Citado por Cervantes en una de sus Novelas Ejemplares, 'El coloquio de los perros', cuyo título original es 'Novela, y coloquio, que pasó entre Cipión y Berganza, perros del Hospital de la Resurrección, que está en la ciudad de Valladolid, fuera de la puerta del ... Campo, a quien comúnmente llaman 'Los perros de Mahudes', el Hospital de la Resurrección atendió en Valladolid a pobres y enfermos durante más de tres siglos, entre 1553 y 1883, año en que, por decreto, se ordenó su derribo, aunque éste no tuvo lugar hasta finales de 1890. A principios del siglo XIX, con la llegada a Valladolid de las tropas de Napoleón, se convirtió en hospital militar para el ejército francés. Sobre su solar, entre 1891 y 1892, se levantó la Casa Mantilla, vecina en la Acera de Recoletos de la Casa del Príncipe y la Casa Resines, entre otras.
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Sonia Quintana
La antigua institución hospitalaria se ubicaba fuera de la Puerta del Campo y ocupó el antiguo edificio de la mancebía de la ciudad, cuyas inquilinas fueron desalojadas la noche del 25 de marzo de 1553 -«arrancando violentamente las llaves a una muger que hacía de portera», según el relato de Matías Sangrador y Vitores-. El solar era propiedad municipal y sobre él, en 1445, se construyó la casa, que un siglo más tarde fuera sede del hospital. «Expulsaron a las mujeres públicas, acomodaron a los enfermos y, a continuación, consagraron la casa. Al día siguiente el obispo fray Andrés de Fuensalida celebró misa con gran solemnidad», dejó escrito el historiador vallisoletano en su 'Historia de la muy noble y leal ciudad de Valladolid'.
El solar era enorme, pero solamente estaba edificado la mitad del terreno; el resto correspondía a patios y cementerio. Con el nuevo uso se decidió construir un nuevo edificio y en mayo se concertaron las obras con el arquitecto cántabro Juan de la Vega. La iglesia estuvo lista a comienzos del siglo XVIII. «Tiene un buen patio de entrada, donde está el aljibe, espacioso local para botica, capilla con entrada interior y exterior, sala de escuela, cocina y otras dependencias, todo ello en la planta baja; en la alta, siete magníficas salas en las que pueden caber 300 camas con habitación para los sanitarios», describió el pintor y académico vallisoletano Pedro González Moral, director entonces del Museo Provincial de Bellas Artes de Valladolid, el Hospital General (llamado así desde 1616, tras absorber a otros hospitales de la ciudad). En 1877 se había quedado pequeño para las necesidades de la ciudad y su estado era ruinoso.
En 1880 el alcalde Miguel Íscar realizó una propuesta formal para su derribo. En 1881 se acordó el traslado de los enfermos al Hospital de Esgueva y en 1883 se decretó su derribo. El solar estuvo vallado y abandonado durante siete años. En 1890 salió a subasta, adquiriéndolo el industrial cántabro, afincado en Valladolid, Fidel Fernández Recio-Mantilla, quien pagó por el solar y el edificio 266.105 pesetas. Se desmontó la parte de arriba de la portada, que se conserva en el jardín delantero de la Casa Cervantes; el cuadro de 'La Resurrección', de Juan Pantoja de la Cruz, del retablo mayor, que hoy puede verse en las escaleras del patio del Palacio de Pimentel; y el retablo de la capilla de la Cofradía del Santo Sepulcro, situado actualmente en la Iglesia de la Magdalena, en el lado del evangelio, a la altura del crucero.
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