burgos pide paso' para protestar por la despoblación. De nuevo el pasado reivindicando su vigencia.
Más información
Enrique Berzal
«Aunque los comuneros perdieron la batalla, ganaron la guerra de la historia», reivindicó Fuentes. Y aprovechó esos valores para emplazar a todos los presentes y a los castellanos y leoneses a «mirar hacia adelante con la certeza de que vamos a superar esta crisis sanitaria, social y económica». Alfonso Fernández Mañueco insistió en la idea. «Vamos a salir adelante, a seguir trabajando con el sacrificio de todos, pero sintiendo orgullo de lo bien que hacemos las cosas». Y entre esas cosas enunciaba la más importante en estos momentos. «Hay que hacer un reconocimiento a la labor que está haciendo toda la comunidad a algo que nos abre a la esperanza de par en par, la vacunación». Todos los discursos oficiales recordaron a las víctimas y a los sanitarios y a quienes han peleado contra el coronavirus. Y trataron de vincular la lucha contra la pandemia y sus consecuencias con las enseñanzas de la historia comunera, que se intuye de plena actualidad. «Nadie duda de la modernidad de la revolución comunera, con un proyecto político para limitar el absolutismo y potenciar la participación popular en las Cortes y mediante el municipalismo», recordaba Enrique Cabero. Y destacaba, de soslayo, la relevancia que tiene la información para sustentar cualquier movimiento. «[Los comuneros utilizaron] avanzadas estrategias militar y de propaganda, pues se utiliza ya la imprenta, a fin de facilitar la lectura colectiva de textos y proclamas para movilizar al pueblo», dijo.
Más información
«Todavía podemos rescatar algunos principios y valores de aquel movimiento», aseguró Luis Fuentes. «En esta tierra, incluso cuando perdemos, nos levantamos siempre», se enardeció Luis Tudanca.
«Traidores no, más bien celosos del bien público y defensores de la libertad del Reino», recordaba Luis Alonso Laguna, alcalde de Villalar de los Comuneros, las últimas palabras de Juan Bravo, que «siguen resonando en las calles de Villalar». Y tomando como cimiento esas palabras, lanzó una exigencia al más puro estilo comunero, con todas las autoridades allí presentes: «Reivindico un pacto por el futuro de Castilla y León».
«Mientras los tópicos cantan el pueblo se ha despoblado. Quedo el caserío triste: pocos niños, más ancianos», se lee en el poemario «Amapolas comuneras», de Godofredo Garabito, reeditado y teatralizado en la Casa de Cultura de Villalar por Paladio Arte. Casi una radiografía del presente a través de una remembranza del pasado en un día, segundo 'Día de Villalar' pandémico, que Castilla y León decidió aferrarse a los valores de quinientos años de historia para mirar al futuro.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.