El primer bazar de 'todo a 0,95' en Valladolid

Hijo de Pantaleón Muñoz –dueño de la salchichería por antonomasia de Valladolid–, Justo Muñoz Santos (Valladolid, 1894), tras trabajar unos años en el comercio de su padre, abandonó el negocio chacinero familiar y se estableció por su cuenta cogiendo el traspaso del bazar Hijos de Carnicer, ubicado desde 1903 en los números 16 y 17 de Fuente Dorada (también conocida en aquellos años como Portales de Guarniceros o de Especería). «Justo Muñoz empezó siendo un bazar de los de aquella época. Un bazar en el que se vendía de todo. Una quincallería. Había lámparas, cubiertos, muñecas, vasos...», recuerda Pedro Muñoz, hijo del fundador de la hoy reconocida juguetería vallisoletana.

En manos del primogénito de Pantaleón Muñoz desde 1912 –Justo Muñoz tenía entonces 18 años–, la tienda pasó a llamarse Sucesor de Hijos de Carnicer, nombre que cambió unos años después por el de su nuevo propietario: Justo Muñoz (que durante los primeros años tuvo un socio). «Mi padre empezó en Valladolid con el 0,95, lo que hace unos años era el Todo a Cien, que tampoco existe ya. Justo Muñoz fue el primer bazar en Valladolid en tener una sección de 'todo a 0,95'», cuenta el hijo de este empresario vallisoletano.

Casado con Rosa Bayo Cabrero, el matrimonio tuvo cuatro hijos: María Luisa, José Antonio, Pedro Ángel y María Magdalena. Fueron los dos hijos varones los que se hicieron cargo del negocio cuando su padre se jubiló. «Yo entré a trabajar aquí a los 14 años. Era muy mal estudiante y antes o estudiabas o te ponías a trabajar; así que yo me puse a trabajar», rememora Pedro Muñoz Bayo (Valladolid, 1937).

José Antonio y Pedro estuvieron al frente del negocio, mano a mano, hasta la jubilación del primero en 1993. «La tienda de Fuente Dorada se cerró y se quedó solo la de Teresa Gil. Hoy Justo Muñoz tiene 11 sedes; seis tiendas en Valladolid y una en Aranda de Duero», explica Marina Muñoz, hija de Pedro, al frente de la división de juguetes y hogar de Justo Muñoz (hoy Hijos de Justo Muñoz S. A.). Y aunque a sus 85 años Pedro Muñoz visita a diario las tiendas de Valladolid –a las que hay que sumar las dos de 50 Yardas–, el negocio hoy está dirigido por sus dos hijos: Pedro y Marina Muñoz Madrigal. «Mi hermano Pedro lleva la división de deportes y la de ropa; lo tenemos así dividido, pero todos hacemos todo», añade Marina.

Tras años centrados en el mundo del juguete –lo que convirtió a Justo Muñoz en la juguetería por excelencia de la ciudad–, hoy Justo Muñoz ha diversificado su oferta, volviendo a los que fueron los orígenes del negocio que arrancó con el hijo mayor de Pantaleón Muñoz hace hoy 110 años: un bazar. «Vendemos lámparas, vasos, platos, pantalones, zapatillas de deporte... y juguetes. Siempre hemos vendido juguetes; desde el primer día», señala el empresario Pedro Muñoz.

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