Placa colocada en la fachada de la Casa Mantilla de Valladolid. Rodrigo Ucero
Valladolid desaparecido

El prostíbulo vallisoletano consagrado para convertirlo en hospital

Tras su derribo en 1890, en el solar se levantó dos años más tarde la Casa Mantilla

Sonia Quintana

Valladolid

Martes, 9 de mayo 2023

Citado por Cervantes en una de sus Novelas Ejemplares, 'El coloquio de los perros', cuyo título original es 'Novela, y coloquio, que pasó entre Cipión y Berganza, perros del Hospital de la Resurrección, que está en la ciudad de Valladolid, fuera de la puerta del ... Campo, a quien comúnmente llaman 'Los perros de Mahudes', el Hospital de la Resurrección atendió en Valladolid a pobres y enfermos durante más de tres siglos, entre 1553 y 1883, año en que, por decreto, se ordenó su derribo, aunque éste no tuvo lugar hasta finales de 1890. A principios del siglo XIX, con la llegada a Valladolid de las tropas de Napoleón, se convirtió en hospital militar para el ejército francés. Sobre su solar, entre 1891 y 1892, se levantó la Casa Mantilla, vecina en la Acera de Recoletos de la Casa del Príncipe y la Casa Resines, entre otras.

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La antigua institución hospitalaria se ubicaba fuera de la Puerta del Campo y ocupó el antiguo edificio de la mancebía de la ciudad, cuyas inquilinas fueron desalojadas la noche del 25 de marzo de 1553 -«arrancando violentamente las llaves a una muger que hacía de portera», según el relato de Matías Sangrador y Vitores-. El solar era propiedad municipal y sobre él, en 1445, se construyó la casa, que un siglo más tarde fuera sede del hospital. «Expulsaron a las mujeres públicas, acomodaron a los enfermos y, a continuación, consagraron la casa. Al día siguiente el obispo fray Andrés de Fuensalida celebró misa con gran solemnidad», dejó escrito el historiador vallisoletano en su 'Historia de la muy noble y leal ciudad de Valladolid'.

El Hospital de la Resurrección (luego General), en el plano de Ventura Seco.

El solar era enorme, pero solamente estaba edificado la mitad del terreno; el resto correspondía a patios y cementerio. Con el nuevo uso se decidió construir un nuevo edificio y en mayo se concertaron las obras con el arquitecto cántabro Juan de la Vega. La iglesia estuvo lista a comienzos del siglo XVIII. «Tiene un buen patio de entrada, donde está el aljibe, espacioso local para botica, capilla con entrada interior y exterior, sala de escuela, cocina y otras dependencias, todo ello en la planta baja; en la alta, siete magníficas salas en las que pueden caber 300 camas con habitación para los sanitarios», describió el pintor y académico vallisoletano Pedro González Moral, director entonces del Museo Provincial de Bellas Artes de Valladolid, el Hospital General (llamado así desde 1616, tras absorber a otros hospitales de la ciudad). En 1877 se había quedado pequeño para las necesidades de la ciudad y su estado era ruinoso.

Parte de arriba de la portada del Hospital de la Resurrección, hoy en el jardín delantero de la Casa Cervantes de Valladolid. Rodrigo Ucero

En 1880 el alcalde Miguel Íscar realizó una propuesta formal para su derribo. En 1881 se acordó el traslado de los enfermos al Hospital de Esgueva y en 1883 se decretó su derribo. El solar estuvo vallado y abandonado durante siete años. En 1890 salió a subasta, adquiriéndolo el industrial cántabro, afincado en Valladolid, Fidel Fernández Recio-Mantilla, quien pagó por el solar y el edificio 266.105 pesetas. Se desmontó la parte de arriba de la portada, que se conserva en el jardín delantero de la Casa Cervantes; el cuadro de 'La Resurrección', de Juan Pantoja de la Cruz, del retablo mayor, que hoy puede verse en las escaleras del patio del Palacio de Pimentel; y el retablo de la capilla de la Cofradía del Santo Sepulcro, situado actualmente en la Iglesia de la Magdalena, en el lado del evangelio, a la altura del crucero.

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