La Iglesia de San Lorenzo mártir tuvo su origen en una antigua ermita fundada por el conde Ansúrez en el siglo XII, extramuros de la entonces villa de Valladolid. Según el historiador vallisoletano Manuel Canesi, en el reinado de Juan I -rey de Castilla desde ... el 29 de mayo de 1379 hasta el 9 de octubre de 1390- se veneraba en esta ermita, conocida como San Llorente, a la Virgen de los Aguadores. En la primera mitad del siglo XV, en tiempos de Juan II, hijo de Enrique III 'el doliente' y Catalina de Lancaster (abuela de Isabel la Católica y primera princesa de Asturias), este templo ya tenía el título de parroquia. Aquella construcción era un edificio pequeño, de madera rasa, que estuvo en pie hasta 1485, año en que Pedro Niño mandó derruir aquel templo, ya conocido entonces como San Lorenzo, para levantar una nueva iglesia desde sus cimientos.
Publicidad
Noticias relacionadas
Sonia Quintana
Sonia Quintana
La tradición cuenta que fue durante el reinado de Alfonso IV (1072-1109) cuando un sacerdote, para protegerla de los saqueos musulmanes, trajo hasta Valladolid la imagen de una Virgen venerada en la localidad toledana de Consuegra. Al principio estuvo situada en una cueva junto a la Puerta de Aguadores; de ahí lo de Virgen de los Aguadores, antes de ser trasladada a la ermita dedicada a San Lorenzo, de quien acabó tomando su nombre. «Virgen Santísima de San Lorenzo, restituid la vida a mi hija, que yo os ofrezco, si le hacéis, edificaros Iglesia, en que seáis reverenciada y servida», se cuenta que dijo el almirante al ver muerta a su hija Yomar. Ipso facto la hija se despertó sana y salva. Pedro cumplió su promesa, mandó derribar la antigua ermita, y levantó una nueva iglesia, de la que hoy solo se conserva la torre, la pequeña fachada de entrada y el atrio adjunto.
La talla de la Virgen, de estilo románico-bizantino, es de madera policromada. La Virgen está sentada en un trono, con los pies descubiertos. Su mano derecha tiene los dedos juntos y hacia arriba, en actitud de sostener el pomo, pero su lugar lo ocupa hoy un ramo artístico de oro y pedrería. La imagen lleva una medalla con el escudo de la ciudad y un bastón de mando, en alusión a la alcaldía de Valladolid. El Niño Jesús porta un libro y apoya su mano derecha en el pecho de su madre. Ambas figuras llevan coronas realizadas en oro y plata. Invocada como patrona de Valladolid desde 1637, no fue declarada oficialmente como tal hasta 1917.
Pedro Niño adornó en su momento el templo con muchos ornamentos sagrados, levantó la torre, fundó y dotó una capellanía que sirviese al culto de la Virgen y doró toda la bóveda de la nueva iglesia, quedando en la familia Niño el patronato. Poco quedó de aquel templo gótico tras la reconstrucción de 1980, que duró siete años. La iglesia original de tres naves, de ladrillo y piedra, se derribó totalmente en 1970. En 1967 el edificio sufrió un hundimiento parcial. Se conservó la torre de la capilla mayor, decorada con bolas, pináculos y gárgolas y la portada del templo. El edificio fue convertido en viviendas en cuya planta baja se construyó el nuevo templo, conservándose únicamente la portada y la torre cuadrada. Su patrimonio fue repartido entre el contiguo Convento de Santa Ana y la propia iglesia, en cuyo altar recibe culto la patrona de Valladolid.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.